Cada uno con lo que puede -los hay en carro, a pie, en bicicleta, en bicicleta con carro- saca lo que puede para el mercado de la transformación de la materia porque, se sabe, nada se crea y nada se destruye sino que todo se transforma: papel, cartones, plástico, botellas. Los vecinos de todos los barrios, los observan con sentimientos diversos que van desde la inquietud a la solidaridad. Otros ciudadanos, los cientistas sociales, los observan desde la perspectiva de las políticas públicas: Cómo llegar con programas de integración social hasta esas zonas de donde provienen los "clasificadores" y que son "los núcleos duros de la pobreza"? Mientras este y otros debates se procesan, lentamente, "a la uruguaya", la Intendencia de Montevideo lleva adelante un censo de los clasificadores. Ya hay más de 7.200 registrados.