Aunque costó ver el sol, hubo show

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HORACIO VAROLI (ENVIADO)

La lluvia amenazó con suspender la primera jornada del Pilsen Rock, pero no pudo. Pasadas las 18 horas, más de 60.000 personas comenzaron a entrar al embarrado Parque de la Hispanidad para escuchar los primeros acordes del festival de rock más importante del país.

A las 20.30 ya eran más de 70.000, y se esperaba que para los shows fuertes de la noche de ayer se superarán los 80.000 espectadores. La postergación obligó a trastocar los horarios de los shows.

Las dos bandas más esperadas de ayer, La Trampa (que obtuvo su consagración en el Pilsen Rock 2005) y NTVG tocaban a noche a las 23.45 y 1.20, respectivamente.

La realización del espectáculo fue decidida minutos antes del ingreso. La organización esperó a que parara la lluvia para poder usar los equipos -todos eléctricos- y que se secara el escenario, dijo Gastón Volonterio, responsable de la seguridad del festival.

Desde la mañana estuvo lloviendo en el centro del país. Por momentos intensamente. En Durazno se registraron 17 milímetros, según meteorología.

"Nosotros no podemos arriesgar la seguridad de la gente. Vale más eso que el festival", dijo Carmelo Vidalín durante la mañana. En ese momento por Durazno corría a toda velocidad el rumor de que el Pilsen Rock se suspendería y que las bandas que tocaban ayer lo harían el lunes.

Pero no pasó. A las 16 horas a las puertas del Parque de la Hispanidad había un mar de gente esperando para entrar. Una fuerte presencia policial impedía el paso. Ya se habían vendido por lo menos 55.000 entradas, según el último registro hecho en la mañana. Adentro, el predio estaba completamente embarrado. Más aún después de los primeros temas de Pecho`e Fierro, la banda que abrió el festival. El agite o "pogo" -como usted prefiera- se generalizó. Y así se mantuvo.

PREVIA. Antes de la fiesta, cada rincón de la ciudad sirvió como refugio para las miles de personas que llegaron a Durazno.

Unos se metieron en los porches de las casas, otros en los comercios y otros en la entrada de clubes deportivos. La terminal de ómnibus se convirtió en un campamento. Cientos de gurises se amontonaron en la zona de andenes y dentro del edificio.

"Es increíble. Acá la gente está durmiendo en los pasillos, en las escaleras, al punto que nosotros tenemos que entrar a trabajar por la ventana", dijo Carlos Paredes, de la administración de la terminal. La misma situación se dio en la estación de trenes.

Había gente durmiendo, otros conversando y otros jugando al truco, con tal de matar el tiempo y esperar la hora del festival. "Estamos esperando a unos amigos que llegan ahora. Hay otros que están con nosotros y que fueron a buscar algo para comer", dijo Sebastián, de 21 años, confeso fanático de Buitres y Trostky.

Según los primeros sondeos, llegaron a la terminal unas 40.000 personas más a Durazno que el año pasado. El promedio de edad del público era de 20 años.

A la hora que comenzó el festival, era tanta la gente que el trayecto en auto desde el microcentro hasta el Parque llevaba 1 hora y 20 minutos.

"Nosotros estamos desde ayer (viernes). Vinimos desde Maldonado. Nos tomamos un ómnibus hasta Montevideo y desde ahí otro hasta acá, lo que demuestra que el Pilsen Rock es lo más grande que hay", comentó Silvia, que viajó parada en el bus junto con dos amigas. Fabián, que llegó ayer a Durazno, se envolvió en una bandera de Buitres y salió a "agitar con los muchachos" por la ciudad. "A mí no me importa la lluvia ni nada. Venimos a divertirnos como sea", dijo.

LAS BANDAS. Las pruebas de sonido para los recitales del sábado se habían hecho temprano a la mañana, antes de la lluvia, y todo había estado en orden, según algunos integrantes de la producción. Ya estaban en Durazno todas las bandas programadas para ese día: el grupo de heavy metal de San José Pecho`e Fierro, las chicas de Vendetta, Vinilo, Doberman, Rey Toro, La Triple Nelson, La Tabaré, La Chancha, La Trampa y No Te Va Gustar.

Algunas habían venido por el día y se quedaban solamente en el predio del recital. Otras se alojaron en estancias (como Buitres, La Trampa o Hereford), en hoteles e incluso en countries. La organización, sin embargo, no quiso dar mayores datos sobre quiénes se quedaban dónde, "por razones de privacidad".

Algunos de los integrantes de Pecho`e Fierro, banda encargada de abrir el evento, se quedarían en Durazno, aprovechando su primera vez en el Pilsen Rock. El vocalista, por razones de trabajo, regresaba a Montevideo en la misma noche.

"Siendo nosotros una banda del interior esperamos de esto poder llegar realmente al interior", comentó Eduardo, el líder de la banda, mientras esperaba por una resolución acerca de la realización o no del ansiado espectáculo. La banda se disponía a aprovechar su primera presentación realmente masiva para anunciar su disco, que ya tienen grabado, pero que sacarán a la calle recién en marzo.

Sus cruces de ritmos folclóricos con heavy metal iban a romper un hielo que desde el público, incluso bajo la lluvia, ya tenía muchas ganas de ser quebrado a la espera de platos fuertes como los de las bandas lideradas por Emiliano Brancciari (NTVG) y Alejandro Spuntone (La Trampa).

CENTRO. Desde la terminal a la Plaza Independencia -la principal de Durazno- hay unas ocho cuadras. En ese trayecto, se podía ver gente caminando descalza, otros que marchaban como "carpas ambulantes" cubiertos con lonas y miles que se mojaron.

Por allí también circularon verdaderos autos "oficiales" de cada banda, completamente embanderadas. No sólo No Te Va Gustar o Buitres tenían su grupo de seguidores; también bandas como Pecho`e Fierro, Eslabón y Vendetta llevaron sus "hinchas".

La ciudad se preparó para el evento. Los vecinos improvisaron servicios. Hubo gente que ofreció cuidar bolsos por $ 20, también cuidar motos o bicicletas, y otros que abrieron sus casas para alojamiento. Se ofrecían espacios para carpas a $ 50, pero también mucha gente acampó en lugares públicos: plazas, terminales, incluso contra el alambrado del parque.

"Durazno ha mejorado sensiblemente en todo. Se ha preparado mucho mejor. Lo único que hay en el debe son baños públicos, en todo lo demás impecable", dijo Guillermo Mateo, del kiosco de la Terminal Rodó. Pocos habilitaron sus baños. Cobraban $ 5.

También se improvisaron los puestos ambulantes. Se vendieron chorizos y milanesas al pan, refrescos, cerveza y vino (en algunos lugares mezclado con frutilla). No faltaron los que aprovecharon el mal tiempo para preparar torta fritas (oferta: tres por $ 10) e incluso para vender trozos de nylon, útil para cubrirse de la lluvia.

Un local que vende ropa interior también modificó su vidriera. Ayer se convirtió en tienda de rock. Cambió los corpiños y calzoncillos por una guitarra Fender, botas Converse y remeras alusivas al festival. Todo color negro.

Pese a la cantidad de gente, aún había ofertas de alojamiento. "Yo no quería meter a nadie, pero terminé poniendo el cartel hoy", dijo Carlos Díaz, un vecino del departamento. "También hay que ver quién viene, porque ya hemos visto algunas cosas a las que no estamos acostumbrados", agregó.

Otra vecina explicó que vio por primera vez a un muchacho aspirar pegamento.

Los restaurantes, pizzerías y parrilladas también estuvieron desbordados de público. Algunos aumentaron su personal para atender la demanda durante este fin de semana.

También hubo otros que abrieron sus puertas por primera vez. Es el caso de "Durazno Rock 2006", un pub que está frente a la terminal. Allí se venden refrescos y cerveza, además de algunas comidas rápidas. "Lo armamos en esta semana especialmente para el Pilsen Rock", dijo María Romero, la dueña. Los que visiten ese local pueden dejar su firma en la pared, como constancia de que estuvieron en la cuarta edición del festival.

En tanto, los artesanos se ubicaron en la plaza. Pese a la lluvia la mayoría mantuvo sus puestos. Lo mismo hicieron los vendedores de remeras y otros distintivos del Pilsen Rock. "Las camisetas las estoy vendiendo por kilo, de lo pesadas que están", comentó uno.

La plaza es un punto de encuentro no sólo para los vecinos de Durazno, sino también para los visitantes. Sobre todo los que vienen de los departamentos del interior del país. Tal vez por aquello de que las plazas son los lugares de referencia. Ayer había gente de Maldonado, Rocha, Soriano y del litoral, entre otros.

El intendente Carmelo Vidalín también estuvo allí el viernes por la noche. Fue para levantar un "peaje" que habían instalado unos 25 muchachos. "Estuvimos negociando durante 20 minutos. Y por suerte salió todo bien, se dejó de cobrar", dijo. Agregó que la tarifa "era a voluntad".

PEREGRINACION. El grueso de público llegó ayer a Durazno.

Sobre las 16 horas llegó a la puerta del Parque de la Hispanidad un camión con zorra repleto de fanáticos del rock, que se sumaron a los miles que habían llegado en tren, ómnibus, auto, moto, bici y a dedo.

"Voy al Pilsen. Pago peaje y nafta", decía el cartel de dos jóvenes que esperaban a un costado de la carretera. Otras chicas suplicaron que alguien las alcance: "Por favor llevanos". Incluso hubo una pareja con sus dos hijos haciendo dedo en la ruta 5.

Policía Caminera solo registró un accidente en esa ruta. Fue casi en frente a la entrada del Parque de la Hispanidad. Un camión chocó de atrás a una camioneta. No hubo lesionados. "El conductor se distrajo. Es normal por el movimiento que hay a los costados de la carretera", dijo el oficial Casto Rodríguez.

La Caminera dispuso de un operativo especial entre el kilómetro 175 y 183 de la ruta 5. Allí instaló a 32 hombres, dos patrulleros, cuatro motos y 10 ambulancias. También se establecieron dos puntos exclusivamente para hacer controles de espirometría.

El show de anoche terminaba en horario de trasnoche total, y dejaba poco rato para prepararse para la segunda fecha, que se cerrará con la actuación de Buitres.

La banda de Gabriel Peluffo actuó más temprano, en ediciones anteriores, pero este año accedió a cerrar el festival, luego de los conciertos de la banda de Guillermo Peluffo -Trotsky Vengarán- y los españoles The Locos.

Entre los dos días, la organización esperaba convocar a unas 130.000 personas y consolidar aún más una fecha clave para la diversión y el bolsillo de los duraznenses. (Producción: M. Castro, V. Rodríguez, F. Narancio)

PARA HOY A partir de las 17 horas, se esperan con cierta curiosidad dos presentaciones. Una es la ganadora del concurso "Rock del Centro", Eslabón, una banda de metal oriunda de Maldonado. Y la otra presentación será la de los españoles The Locos, penúltimos en el orden, formada por algunos miembros de Ska-P. Las otras bandas que esta tarde actuarán en el kilómetro 180 de la ruta 5, serán Dr. Rocka, Supersónicos, Chala Madre, Buenos Muchachos, Trotsky Vengarán y como cierre, Buitres.

PRONOSTICO Según la Dirección de Meteorología, hoy habrá lluvias en las primeras horas de la mañana pero el tiempo mejorará con el correr de la tarde. Habrá una temperatura mínima de 11°C y una máxima de 24°C.

SEGURIDAD Caminera dispuso de 32 hombres, dos patrulleros, cuatro motos y diez ambulancias entre el kilómetro 175 y 183 de la ruta 5. En la ciudad hay 60 efectivos distribuidos en los lugares de mayor concentración de gente. En el Parque de la Hispanidad hay 218 policías y 40 particulares.

WOODSTOCK 1969

Amor, paz y barro. En el festival "fundacional" de la historia del rock, que congregó a cerca de 500.000 personas, hubo escasa lluvia en los primeros días, aunque se intensificó en el cuarto día, antes de que las últimas bandas tocaran. Lejos de desanimar al público, el agua contribuyó a la espontaneidad del evento y muchos se lanzaron al barro a festejar.

WOODSTOCK 1994

También denominado como "Mudstock" (Barrostock), el festival de 1994 no tuvo el mismo espíritu de "paz y amor" que el concierto del 69. "Sólo tuvieron en común la lluvia y el barro", recordó uno de los presentes. Cuando le llegó el turno a Green Day de subirse al escenario, hubo una enorme pelea de barro y la banda tuvo que retirarse en helicóptero.

GLASTONBURY 2005

El festival de música de Glastonbury es uno de los más populares del Reino Unido. Sin embargo, el año pasado, la lluvia fue tan torrencial que hubo serias inundaciones y un centenar de carpas quedaron bajo el agua. En esta fotografía del sitio BBC news, un joven se adentró en el agua y nadó hasta su carpa para rescatar las llaves de su auto.

COSQUIN ROCK 2005

"Si algo faltaba para que la quinta edición del Cosquín Rock pareciera un Woodstock actual y sudamericano, era la lluvia", publicó el diario argentino Página/12 en febrero de 2005. Empapados y cubiertos de barro, los fanáticos del rock no cedieron y las bandas se presentaron pese al diluvio. Artistas como Charly García se lucieron bajo la lluvia.

El jefe de policía de Durazno, inspector Miguel Angel Magallanes, dijo que el control en la ciudad se realiza con 60 efectivos distribuidos en vehículos y a pie en los lugares de mayor concentración de gente. Además, hay 218 policías en el parque de la Hispanidad, que coordinan la estrategia de seguridad con otros 40 particulares contratados por la firma organizadora.

"Allí se trabaja en tres sectores: el del público, el de los artistas y el perímetro de acceso al predio que será atendido por 70 efectivos para pasar revista a quienes ingresan", agregó Magallanes. Policía Caminera realiza un estricto control vehicular en los accesos a Durazno por ruta 5. El comité de Emergencia, integrado por autoridades y delegados de las fuerzas vivas locales, se encuentra en estado de alerta al igual que los médicos de la ciudad.

Magallanes dijo que por el momento los hechos ocurridos son los habituales en este tipo de evento al que acude tanta gente. "Hubo un par de vidrieras rotas en la madrugada en dos ópticas del centro. En una de ellas se produjo un hurto y se llevaron un par de lentes, en la otra solamente fue la rotura del vidrio. Después algún tipo de desorden sin mayor trascendencia", explicó el jerarca.