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Convivencia emocional: Síndrome de la familia perfecta

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Fanny Berger nos invita a dejar de lado la búsqueda de la perfección y entender que la familia es un lugar para crecer juntos.

Una de las características de la sociedad actual es la búsqueda de la perfección. Queremos todo perfecto: cuerpo, hijos, pareja, familia; pero como la perfección es un ideal imposible de alcanzar, produce intensa frustración en las personas. Esta se podría haber evitado si no se hubieran tenidoexpectativas tan elevadas imposibles de cumplir.

Observamos que hay una búsqueda de la familia perfecta, formada por papá, mamá, un hijo, una hija, todos felices, sanos, lindos y llenos de éxito en distintas áreas de su vida.

Si bien la perfección es imposible de alcanzar, la familia nuclear (formada por padre, madre, hijo, hija) no es la única forma de ser familia. 

Cada vez observamos más familias uniparentales o monoparentales donde la mayoría de los jefes del hogar son mujeres, pero cada vez se suman más hombres. Son familias con una estructura y dinámica distinta a la nuclear. 

Observamos también el crecimiento de familias ensambladas, fruto del aumento de los divorcios, donde cada cónyuge trae sus hijos y tienen nuevos en común. Son familias estructuradas en distinta forma y que funcionan con características muy propias.

A esto le sumamos familias de padres del mismo sexo con sus hijos.

Todas son familias y la búsqueda de la perfección en ellas puede estresar a sus miembros. En cualquiera de los casos, lo más importante es que todos sus miembros deben respetarse, comunicarse abiertamente, aceptar las semejanzas y negociar las diferencias.

Los padres tienen que satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos, que son de sostén de sus emociones placenteras y displacenteras, para que se sientan contenidos y confiados.

Ante la búsqueda de perfección proponemos aceptación de nosotros mismos, mejorar nuestros rasgos de personalidad y desde ese lugar buscar la complementación, no la perfección en el otro. 

La frustración se crea en la mente humana con altas expectativas y produce rabia y, a veces, rencor. La perfección es una creencia irracional y dañina.

La familia es un lugar para crecer juntos.

conocé a nuestra columnista
Fanny Berger
Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

Podés contactarla en su web,página de facebook o a través del teléfono celular 099 289 282.

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