REALEZA
La monarca llegó al homenaje en memoria del príncipe Felipe acompañada de su hijo Andrés tras meses de escasas apariciones en público.
Isabel II llegó puntual a la misa en memoria delduque de Edimburgo con un elegante abrigo en color verde y cuello negro y dedicó un mensaje muy especial al portar un broche que el príncipe le regaló de manera personal en 1966.
El prendedor conocido como Grima Ruby o 'broche de escarabajo' es una obra del artista anglo-italiano Andrew Grima y fue elaborado con oro, rubíes y diamantes, y de acuerdo con reportes de la prensa inglesa, es una de las pocas piezas modernas que forman parte de la colección de la reina.
Isabel II completó su look con delicadas caravanas de perla y diamante que hacía juego con un collar de varios hilos.
La monarca se dejó ver muy conmocionada en esta solemne reunión que congregó a cientos de personas en la Abadía de Westminster, donde se casó con el príncipe en noviembre de 1947.
La soberana estaba de pie cuando derramó algunas lágrimas mientras los invitados entonaban "Guide Me O Thou Great Redeemer", escrito por el himnista William Williams Pantycelyn, en el siglo XVII.
Se llevó a cabo en Westminster, un servicio religioso para conmemorar al fallecido Príncipe Felipe.
Asistentes de las diferentes Casas Reales de Europa, miembros de la Mancomunidad y la Familia Real Británica cantaron 'God save the Queen' al final.#Uk #QueenElizabeth pic.twitter.com/jmBXUpmG0p— Richard Limón (@RichardLimn3) March 29, 2022
La soberana, madre de Carlos de Gales, del conde Eduardo, de la princesa Ana y del príncipe Andrés, se puso de pie para orar apoyada en un bastón por sus problemas de movilidad.
La misa duró aproximadamente 40 minutos y ella estuvo sentada, solita, en una de las sillas de Canadá con cojín adicional.