Bienestar

Según la Organización Mundial de la Salud, el acoso laboral o mobbing es un comportamiento agresivo y amenazador, de hostigamiento, ejercido por uno o más miembros de un grupo (el acosador) hacia un individuo (el objetivo o la víctima) en el lugar de trabajo.

Existen múltiples formas de acoso laboral: burlas, difusión de rumores falsos, amenazas, exclusión, desprecios, asignación de tareas humillantes, absurdas, demasiado exigentes para su capacidad o en tiempos incumplibles, obligar a la víctima a no hacer nada, intentar aislara del resto de compañeros, etc.

El mobbing, que viene de la palabra inglesa mob que significa avasallar, es un fenómeno que se da en el lugar de trabajo y en el que un individuo o varios ejercen violencia psicológica de manera sistemática y repetida sobre otro individuo o individuos, durante un periodo de tiempo prolongado.

La victima de acoso laboral es tomada como un chivo expiatorio pues trabaja en una organización psicológicamente enferma o tóxica que necesita víctimas para poder funcionar. Los acosadores pueden ser compañeros de trabajo o superiores.

Además, en muchas ocasiones se trata de confundir a la víctima para que crea que ella es la culpable de todo lo que ocurre, llegándose a cuestionar el sano juicio de quien lo sufre. Este fenómeno, es conocido como Gaslighting, que es muy frecuente en los casos de maltrato de pareja pero también se da en el acoso laboral. Uno de sus efectos es que la víctima queda paralizada y anclada en las dudas, lo cual hace que se pueda proseguir con las injusticias.

Gaslighting es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.

Los ataques sufridos en el puesto de trabajo pueden producir en la víctima ansiedad, depresión, desmotivación laboral, perturbación del ejercicio de sus labores y, en la mayoría de los casos, un daño en la reputación. Cuanto más persiste esta situación, peor es el malestar que se genera.

El acosador laboral es una persona propensa a decir mentiras y a modificar la verdad para acusar a la víctima de todos los males. Puede ser un psicópata o narcisista o tener una personalidad irritable y agresiva, bajo autocontrol de sus impulsos, ausencia de empatía.

No observamos un perfil tan claro como en el acosador, pero se observa que muchas de las víctimas tienen baja autoestima, pueden ser ansiosas, dependientes afectivas y económicamente.

Es importante no confundir un mal ambiente laboral (donde todos sufren) con el acoso, donde solo sufre solo la víctima, o sea hay un proceso de victimización.

El mobbing se puede clasificar según la posición jerárquica o según el objetivo.

Acoso laboral según la posición jerárquica
* Mobbing horizontal que se caracteriza porque el acosador y la víctima se encuentran en el mismo rango jerárquico. Es decir, que suele darse entre compañeros de trabajo.

* Mobbing vertical, el acosador se encuentra en un nivel jerárquico superior a la víctima.

Acoso laboral según el objetivo
En función de los objetivos que el hostigador pretenda conseguir con el mobbing, este puede clasificarse de la siguiente manera:

* Mobbing estratégico. Es un tipo de acoso “institucional”. Se caracteriza porque forma parte de la estrategia de la empresa y el objetivo suele ser que el acosado rescinda su contrato de forma voluntaria. De esta manera, la empresa no tiene que pagarle la indemnización que le correspondería por despido.

* Mobbing perverso. Hace referencia a un tipo de mobbing que no tiene un objetivo laboral, sino que las causas se encuentran en la personalidad manipulativa y hostigadora del acosador. Es muy perjudicial porque las causas que producen el acoso no pueden solucionarse implantando otras dinámicas de trabajo mientras la persona que acosa siga en la organización.

Este tipo de acosador suele llevar a cabo el mobbing frente a la víctima, sin testigos. Es muy seductor y rápidamente consigue la confianza de los demás.

Los especialistas proponen denunciar lo que sucede en el ámbito laboral y a nivel personal no reaccionar a las provocaciones, al tiempo que es beneficioso relatar lo que le sucede a otras personas cercanas. Lo importante es pedir ayuda y sentir que tu no mereces ese maltrato en tu trabajo.

El acosado necesita la ayuda de un psicólogo que entienda por el sufrimiento que está pasando, mostrarle que hay salida a esta situación. El acosado no es culpable de lo que le sucede, es victima y como tal necesita una terapia para enfrentar su situación personal en el ámbito laboral.

conocé a nuestra columnista

Fanny Berger

Es psicoterapeuta gestáltica. Se dedica niños, adolescentes y adultos, y trabaja en el apoyo de padres. Implementó “terapia de alcance breve”, que en cinco sesiones trata temas concretos. Es conferencista y escribió varios libros.

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