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Horóscopo chino 2023: ¿cuál es el consejo de Ludovica Squirru para el Año del Conejo?

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Ludovica Squirru
Triay, Emilia

ASTROLOGÍA CHINA

En el horóscopo chino, el 2023 será el año del conejo. La astróloga advierte que este animal cuidará lo cercano, doméstico y familiar; ayudará a repensar la vida y pronostica un año venturoso.

El domingo 22 de enero comenzará el año del conejo de agua. Ludovica Squirru, tal como ya es tradición, publicó un nuevo libro de predicciones.

El conejo busca la armonía, el equilibrio; es un signo de hipersensibilidad, todo le afecta más que a otros. Para los chinos, este es uno de los signos más afortunados: tiene y trae suerte.

Sobre qué esperar de este animal y cómo prepararse para recibirlo, la autora conversó con Eme.

— ¿Qué depara el año del conejo de agua?
— Cada año nuevo chino trae un poco de energía del signo al cual representa. El año del conejo empezará el 22 de enero del 2023, aún estamos en la parte final del año del Tigre. Ambos son elementos de agua y ésta lo que produce es una cantidad de situaciones imprevisibles que no tienen que ver solamente con el cambio climático y las inundaciones, sino con problemas de riñón o salud mental. Se acentuarán más las complicaciones que ya tenemos.

En el año que comienza, todo se procreará como los conejos, lo bueno y lo malo. Bajo su reinado, fluirán ideas nuevas, habrá un renacimiento del arte, cobrará notoriedad un mensajero, se destacará alguien que hará una buena mezcla de humanismo y arte y que podrá movilizar mucho a la gente.

Será un año bisagra. Se cerrará el ciclo del Tigre que fue violento, caótico, anárquico, triste. El conejo tratará de armonizar, de hacer diplomacia, de ver si esta nueva geopolítica puede imponerse con más conciencia y calidad humana, para este animal no siempre es el sálvese quien pueda. Además habrá personas con muchas ganas de empezar proyectos nuevos para la sobrevivencia, ya sea con comunidades de permacultura o de huertas orgánicas.

El conejo no aspirará a grandes logros o a cambiar el mundo, tal como lo hizo el tigre, sino que cuidará más de lo doméstico, lo cercano, la familia. Con ese aporte estará cambiando y modificando mucho y para bien. Creo que el conejo nos ayudará mucho a repensar, resetear y reformular la vida. Puede esperarse un año más venturoso.

— Uruguay, por el año de su fundación, es gallo de tierra: ¿qué podemos esperar qué suceda?
— Habrá cambios de todo tipo. Por un lado más inmigración que aporte más tecnología y proyectos agropecuarios, pero por el otro más problemas sociales y manifestaciones. Será tiempo de mucho turismo, mucha expansión. El conejo es diplomático así que también habrá muchas cosas lindas en esa materia.

Será un año de desafíos para Uruguay porque también tendrá que adaptarse, como todos en esta región, al cambio climático. La niña traerá situaciones en la cercanía de las costas, como los ciclones.

—En esta edición de su libro hace un repaso de su infancia, ¿qué lo motivó?
—En este trabajo hablo mucho de Alicia en el País de las Maravillas porque a los 10 años lo leí y me cambió la vida, me identifique con la protagonista.

Ahí empecé a ver quién era yo, a enfrentar el desafío de no seguir mandatos, de no depender de ningún hombre que me mantenga. Ese título me inspiró este año a escribir sobre mi infancia. Repasé en el prólogo toda mi niñez para rescatar la tragedia de estas tres generaciones de niños que nacen sin eso: sin la alegría de criarse más libremente y salvajes, sin la globalización de las computadoras y las pantallas. Los niños están perdiendo la conexión afectiva que los padres tampoco les pueden dar por una cuestión de tiempo.

Tengo 66 años y no puedo pretender que los chicos de ahora tengan la infancia que tuve yo, hay que aceptar los cambios. De todos modos siento que falta inspirarse con la vida.

— Por segundo año editó una agenda, ¿qué se encuentra en ella el lector?
—Hacía 20 años que me proponían hacer agendas y lo concretamos. Como la primera, esta edición quedó espectacular. El artista, Juan Miranda, es un genio. Cada uno puede participar con la agenda escribiendo qué quiere hacer cada mes, trazándose metas, sueños, utopías. Cada día incluye tips y hay datos preventivos. La astrología china no es sentarse a ver qué me pasará, sino pensar en cómo me preparo para esta semana, para este mes.

— ¿Cómo prepararse para recibir el nuevo año?
—Tenemos tiempo hasta enero para prepararnos, para cerrar un ciclo y empezar otro. La gente se llena de cosas, de información, pero los chinos dicen que para empezar bien un año tenés que vaciarte. Es como sacar el spam, lo que no sirve, lo tóxico, lo que de golpe sentís que cuesta. Hay que tirar, regalar, limpiar.

Si hay espejos rotos en la casa hay que sacarlos, si tenés mala energía hacé limpieza general, hay que retirar todos los espíritus que te quedaron pegados. Poner la casa en orden, no tener deudas, no estar peleado con nadie.

Este año del conejo de agua lo recibiré y festejaré en el Argentino Hotel de Piriápolis, mi lugar en el mundo desde hace 40 años y este año quiero estar ahí. En otras oportunidades estuve en China celebrando un año nuevo;esa es una cultura completamente diferente: todos los chinos que están por el mundo vuelven a su país, se juntan con la familia. Rinden homenajes a los antepasados, les preparan altares a los muertos, elaboran comidas, se regalan souvenirs, usan los colores rojo y dorado. Ponen toda su fe en el año nuevo, más allá del signo.

Cada uno debe enfocarse en forjar su destino. A veces se cree que viene todo de afuera, que los astros, que la mala suerte... ¡No! Uno lo genera. Todo lo que creés, lo creás, tu pensamiento es más poderoso que nada y si querés tener un año de mayor creatividad, libertad, sin tantas obligaciones para disfrutar más de tu familia, tenés que prepararte para eso. El conejo nos enseñará mucho de lo humano, aprenderemos mucho más del día a día que con computadores y matemáticas.

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