Quisiera poner un banco y no una industria

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Américo Deambrosi

Presidente de Deambrosi Alimentos

A los 19 años comenzó a trabajar en la textil Sudamtex pero dos años más tarde ya estaba dedicado de lleno al negocio de la familia ayudando a su padre. A sus 72 años, dirige una empresa que factura unos US$ 15 millones al año y por ahora no quiere saber nada con la idea de retirarse. "No me veo dándole comida a las palomas", dice. Sin pelos en la lengua, despotrica contra la "protección" que el Estado da a los bancos y reclama a Mujica que escuche más a los empresarios. Es casado, tiene cuatro hijos y otros tantos nietos.

POR sebastián panzl

spanzl@elpais.com.uy

¿Cómo nació Barraca Deambrosi?

Mi abuelo vino desde el norte de Italia y en 1870 fundó una barraca dedicada a la importación de sal y carbón. Después la empresa fue evolucionando y pasó a dedicarse sólo a la sal porque el carbón ya se había dejado de consumir sustituido por el petróleo. En un principio, el negocio era para abastecer a los cueros que se exportaban salados; había algo de consumo pero hasta el día de hoy la industria es la gran demandante de sal y del total que se manipula sólo 5% va para el consumo directo. El método de conservación para alimentos en aquella época era la sal y la carne se mantenía salada para que no se pudriera, al igual que el pescado. La sal tiene una gran influencia en la historia económica de la humanidad y la riqueza de Europa central se debe a las minas de sal. Era lo que permitía en invierno tener alimentos.

¿Cuánta sal consumen los uruguayos hoy?

El consumo ha bajado. Se ve que la campaña de los médicos ha dado resultado porque realmente eso se ha notado. Hasta hace unos 15 años se consumían 7 millones de kilos anuales, a razón de casi dos kilos por habitante. Hoy ha bajado a un kilo y poco per cápita, un nivel normal en el mundo.

¿Cómo evolucionó la empresa? Hoy produce alimentos de varios rubros...

Así es. Fuimos derivando hacia otros alimentos y hoy producimos pulpa de tomate y puré instantáneo marca Gorumet, tenemos de vieja data la línea de sales para ganado Cobalfosal, tenemos el aderezo Pura Vida, la sal Sek para el consumo directo y los vinos De Ley, aunque éstos no lo producimos sino que lo envasamos.

¿Qué posición de mercado tienen las marcas?

En pulpa de tomate somos líderes. Conaprole es nuestro gran competidor y nosotros tenemos 50% y el resto de los actores se reparten el resto. En puré tenemos una cantidad de competidores como Maggi, Knorr y Río de la Plata y nuestra marca Gourmet lidera con 30%, mientras que con la sal nuestra también es la número uno del mercado.

¿Cuánto facturó Deambrosi en 2009?

Entre US$ 10 y US$ 15 millones.

¿Por qué la empresa no se dedica a exportar?

Exportar es imposible porque los costos locales cada vez son más altos y, si bien hoy se podría exportar algo a Brasil, es sólo coyuntural. Montar todo un engranaje tiene un costo enorme y si mañana cambia la ventaja de tipo de cambio te quedaste con una inversión de un millón de dólares. Ya nos pasó y no queremos repetir la misma experiencia. En el auge anterior de Brasil allá por 1996 intentamos exportar las sales para ganado y los brasileños jugaron sucio y nos trancaron camiones. También fuimos con productos dirigidos al consumidor final con la salsa de tomates y el aderezo similar a la mayonesa pero es muy difícil entrar al mercado brasileño.

¿Cómo cree que se podría solucionar?

Son problemas macro, que lo solucionen los economistas. Acá se prevalece que ganen mucha plata los bancos. Yo quisiera poner un banco, no una industria porque los bancos están protegidos por el Estado.

Sin embargo la banca privada alerta sobre pérdida de rentabilidad...

¿Y por qué no se van? Si pierden plata que cierren, pobres muchachos… Querrán ganar más pero todos queremos eso. Los intereses que se pagan por el dólar a nivel mundial son menos del 1% anual y, por ejemplo, si tenes US$ 1 millón te dejan US$ 10.000 por año de renta con suerte. Pero si pasas ese millón a pesos uruguayos, el Estado a través del Banco Central toma a los bancos todos esos pesos y paga el 6,25% anual. Con lo cual, un producto que vale uno se lo venden al Banco Central a seis. ¿Qué negocio deja el 500%?

¿Cómo observa el clima de negocios?

Ha mejorado. Antes había muchos quiebres de empresas y hoy las que tenían que quebrar ya quebraron y no existe esa inestabilidad que había hace 20 años. Creo que el desafío de la economía uruguaya es exportar lo más posible pero tendríamos que tener un tipo de cambio más lógico. Hubo una época en que se decía que Uruguay tenía que vivir de los servicios e importar todo; creo que fue un disparate. No tenemos ni que cerrarnos a producir todo acá ni pensar que no debemos producir nada. Hay que tener un cierto equilibrio. Creo también que sería bueno salir del Mercosur pero no podemos.

¿Por qué?

El Mercosur le sirve a Uruguay para todo lo que entra pero es muy difícil que salgan cosas. Nosotros exportamos al bloque materias primas o alimentos básicos pero Brasil nos manda computadoras y autos. A mi gustaría que Uruguay fuera como Chile, que logra aprovechar las ventajas del Mercosur pero tiene las manos libres para trabajar con cualquiera y de hecho tiene como 60 tratados firmados con todo el mundo.