Por Alejandra Pintos
Hoy es más fácil que nunca distraerse. Instagram, Twitter, TikTok, Youtube, WhatsApp; las aplicaciones pelean por el recurso más preciado que existe en la actualidad: nuestra atención.
El periodista y psicólogo estadounidenseDaniel Goleman lo tiene claro y por eso escribió Focus: desarrollar la atención para alcanzar la excelencia. En él sostiene que la práctica de la atención es como un músculo: si no lo utilizamos se debilita; si lo ejercitamos, se desarrolla y fortalece. Para eso, el autor ofrece diferentes estrategias.
Camila Ribas, experta en comunicación y marketing, descubrió este texto cuando emprendió por primera vez: después de trabajar en empresas como Vopero, Rapsodia y SiSi decidió fundar brandA, su propia consultora, lo que le implicó un nuevo desafío a nivel profesional.
«El libro me lo regalaron cuando comenzó el desafío de brandA. A partir de ese momento, de pronto me encontré cerca de cinco empresas que llegaban con diferentes necesidades a la consultora, antes de cumplir la primera semana. O me enfocaba o me enfocaba, no me quedaba otra opción», recordó Ribas.
En Focus, Goleman profundiza en la ciencia detrás de la capacidad de atención y discute la importancia de desarrollar los tres planos en los que uno debe hacer foco: el mundo externo, el interno y el de los demás.
Para Ribas, uno de los fragmentos más importantes del libro reza: «La atención es el ingrediente secreto para la creatividad, la innovación y el liderazgo efectivo. Cuando estamos atentos, somos capaces de percibir el mundo con mayor claridad, de conectarnos con nuestras emociones y de comprender mejor a los demás. Además, la atención nos ayuda a tomar decisiones más sabias, a aprender de manera más efectiva y a realizar nuestras tareas con mayor eficiencia».
En ese sentido, la fundadora de brandA concluye: «En una sociedad que valora tanto la eficiencia y la productividad, es probable sentir presión para cumplir las altas expectativas de rendimiento. Sin embargo, durante esta lectura, continuamente me encontraba reflexionando acerca de que la productividad no es el fin en sí mismo, sino un medio para lograr nuestros objetivos. En mi caso, me encuentro en la búsqueda de un equilibrio saludable».