Una delegación con una veintena inversores, liderada por Dave McClure, cofundador de la aceleradora 500 Startups, ocupa sus asientos en el bar del Hotel Montevideo. Son parte de 42 Geeks, un grupo que viaja en busca de oportunidades de negocios. «La mayoría viene del rubro de la tecnología y, a grandes rasgos, no son quienes llevan la operativa diaria en sus empresas: están empezando nuevos negocios o recientemente lo vendieron», dice McClure, su creador.
Los «geeks» están preparados para que el equipo del instituto Uruguay XXI le «pitchee» el país. Inés Bonicelli, la vicedirectora ejecutiva, les hablará del Plan Ceibal (con una participación de su director, Leandro Folgar), de los bajos índices de corrupción, de la estabilidad económica y la transparencia de los procesos para instalarse en Uruguay, entre otros temas. Ellos escucharán con atención.
Antes, los 42 Geeks había estado en Brasil y al día siguiente viajarían a Argentina, con una finalidad similar. «Cada vez se está mirando más a los mercados emergentes, no son tan pequeños como solían ser», explica el estadounidense.
A continuación, un resumen de la charla con El Empresario.
-¿Por qué cree que es importante visitar otras regiones para invertir?
-Desde hace más de 10 años invierto en Latinoamérica, lo he hecho en cientos de compañías. Apostamos a empresas de todo el mundo. Las regiones por fuera de EE.UU. y Europa tienen PBI menores, pero una población joven más numerosa. Eso ofrece muchas oportunidades a futuro.
-Es su primera visita a Uruguay. ¿Qué le atrajo del país?
-Encuentro similitudes interesantes con países como Singapur y Hong Kongen el Sudeste Asiático, y los Emiratos Árabes Unidos en Medio Oriente. Son países que no tienen una población numerosa, ocupan un rol de outsider en inversiones, transporte y logística pero se convirtieron en hubs por sus políticas progresistas. Uruguay está intentando aplicar programas similares. Por eso muchos emprendedores vienen de Argentina y Brasil.
-Se vive un momento de incertidumbre en el mundo del capital de riesgo y los inversores están siendo más conservadores. ¿Cuál es su visión sobre la coyuntura?
-Vemos un tremendo crecimiento en la innovación en todo del mundo. Hubo cierta retracción en el último año y medio en términos de valuaciones e inversiones pero es un revés temporal. Aún existen muchas personas que creen fuertemente en distintas áreas: hay innovación en inteligencia artificial (IA), greentech y cleantech, entonces no me preocupa demasiado. Es una cuestión de valuaciones de mercado. Hay una tasa de interés mucho más alta que hace dos años y eso afecta la cotización, el mercado aún se está ajustando a eso.
-¿Qué vínculo mantiene con las empresas donde invierte?
-Con la mayoría intento tener al menos una reunión por cuatrimestre. Antes, cuando invertía en etapas más tempranas, me involucraba durante períodos más cortos y trabajaban con nosotros en modalidad de aceleradora. Las preparábamos para levantar capital. Sabemos que esas compañías no tienen altas tasas de éxito, hay mucha volatilidad en etapas tempranas. Cerca de 30% de nuestras inversiones tienen un resultado positivo, un 10% tienen grandes retornos, de 10 o 20 veces la inversión inicial, y un 3% llegan a una OPI (oferta pública inicial). Muchas cosas no llegan a funcionar, tenés que ajustar tus expectativas. La estrategia es tener un portafolio amplio e inversiones diversificadas.
-Se habla mucho de IA. ¿Qué potencial le ve? ¿Hay alguna otra industria que llame su atención?
-En Latinoamérica agronegocios y foodtech son interesantes, además de la innovación en el cuidado de la salud. Necesitamos técnicas de cultivo más avanzadas, porque el cambio climático va a tener un gran impacto. También el desacoplamiento entre China y EE.UU. ha creado oportunidades en la cadena de suministros. Negocios que antes sucedían en China ahora migran a lugares como Vietnam, México y Latinoamérica. Usualmente el cambio resulta en oportunidades para quienes saben responder.
Veremos cómo la IA se aplica a diferentes campos, todos esperan que tenga un gran impacto pero en cierta forma es una continuación de lo que hemos visto hasta ahora con la tecnología, que ayuda a bajar los costos y el tiempo que implica crear una empresa. Eso siempre despierta interés e innovación.
Empezamos a ver más interés alrededor de fuentes de energía alternativas, también en genética y biotecnología.