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Todo comenzó con una pregunta: «¿Qué es lo más importante para ti en la pizza?». Meses después, Requeso —una pizzería online donde las variedades del clásico plato llevan medio kilo de queso— encontró una «comunidad de fanáticos» y ya prepara su expansión a través de franquicias para este año.

Daniel Vergara es venezolano y ha desempeñado su carrera en el área del marketing —tanto en su país, como en Argentina y ahora en Uruguay—, en industrias como la bancaria y los cines. De hecho, es gerente de marketing digital de la cadena Life Cinemas.

Sin embargo, la pandemia lo motivó a emprender junto a su familia un negocio que combina su gusto por la gastronomía, el marketing y que ofrece oportunidades de crecimiento. «Vimos que acá la pizzería es tremendamente importante, es un mercado grandísimo y a la vez muy competido», dijo Vergara.

Para «no ser una (pizzería) más», desarrolló una pequeña investigación: analizó la oferta presente en el mercado y luego lanzó una encuesta en Linkedin preguntando qué es lo más importante en una pizza. El nivel de respuestas fue abrumador; le contestaron 150.000 personas de distintos países de la región.

El queso quedó en el segundo lugar de las preferencias, por detrás de la masa. Pero Vergara decidió profundizar y enfocar su análisis utilizando las redes sociales y un sitio web para saber la opinión de los amantes de la pizza en Montevideo. Así fue como detectó que había una «insatisfacción por la cantidad de queso» en la pizza, y que las marcas de la categoría primaban en la mente del público por tradición, no tanto «por una característica particular» del producto, explicó Vergara.

La idea entonces fue desarrollar un concepto de pizza «con un atributo muy fuerte», que sirviera para generar un diferencial y fijar la marca en la cabeza del consumidor. De hecho, las comunicaciones de Requeso en redes sociales y sus mensajes de confirmación del pedido al cliente versan en tono lúdico sobre el derivado lácteo.

«Descubrimos que hay una comunidad de fanáticos del queso», destacó Vergara.

Requeso se lanzó al mercado en noviembre con un modelo de negocio 100% online. «Somos un e-commerce de pizza», la definió su creador; la venta se realiza a través de una plataforma en Internet y la empresa hace el delivery con su cadete (también tienen presencia en Rappi). El pago se puede realizar vía online o con efectivo o tarjeta contra entrega.

En estos meses Requeso captó una base de fieles clientes; un 20% de ellos compra pizza semanalmente o cada 15 días. El tíquet promedio es de $ 600 (los precios de las pizzas comienzan en los $ 430).

La respuesta que logró el emprendimiento y su potencial de mercado llevaron a Vergara —junto al Estudio Svet— a pensar en la expansión de Requeso mediante franquicias. El plan para este año es abrir tres locales.

Ahora la empresa está preparando sus procesos internos para dar ese salto originalmente inesperado. «Nosotros esperábamos una pizzería que vendiera bien, que fuera simpática y algo lindo», admitió Vergara; sin embargo, el emprendimiento apunta a convertirse en una «empresa con volumen».

Todas las pizzas de Requeso son de 30 centímetros de diámetro. La «7 quesos» es la estrella; contiene muzzarella (como todas las elaboraciones de la pizzería), gruyere, brie, roquefort, gouda, Colonia y Parmesano. El menú se completa con las opciones Muzzarella, Gouda, Cheddar, Parmesano, Gruyere, Libre (sabores a elección) y Blanco (con queso crema).

El plan de la empresa es ampliar el menú, con una pizza de 42 cm —y 1 kilo de queso— así como con complementos unidos por el queso: fainá, tequeños, cheesecake y Martín Fierro. Además, están avanzando en alianzas con distintas marcas de quesos para desarrollar nuevas pizzas.

«Todo lo que sale tiene que llevar queso», recalcó Vergara. Su énfasis en ese punto es tal que los refrescos van acompañados con una bolsita con queso. La pizza se entrega a domicilio —en cajas que contienen bandejas de aluminio que permiten conservar el calor— con dos dips (cheddar y parmesano rallado).

Para Vergara, «hay tantos quesos que casi no hay límites» para nuevos productos.