Luego de dos años de trabajo, la cadena de comida rápida especializada en pollo frito, KFC, desembarcó en Uruguay con una estrategia a cinco años que contempla la apertura de 25 locales, la contratación de 1.200 colaboradores y una inversión superior a los US$ 12 millones.
Es un plan «sostenido pero ambicioso», definió este lunes Rafael Cardoso, gerente de Finanzas de KFC Uruguay, durante el evento de preinauguración del primer local de la marca estadounidense en el país, ubicado en la plaza de comidas de Punta Carretas Shopping. El espacio abrió al público el martes 15.
La cadena, fundada en 1952, prevé cerrar el año con tres puntos de venta (en el mundo tiene más de 32.000). Luego de Punta Carretas, el siguiente en abrir será el de Nuevocentro (en un mes aproximadamente), mientras que el tercero funcionará en un local a la calle en la zona de Bulevar Artigas, donde se encuentran varios centros médicos, según informó la firma.
Además, como parte de su estrategia, la marca se instalará en Maldonado y Canelones.
Montar una sucursal de KFC implica una inversión de unos US$ 600.000, detalló Cardoso durante el evento.
Diferencial
La propuesta gastronómica de KFC en Uruguay se presenta como «distinta e innovadora» y tiene en la receta de pollo frito original del Coronel Sanders -el fundador de la compañía- su principal diferencial. Esta preparación -un polvo para marinado que combina 11 hierbas y especias secretas-, así como la receta del pollo crispy, se elabora en EE.UU. y se importa a Uruguay, detalló Ignacio Bordón, gerente general de la cadena, durante una recorrida con medios por las instalaciones del local en Punta Carretas Shopping.
Entre el equipamiento sobresalen cuatro freidoras -con capacidad acumulada para freír 32 pollos en simultáneo- que automáticamente renuevan el aceite luego de cada tanda.
Otro punto destacado de la marca es que todos sus productos están elaborados con «100% pollo fresco», ya sea pechuga o alitas, resaltó Fernanda Pieruzzini, gerenta de marketing de la empresa.
La carta fue «especialmente pensada para Uruguay» y se basa en tendencias como la conveniencia, la portabilidad y la facilidad de consumo, agregó Pieruzzini. Así, el menú ofrece opciones variadas -sin hueso- como buckets, sándwiches, alitas, strips y nuggets. En tanto, los acompañamientos incluyen papas fritas, puré y otras alternativas adaptadas a distintos momentos y perfiles de consumo.
La gerenta de marketing enfatizó que KFC llega con una propuesta gastronómica sustentada en «la tradición, la autenticidad y el sabor».
Con estos atributos, la marca busca ofrecer un menú y una experiencia «transversal» que abarque a todo el público, aunque la ejecutiva concedió que la nueva generación de consumidores es clave para la compañía.
«Sabemos que el consumidor uruguayo está esperando la marca», señaló Pieruzzini. En ese sentido, comentó que la empresa hizo un estudio de mercado previo a su llegada, el cual reveló que el 75% de los consultados dijo conocer la marca y querer probarla.
Impacto local
El desembarco de KFC tiene un impacto no solo en los consumidores y en la oferta gastronómica uruguaya, sino también en la generación de empleo.
Bordón subrayó que en el primer local trabajan 67 personas, una cifra que aumentará a 1.200 en función del plan de aperturas proyectadas para el quinquenio.
Parte del equipo de KFC Uruguay entrenó en las instalaciones de la marca en Argentina durante tres meses para preparar la apertura en el mercado local, añadió.
Otro aspecto clave es que más del 80% de los proveedores son uruguayos. Esas empresas «hicieron un trabajo enorme porque los estándares de la marca son muy altos», indicó Bordón.
Una de las firmas nacionales con las que trabaja la cadena es la avícola Granja Tres Arroyos, que provee todo el pollo a KFC. La cadena estima que mensualmente procesará unos 7.000 kilos de pollo nacional por local.
Pieruzzini también señaló que la empresa trabajará con el Banco de Alimentos de Uruguay para distribuir a instituciones sociales aquellos productos aptos para consumir que no lleguen a comercializarse al público.
Si bien Uruguay es el último país en América en recibir la marca, Cardoso subrayó que «KFC llegó para quedarse».