Un grupo inversor uruguayo vinculado al sector hotelero tradicional decidió incursionar en el segmento de la alta rotatividad, para lo que dispuso una inversión de U$S 2 millones. Compró un terreno generoso y edificó 3.000 metros cuadrados equipados como para que los uruguayos den rienda suelta a sus fantasías. La intención de los inversores es, a través de una propuesta "diferente", trabajar con el público que habitualmente concurre a este tipo de hoteles y abrir las puertas a nuevos huéspedes, como parejas estables, para que puedan disfrutar de un rato de placer lejos del entorno hogareño.
Por estos días, Patricia Herszlikowicz, gerenta del hotel, ajusta los últimos detalles con el personal para la apertura, que se oficializará en el transcurso de agosto. La ejecutiva se jacta del cuidado de la privacidad de los huéspedes, ya que en ningún momento tienen contacto visual con el personal del hotel. "En precio estamos por debajo de lo que cobran hoteles con servicios similares", destaca la gerenta, al tiempo que añade el servicio gastronómico a la habitación, que incluye una variada carta y servicio las 24 horas.
A PUNTO. El hotel arrancará con una plantilla de 30 personas a la que se irán sumando otros a medida que el lugar se promocione. Se encuentra en plena preparación una campaña de marketing a la que auguran gran impacto. En el mediano plazo, la empresa se plantea como meta llegar a una ocupación promedio de 100 habitaciones diarias.
Con la apertura de El Séptimo Cielo llegará a 22 la lista de hoteles de alta rotatividad, la mayoría nucleados en la Cámara respectiva. Ante la constatación en el sector de una merma de usuarios, fundamentalmente por una cuestión económica, Herszlikowicz comentó que el nuevo hotel se propone abrir con precios "un poco más bajos" que la competencia.
Ubicado en la calle Robinson a pocos metros de Centenario, el Séptimo Cielo tiene 38 habitaciones, siete de las cuales integran la categoría más alta o de "lujo" y hacen honor a su categorización, ya que cuentan con amplio yacuzzi, doble ducha, están equipadas con televisores, TV cable, frigobar y ambientados de acuerdo a lo que su nombre sugiere. Desde una suite con barras de streap tease hasta una auténtica cárcel, con hamacas de cuero y cadenas, y celda de barrotes. Desde un palacio griego hasta la habitación de una Geisha. Desde una suite ambientada en la Luna hasta una en la que se respira el clima de una sensual noche en Egipto. Con esta apuesta temática y a un precio máximo de $ 480 la hora, el hotel se lanzará a conquistar clientes.
El mobiliario es de primer nivel, al igual que los servicios que se ofrecen en cada habitación. Los baños, por ejemplo, cuentan con pileta y duchero doble, como para que todo se disfrute en pareja.
"Apostamos a tener un excelente servicio y que quienes vengan se vayan muy conformes", dijo Herszlikowicz y confirmó que si bien para este tipo de servicios hay una zafra notoria entre semana, los sábados y domingo de noche "se trabaja muy bien".
También confirmó aquello de que la jornada de "lleno total" es el 4 de setiembre, día de la secretaria.