Innato: el restaurante con productos autóctonos es la nueva apuesta de Sofía Muñoz

De los insumos para la cocina o los tragos a la puesta en escena: todo en el bar es "made in Uruguay".

Innato
Plato de Innato.
@germandiazph

El producto nacional está de parabienes en Innato y el bar y restaurante lo aprovecha al máximo. La filosofía del lugar es hacer que lo hecho acá exhiba todo su esplendor. De los insumos para la cocina o los tragos a la puesta en escena: todo es made in Uruguay.

El local que se instaló en la rambla Presidente Wilson (casi Sarmiento) cautiva a sus visitantes desde el vamos. Una barra se impone en el lugar y desde allí se puede disfrutar una verdadera postal capitalina. Los tragos son uno de los fuertes de la casa que dirige Sofía Muñoz. Y cumplen la consigna de homenajear a lo local: Yaguareté, por ejemplo, se inspira en los sabores del Martín Fierro o Casildo, que combina las cepas de uvas características de Uruguay. «Cada uno se sirve y tiene una cristalería especial», acota la cocinera, pastelera y empresaria.

Más allá de las bebidas, Innato apostó fuerte a su menú. Y en su carta, Muñoz no escatimó ni preparaciones, ideas nuevas ni algunas sorpresas.

Los bocados son ideales para compartir y para destacar los sabores de las preparaciones uruguayas, que unen tradición y nuevas versiones para deleitar a los paladares más exigentes.

Las mollejas crocantes sobre humita y criolla de zucchini son un sí rotundo y vale la pena probarlas. No faltan delicias como buñuelos de lechuga, carrillera, matambre a la leche, empanadas, croquetas o las clásicas milanesas. Todo se sirve en vajilla hecha especialmente para la casa.

Barra de Innato. Foto: Germán Díaz.
Barra de Innato. Foto: Germán Díaz.
@germandiazph

Pizzas margaritas, pizza con mortadela y pesto de pistachos, pizza gaucha y fainá son opciones que provee el horno de la casa.

A la hora de los postres, Muñoz no decepciona jamás. Una de las características más reconocidas de la pastelera son sus creaciones dulces y acá hay algunas delicias a la vista.

«Una de las estrellas de la carta son los sorrentinos de chocolate rellenos de dulce de leche», recomendó Muñoz. Otros imperdibles son su versión del Martín Fierro y el arroz con leche, un clásico si los hay, que reivindica un postre clásico como se debe.

El bar-restaurante está en rambla Wilson, esquina Sarmiento. (Parque Rodó). Abre jueves, viernes y sábado a partir de la hora 20.30.

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