El 3 de marzo el cantante estadounidense Marc Anthony se presentará en Montevideo. Locación, permisos, bebidas, distribuidor de entradas, equipos de audio, promoción, sponsors. Los detalles a los que la producción debe prestarle atención son varios y uno no menor son los baños químicos: 100 unidades ya están alquiladas para ese recital.
Cinco empresas se disputan en Montevideo este negocio, que se viene expandiendo año a año en la última década dada la creciente demanda. Existen entre 2.000 y 2.500 unidades en plaza y se prevé que lleguen unas 500 más este año. Los precios del alquiler son variados, puede ser de unos $ 500 hasta más $ 2.000 por día la unidad; es que depende de la cantidad solicitada, el período de alquiler, la calidad de las unidades y la frecuencia de desagote.
Si bien el verano es época fuerte de espectáculos públicos (y un poco antes las maratones también demandan el servicio fuertemente), el principal cliente de estos artefactos es la industria de la construcción: sugieren que haya un baño cada diez obreros.
Adrián Ríos, director de ARG (que con más de diez años es una de las empresas más antiguas del rubro), aseguró que incluso en los primeros días de enero las obras mantienen el alquiler para no correr el riesgo de que no haya disponibles al regresar.
Marcelo Di Russo aseguró que la firma de origen argentino que gerencia, Basani Uruguay, se decidió a desembarcar en el mercado local hace un año y medio debido, justamente, al "boom" de la construcción.
Otro factor que explica el crecimiento de la demanda es que "hoy por hoy los paseos públicos tienen baños químicos, ya forman parte del paisaje público", continuó la explicación el ejecutivo. "Acá durante mucho tiempo la gente entraba a un bar, ahora ya también por un tema de seguridad los locales dejan entrar sólo al cliente", agregó.
Niveles de calidad
La fabricación local de estos productos es limitada, ya que la carencia de petróleo en el país hace difícil el acceso a la materia prima. Por ejemplo, ARG tuvo una época de fabricante pero debió dejar de hacerlo; hoy importa el 100% de los equipos desde EE.UU.
Entre US$ 2.000 y US$ 3.000 le cuesta a las firmas la importación de cada baño; ese valor tiene que ver con la calidad del producto. El básico se utiliza para obras o terminales de ómnibus -en ARG cuesta mensualmente $2.250 más impuestos la unidad-. El segundo es un modelo algo más equipado y suele utilizarse para eventos; lleva instalación eléctrica, dispensador de jabón y de toallas de papel.
Finalmente está el VIP, que tiene dispensador de jabón líquido de acero inoxidable, papelera y alfombra, entre otros detalles; se suele utilizar para eventos exclusivos de no más de 30 personas en Carrasco o Punta del Este y se contratan junto al personal de limpieza.
Estas compañías cuentan con un movimiento logístico importante, para la importación de las unidades, su almacenamiento, traslado, instalación y preparación.