Las marcas truchas están por todos lados, aunque muchas veces usted no se dé cuenta. Ya no son exclusivas de la ferias o de comercios informales; se han incautado camisas Polo Ralph Lauren falsas en free shop, se han realizado procedimientos en locales de más de un shopping center, y se han retirado productos imitados de las principales cadenas de supermercados. Tampoco se trata únicamente de artículos ilegítimos que llegan desde países asiáticos a precios irrisorios, sino que ahora existen fábricas locales que se apropian de grifas de otros. Todo indica que en Uruguay el negocio de la falsificación de marcas crece, genera millones y ha provocado que algunas compañías internacionales de primer nivel desistan de tener representantes directos en el país, y que exista una observación de Estados Unidos por el caso de videojuegos Nintendo apócrifos, que luego de cuatro años en la Justicia está llegando a su fin (ver nota aparte).
En este momento un juzgado capitalino analiza un caso por el cual la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) incautó más de un millar de championes Puma falsos fabricados en una planta local; hace pocos días se incautaron en distintos comercios y se retiraron de supermercados un total de 6.500 bolsas de agua caliente marca Coronation falsificadas (ver nota aparte) y en Punta del Este está abierta una causa por dos locales ubicados en Gorlero que vendían de todo con la marca Lacoste, pero nada era legítimo. Esos son sólo algunos ejemplos recientes, pero pasan muchas cosas más. Tanto que en 2003 una publicación estimó que por Uruguay pasaba anualmente mercadería falsificada por US$ 36 millones.
Hoy la doctora Virginia Cervieri, del estudio especializado Cikato Abogados-Propiedad Industrial, afirma —y dice que lo hace sin temor a equivocarse— que esa cifra se triplicó. Lo asegura en base al incremento de las incautaciones, que hoy se realizan en un promedio de una o incluso dos por semana. O sea que esa tesis indica que existen maniobras que suman más de US$ 100 millones cada año.
"El tema de la falsificación en Uruguay es más importante de lo que la gente cree" porque "mueve mucho más dinero que la droga y es mucho más impune", afirmó la abogada experta en falsificación marcaria a El Empresario. Cikato representa legalmente en el país a las firmas internacionales Adidas, Bosch, Nike, Polo Ralph Lauren, Lacoste, Nintendo, Philip Morris, Luis Vuitton, Gillette, Coronation, Oakley y Tag Heuer.
En representación de esas marcas, Cervieri concurre a seminarios en distintas partes del mundo para actualizarse en la técnica de identificación de productos falsos y por lo que allí le comentan se anima a decir que "en este momento Uruguay está siendo visto como Paraguay, lamentablemente. Es que ahora en Paraguay —que tradicionalmente era visto como débil en sus controles— funciona lo que se denominan medidas de frontera, que permiten incautar mercadería falsa en la Aduana. Este sistema no se aplica en Uruguay porque si bien está previsto en un tratado internacional que el país suscribió, aún no figura en la ley nacional de marcas.
Como Argentina y Brasil también están ejerciendo muchísimo control sobre sus puertos, cuando la mercadería no es legítima intenta evitar las trabas pasando por el Puerto de Montevideo, que además es uno de los más baratos de la región en lo que se llama mercadería en tránsito, explicó Cervieri. Los controles por ahora no llegan porque es fuerte la posición de quienes afirman que como las cargas en tránsito no entran al mercado local no hay por qué revisarlas o incautarlas en el caso que lo amerite.
La relevancia de la falsificación marcaria en Uruguay llevó a que empresas como Nintendo, Polo Ralph Lauren y Adidas, que tenían representantes directos en el país decidieran retirarse y ahora operen en el mercado a través de distribuidores. "El uruguayo se está perdiendo de tener a la marca y un representante te da otro precio", señaló Cervieri. Además, agregó, ahora es difícil saber dónde se compra —por ejemplo— un producto Nintendo legítimo porque "el mercado está cubierto con productos que son falsos. Las tres marcas que se fueron integran la lista de las 100 empresas de más valor del mundo; Nintendo en el puesto 32, Adidas en el 67 y Polo en el 95.
Una ruta compleja. En Uruguay hoy se pueden encontrar falsificaciones de muchas cosas: ropa, medicamentos, juegos, máquinas de afeitar, perfumes, etc. Cuando existe un representante legal de la marca, éste se entera cuando va a ofrecer sus productos y los comercios le plantean que ya tienen acceso a esa mercadería y a un precio más económico. Esa modalidad se constata en cerca del 50% de los casos y la otra mitad casi entera sale a la luz cuando a los titulares de las marcas les llega documentación que informa sobre mercadería con su grifa que pasó por Uruguay, señaló Cervieri. Agregó que en la Aduana, en los containers, se incauta sólo un 2%.
Hay falsificaciones que son muy fáciles de descubrir, especialmente lo que se vende en el mercado informal, ya que su sola apariencia delata a los productos. Además un consumidor sabe que no es real que pueda comprar un zapato Nike auténtico por $ 200 en la feria. La forma inequívoca de comprar un producto de marca legítimo es consultar al representante o al distribuidor, o comprar en tiendas manejadas por la firma.
La procedencia de los productos de marca truchos ha variado. Antes procedían casi exclusivamente de los mercados asiáticos, se depositaban en las zonas francas y después ingresaban al país o se distribuían en la región. En un fenómeno pos crisis, ahora se encuentran fábricas uruguayas que producen mercadería falsa. "Se empezó a dar porque hay mano de obra barata y gran margen de ganancia", señaló Cervieri. Los productos que se hacen acá suelen ser de muy buena calidad pero sin la marca valen cientos de pesos y al robarle el logo a grifas internacionalmente conocidas se cotizan incluso en dólares.
Las incautaciones de los productos se realizan en fábricas, en comercios formales e informales, en ferias, en zonas francas y depósitos francos y en los containers que llegan al puerto. En la DNII ya está definido que no se atacará más a las ferias porque no es la estrategia más eficiente, ya que desde el punto de vista policial un allanamiento o una incautación de mayores dimensiones es mejor que ir a una feria vecinal. Además las acciones contra los vendedores pequeños se cruzan con realidades sociales que poco tienen que ver con la de quien introduce o fabrica la mercadería falsa. También están en la mira los negocios formales.
En locales de los shopping se han dado diversas incautaciones pero la administración del centro comercial muchas veces ni se entera hasta que se concreta el procedimiento. Nos preocupa el tema y cuando hay una denuncia nosotros encaminamos la denuncia al fabricante o importador, dijo el gerente general de Montevideo Shopping, Martín Valdés, a El Empresario.
16.000 bolsas de agua caliente truchas
La falsificación de marcas ya no se limita a las grifas más taquilleras. Hasta hace pocos días había 16.000 bolsas de agua caliente marca Coronation falsas en el mercado. Algunas llegaron a los consumidores, 4.500 fueron incautadas por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, otras 2.000 fueron retiradas de las góndolas de algunas de las principales cadenas de supermercados y el resto...
La marca Coronation pertenece a la firma india Enkay, cuyo distribuidor aquí es Droguería Uruguay, que fue quien descubrió la falsificación del producto. La firma comenzó a importar en marzo y ya en abril le empezaron a rechazar el producto o le dejaron de hacer pedidos aduciendo que tenían acceso al mismo producto y a mitad de precio, según relató Virginia Cervieri de Cikato Abogados, estudio que representa a la marca.
Droguería Uruguay sospechó, compró una de esas bolsas y constató que era idéntica a la que importaba, salvo porque el envoltorio era azul y no verde.
Ahora el estudio que representa a Coronation activó una denuncia penal por falsificación y promueve un juicio civil por daños y perjuicios para recuperar lo que la marca perdió por las bolsas que no vendió y por el desprestigio de su nombre.
La revancha de Nintendo en la Justicia local
En mayo de 2003 Nintendo no podía creer que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) le hubiera otorgado la gracia a un uruguayo que introdujo al país productos con esa marca probadamente falsos. En aquel momento la Justicia Penal devolvió la mercadería al infractor y la compañía estadounidense se quejó ante el gobierno de su país. Ahora un juicio civil le dio un nuevo giro al caso y aquel que entonces fue perdonado por el delito, ahora deberá pagar aproximadamente U$S 1 millón a la multinacional de los videojuegos.
La abogada Virginia Cervieri, del estudio que representa a Nintendo en Uruguay, Cikato Abogados - Propiedad Intelectual, informó a El Empresario que "el juicio civil por suerte se ganó". La sentencia favorable a la empresa de EEUU se conoció el pasado jueves 23 de julio.
La trama de la mercadería falsa de Nintendo en Uruguay comenzó en 2001, cuando una investigación de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) terminó con la incautación de productos falsos con la marca Nintendo en la Zona Franca de Nueva Palmira. Entonces, el juez penal Sergio Torres dispuso el procesamiento con prisión de una persona, luego que tres peritajes confirmaran que se trataba de prodctos ilegales.
Pero el problema para Nintendo comenzó en mayo de 2003, cuando la SCJ concedió la gracia a la persona propietaria de la mercadería falsa. Este instituto implica el perdón del delito cometido y que la persona quede sin antecedentes penales. A raíz de esa decisión, en setiembre de 2003 el juez Torres resolvió devolver la mercadería incautada a su propietario y con ello habilitó su ingreso al mercado local. Cikato Abogados —en ese entonces Barbat & Cikato— había solicitado a la Justicia la destrucción de los productos. Sin embargo, Torres entendió que con la gracia, el Estado dispuso el sobreseimiento del imputado y por eso levantó todas las medidas cautelares, entre ellas la retención de la mercadería incautada.
por Marcela Moretti
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