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Empresa uruguaya convierte vehículos a combustión en eléctricos; abrirá planta con inversión de US$ 500.000

Renovar-e escalará la capacidad de su servicio a 50 utilitarios al mes, una vez que abra su fábrica en Canelones a partir de marzo. La firma busca "democratizar" el acceso a la movilidad eléctrica

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Fernando Lapchik, director de Renovar-e.jpg
Fernando Lapchik. El director de la firma posa con un vehículo convertido a eléctrico.

La reconversión de vehículos de motor a combustión al sistema eléctrico es una alternativa para quienes buscan pasarse a una opción no contaminante sin tener que hacer un desembolso tan elevado como al comprar un modelo 0 km. A ese segmento apunta la empresa uruguaya Renovar-e, un emprendimiento que ya tiene sus primeros clientes mientras prevé para marzo la apertura de su planta.

Fernando Lapchik, director de la empresa, comentó que el proyecto se comenzó a gestar hace un año cuando él y sus socios detectaron que la renovación de vehículos o retrofit tiene un lugar en el mercado, como parte de la tendencia de pasar de los modelos a combustión a los eléctricos.

Renovar-e se especializa en transformar vehículos utilitarios que circulan en Montevideo y zona metropolitana realizando actividades laborales -típicamente para distribuidores, pymes o aplicaciones de transporte- que implican recorrer unos 100 kilómetros diarios. «El repago de la inversión que implica la renovación del vehículo termina siendo en un plazo razonable para ese perfil (de uso). Estimamos que, para un vehículo que hace unos 100 kilómetros diarios, se alcanza en poco más de dos años», indicó Lapchik.

Reconvertir a eléctrico un utilitario mediano cuesta US$ 12.900 (más IVA), detalló Lapchik y agregó que ya tienen acuerdos con bancos para financiar la inversión en 24 o 36 meses.

El servicio de retrofit incluye la instalación de dos bancos de baterías (con una vida útil estimada en siete u ocho años) que equivalen a 150 km de autonomía, mientras que su carga se completa en cuatro horas.

La reconversión de un utilitario mediano cuesta US$ 12.900 (más IVA); el trabajo se entrega en una semana.

En cuanto a plazos, el trabajo se entrega en una semana. Esto es posible porque Renovar-e aplica un sistema de kits (motor eléctrico y baterías) prearmados y acondicionados de acuerdo a cada modelo. Esto permite reducir los tiempos de trabajo, estandarizar procesos y equipamiento y así ganar una escala industrial y replicable, explicó Lapchik.

Para llegar a esa etapa, previamente se recorren otras fases que incluyen trabajos de ingeniería para resolver cómo van colocadas las diferentes piezas del kit eléctrico que luego se utilizará (una vez configurado sirve siempre para el mismo modelo); prearmado del kit; control del autotest del utilitario; retiro del motor a combustión (se lo puede quedar el dueño del vehículo o puede dejárselo a Renovar-e, que encarga la disposición final con empresas certificadas), tanque y caño de escape, instalación del equipamiento eléctrico y segundo autotest con la unidad ya renovada.

«El vehículo se entrega en las mismas condiciones. De manera opcional podemos hacer los trámites de cambio de motor ante la Intendencia», comentó Lapchik. «El objetivo es dar un servicio llave en mano completo: lo dejás, le hacemos el proceso y te lo entregamos con los papeles prontos».

Más crecimiento

Auto transformado de Renovar-e.jpg
Kit eléctrico. El motor y las baterías de Renovar-e se adaptan a cada modelo.

La empresa dará un salto exponencial cuando en marzo inaugure su planta, situada en el kilómetro 29.500 de la ruta 101 (Canelones). La instalación tendrá capacidad para reconvertir 50 vehículos al mes, y contará con un área de depósito de equipamientos y otra de ensamblaje de baterías (cuya disposición final ya fue definida). «La planta es un modelo pensado para ser replicable en otros puntos (del país) y la región», señaló Lapchik, que estimó que en una primera etapa darán empleo a 10 personas. La cifra «se multiplicará por tres o cuatro» a medida que se alcancen los volúmenes de trabajo proyectados.

Con ese fin, el plan para 2024 es hacer retrofit en minibuses y camiones de reparto urbanos. También brindarán el servicio de inspección y certificación de baterías para eléctricos e híbridos.

Según Lapchik, la inversión desde el inicio del proyecto hasta la puesta en marcha de la planta es de US$ 500.000, monto que proviene de capitales uruguayos.

En paralelo, la empresa ha mantenido contactos con autoridades ministeriales para presentar su proyecto y plantear la posibilidad de acceder a beneficios que hoy buscan impulsar la compra de vehículos 0 km eléctricos a un precio más bajo. Precisamente, «una de nuest ras ideas fuerza es cómo democratizamos el vehículo eléctrico», remarcó Lapchik.

Dar más acceso a la movilidad eléctrica es la arista social de esta empresa que apunta al triple impacto, dijo su director. A nivel económico, la electromovilidad genera ahorro porque no hay consumo de combustible ni gastos de mantenimiento, mientras que en el plano ambiental, evita la emisión de CO2, concluyó Lapchik.

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