El Empresario cumple 20 años y con esa consigna convocó a los editores que el suplemento ha tenido a lo largo de su trayectoria para que compartan una reflexión sobre los cambios que han visto en el ecosistema empresarial durante su etapa al frente de la publicación.
Sobre el perfil más alto de los empresarios en su exposición ante los medios, la profesionalización en la comunicación de las compañías, la revolución tecnológica y la síntesis de las dos décadas de trayectoria del suplemento, versan las siguientes columnas.
De eso sí se habla

Por Juan Carlos Raffo, fundador de El Empresario. Director de Comunicación Estratégica & Sustentabilidad de Scotiabank.
Hace 20 años eran pocos los empresarios que se animaban a hablar en primera persona, alto y claro, sobre sus negocios, sus éxitos, sus fracasos, sobre el mercado, la competencia y sus sueños. Lo hacían mayoritariamente a través de gremiales que hablaban en nombre de industriales, productores agropecuarios, comerciantes, proveedores de servicios, entre múltiples rubros que movían la economía de Uruguay y forjaban así su desarrollo.
De hecho, los pocos que se animaban a sacar la cara por sus pares se han convertido en vacas sagradas, que todos veneramos sin pasársenos por la cabeza cuestionar. Seguramente lo merecen.
Ahora, así como la mayoría callaba, muchos se fueron animando a hablar. Los emprendedores comenzaron a levantar la mano para hacerlo a los cuatro vientos, en busca de dar impulso a sus negocios. Por su parte, las empresas líderes se vieron contagiadas, u obligadas, a seguir la corriente para no perder pie en la cabeza de los consumidores y demás grupos de interés. ¿Cómo era posible que emprendimientos minúsculos frente a sus grandes negocios fueran noticia y ellas no?
¿Correrían riesgo de convertirse en los próximos Blockbuster frente a estos advenedizos Netflix?
Durante este tiempo el periodismo de negocios contribuyó crecientemente a la toma de decisiones, promovió la transparencia y fomentó la competitividad en el sector empresarial. A eso seguirá llamado El Empresario durante los próximos 20 años. A contarnos sobre negocios cada semana fomentando el espíritu emprendedor e impulsando así el desarrollo del país.
Estrategia y comunicación: un solo frente

Por Gabriela Rocha, Exeditora de El Empresario. Gerenta de Marketing y Comunicación de Ferrere.
Una buena oferta de productos, por sí sola, ya no marca la diferencia. Las marcas dejaron de ser simples proveedoras de bienes o servicios: son actores sociales. Se espera que se involucren, rindan cuentas, tomen postura, se expresen y actúen. Porque, que una empresa no cuente su historia no significa que otros no lo harán por ella.
En las últimas dos décadas, la comunicación empresarial se ha profesionalizado notablemente: se trata de una sofisticación de todo el ecosistema. Lo que comenzó con la tímida aparición de voceros entrenados, hoy evolucionó a estrategias integradas, áreas consolidadas y líderes de comunicación cada vez más cerca de la toma de decisiones. También crecieron las consultoras especializadas y la oferta de formación profesional. Del otro lado, un público más atento y exigente.
Durante los primeros años de este milenio, se instaló la idea de que lo que no se comunica, no existe. Pero fue con la explosión de las redes sociales que el cambio se volvió irreversible. La transparencia radical -que implica, por ejemplo, que cualquier decisión interna puede hacerse viral- obligó a las empresas a planificar su comunicación o pagar el precio.
Los reportes de gestión incluyen capítulos sobre cómo la organización sostiene a sus comunidades, reduce su huella y promueve la equidad. Los líderes comprendieron que comunicar no es solo decir, sino construir sentido. Ya no es solo cuestión de hacer bien las cosas, sino de demostrar impacto y coherencia.
No me rompan

Por Marcela Dobal, exeditora de El Empresario. Directora de Forbes Uruguay.
El fin de los intocables. La era de la disrupción llegó y nadie parece a salvo. Lo único seguro es el asombro. Cualquier «Uber» a la vuelta de la esquina puede, apoyado en una plataforma tecnológica, poner en jaque mi negocio. Las empresas que desconocen ese hecho tienen un riesgo de muerte considerable. Así lo reflejaron las páginas de El Empresario entre 2014 y 2022, con un mar de noticias sobre cambio y adaptación.
Fue el auge de los cinco gigantes tecnológicos, los GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft), que dispararon su capitalización de mercado. Los datos se volvieron el nuevo petróleo. Los autos autónomos y las ideas de Elon Musk dejaron de ser ciencia ficción. Alibaba emergió al Oriente.
El big data copó los titulares, con el avance de la Cuarta Revolución Industrial. A los periodistas también nos llegó el imperativo del pensamiento crítico. Las métricas transformaron nuestra forma de trabajar, con el ojo mucho más puesto en el rendimiento de los contenidos y en cómo ser más relevantes para nuestras audiencias. Entendimos, además, que los medios podían construir comunidad, con newsletters de autor y eventos especiales para suscriptores. Nos transformamos.
La innovación reactiva fue protagonista, pero también la proactiva. Germinó la convicción de que pueden nacer más «unicornios» charrúas y proyectar sus IPO en Wall Street. O que una startup uruguaya puede levantar millones en capital de riesgo… y al tiempo extinguirse. Que al final romperse no está tan mal. Que a veces es solo un camino para resurgir con más fuerza.
Dos décadas de historias que dejan huellas

Por Diego Ferreira, editor de El Empresario
Veinte años y más de 1.000 ediciones que se traducen en una lista casi infinita de noticias, entrevistas e historias sobre los grandes hitos y protagonistas de los negocios en Uruguay y el mundo. Esta ecuación histórica da como resultado El Empresario, un testigo fiel del camino recorrido por el ecosistema empresarial de nuestro país. Mucho ha cambiado en el paisaje de las empresas en Uruguay a lo largo del tiempo, y el suplemento ha reflejado esa evolución. El primer número, en 2005, titulaba: «Las empresas se quejan en voz baja: los números dan, pero preocupa el clima de negocios». Ese año también ya se hablaba de la expansión internacional de las tecnológicas uruguayas, los shoppings cumplían sus primeras dos décadas con planes de crecimiento y la telefonía en Uruguay se preparaba para migrar a Internet.
Nadie podía imaginar todo lo que vino después. En 2025, los empresarios están en alerta por la incertidumbre que se cierne sobre la economía y el comercio global a raíz de las medidas arancelarias del gobierno de EE.UU. También están atentos a otros fenómenos como el avance imparable de la inteligencia artificial, los cambios en el consumo, el auge de la sustentabilidad y la transformación -pandemia mediante- de las metodologías de trabajo.
Entre estos dos extremos de la historia del suplemento, en nuestras páginas les hemos contado las inversiones millonarias que han llegado al país, las fusiones y adquisiciones que impactaron al mercado, las innovaciones tecnológicas que han transformado industrias, los esfuerzos de empresas y startups para crecer
-incluso más allá de nuestras fronteras-, las tendencias que llegaron para quedarse, las historias más inspiradoras en los negocios.
Esta edición especial repasa esa trayectoria recordando algunos de los hechos que han dejado huella en estos 20 años. Este ejercicio se inicia hoy y continuará en los próximos números, con el compromiso de siempre: hacer más y mejor periodismo de negocios.
Que esta edición sea un motivo para celebrar los avances y logros alcanzados, así como una invitación a reflexionar sobre los desafíos y oportunidades por delante en el camino a forjar un sector empresarial cada vez más pujante.