Un negocio de películas

| El circuito comercial de Montevideo tendrá este año unos 2.1 millones de espectadores, que pagarán en promedio U$S 2 por entrada

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"En un mercado recesivo que afecta negativamente los índices de casi todas las actividades comerciales, el cine cerró el año 2002 con una asistencia semejante a la del año anterior y está proyectando una taquilla estable en 2003, lo cual es toda una hazaña en un contexto tan deprimido", expresó el Cr. Gervasio Reyes, presidente del Centro Cinematográfico del Uruguay, que agrupa a los exhibidores y distribuidores de filmes.

El total de espectadores en el circuito de cine comercial de Montevideo fue de 2.1 millones en 2002. A estos deben sumarse unos 400.000 en el Interior, incluido Punta del Este. Estas cifras no incluyen el circuito cultural constituido principalmente por Cinemateca Uruguaya, Cine Universitario, Dodecá, etc., que se estima en unas 300.000 personas, ni el público de las exhibiciones de cine pornográfico.

Según datos estadísticos de la página Cinestrenos (www.uruguaytotal.com), la concurrencia a las salas de cine en Montevideo, que llegó a superar los 19 millones de espectadores anuales en 1953, descendió a menos de 800.000 en 1994. Desde entonces, el público asistente ha venido creciendo casi ininterrumpidamente en la capital, donde cruzó la barrera de los 2 millones de espectadores en 1999.

PUBLICO. "Si bien el espectro social de los clientes del circuito comercial es muy amplio, el cine es básicamente un espectáculo de la clase media. Este público tiene un importante componente de adultos jóvenes de entre 18 y 30 años, aunque quizás sea válido afirmar que el espectador promedio tenga una edad más alta. El mes de marzo es tradicionalmente muy bueno para la taquilla porque se estrenan, por lo general, los títulos nominados para los premios Oscar, pero el pico de asistencia al cine se da en las vacaciones de julio con la afluencia del público infantil. Más de un filme para niños figura siempre en el ranking de las películas más taquilleras de la temporada", señala el Cr. Reyes.

Este año, en el fin de semana siguiente a la entrega de los premios de la Academia de Hollywood, el musical "Chicago", laureado con seis estatuillas, fue visto por 4.472 personas, acumulando 30.360 entradas desde su estreno. Esta cifra está aún muy lejos de los casi 218.000 boletos que vendió "S.O.S. Titanic" en 1998 o los 311.000 de "Doña Flor y sus dos maridos" en 1978, que constituye el récord absoluto de taquilla en Uruguay.

EXHIBIDORAS. Las empresas exhibidoras más importantes en Uruguay son: MovieCenter, que con veintidós salas distribuidas en tres shopping centers, tiene una participación de dos tercios del mercado en cuanto al número de entradas vendidas; Hoyts, con cinco salas en Montevideo y ocho en Punta del Este; GrupoCine con diez salas; CineMetro y Compañía Central Cinematográfica con seis salas cada una. Existen también pequeñas empresas que administran el Cine Maturana, que funciona los fines de semana, y el Nuevo Flores, cuya actividad es intermitente.

CAPACIDAD. De acuerdo con la información de Cinestrenos, Montevideo llegó a tener en total 585 salas cinematográficas en 1955. El año pasado hubo proyecciones en 74 pantallas, incluyendo también el circuito cultural y el de exhibiciones "porno". En su inmensa mayoría, la salas son microcines con una capacidad promedio de 150 butacas aproximadamente. Las excepciones son el Cine Plaza y el tradicional Cine Metro, que cuentan con 2.200 y 1.000 asientos respectivamente.

Los complejos cinematográficos de mayor capacidad están hoy en Montevideo Shopping, cuyas diez salas tienen 2.103 butacas en total. Lo siguen el complejo de Punta Carretas Shopping con 1.791 butacas también con diez salas y el complejo Shopping Portones con 1.463 asientos en siete salas. "Se puede decir que una sala de cine está trabajando razonablemente bien cuando registra un factor de ocupación de 15%-20% promedio en los siete días de la semana", opina Gervasio Reyes.

UBICACION. "El efecto convocador del multicine, que es una experiencia probada mundialmente, permitió quebrar una tendencia de asistencia decreciente de más de treinta años en Montevideo. El público del cine tiene una fuerte preferencia por las salas de los centros comerciales, debido a innumerables factores que van desde la facilidad para el estacionamiento de vehículos hasta la cercanía de una plaza de comidas. Estos complejos han recuperado las funciones de la matinée que habían desaparecido de la cartelera en los días hábiles.

Existen proyectos para construir multicines en otros barrios de Montevideo, que no estén necesariamente en la zona de la costa o en el Centro; pero la densidad de población es un factor clave para elegir la ubicación de un complejo ya que se requiere un área de influencia de unas 15.000 a 20.000 personas por pantalla. Su instalación depende también de las características del mercado. En el caso de Uruguay, la media de asistencia al cine por habitante no llega a ser de una vez al año, siendo muy inferior a la de Estados Unidos, en donde cada habitante concurre a cinco exhibiciones cinematográficas anualmente", señala el Cr. Reyes.

RECAUDACION. El exhibidor coparticipa con la empresa distribuidora de la película, que representa a determinados sellos cinematográficos, en la recaudación de cada filme. La empresa propietaria de la sala paga un porcentaje que estadísticamente representa el 50% de la taquilla, aunque existe una amplia gama de matices que oscilan entre 40% y 65%. Como los porcentajes de coparticipación se fijan por fin de semana, puede corresponder al distribuidor una tasa mayor de la recaudación en la primera semana de un estreno importante dados los costos de promoción. El porcentaje perteneciente al exhibidor se acrecienta en la medida que el filme continúa exhibiéndose. Generalmente, un título baja de cartel cuando ocupa el último lugar en la venta de entradas del fin de semana. "Las definiciones en la reposición son muy transparentes ya que las marca la recaudación del fin de semana. Sin embargo, una película que no alcanzó a vender 1.000 entradas entre viernes, sábado y domingo, puede seguir proyectándose si el distribuidor no ofrece una reposición", dice Reyes.

INGRESOS. El costo de las entradas, que están exentas de IVA e impuestos municipales, oscila entre 50 pesos los días laborables y 85 pesos en el fin de semana en Montevideo, siendo los boletos algo más caros en Punta del Este. Sin embargo, el precio promedio de los siete días es de 60 pesos porque existen tarifas especiales para jubilados y menores así como muchas promociones que benefician a quienes pagan con determinadas tarjetas de crédito, pertenecen a grupos de afinidad, presentan cupones con bonificaciones especiales dados por los distribuidores o exhibidores, etc.

"En 1999 se produjo el cambio más significativo en la exhibición cinematográfica de los últimos tiempos cuando los precios de las entradas, que costaban 75 pesos los fines de semana, bajaron sustancialmente con el ingreso de MovieCenter al mercado cinematográfico local, que estaba muy deprimido. El público reaccionó muy favorablemente acudiendo con mayor frecuencia a las salas de cine, con lo cual el número de espectadores aumentó en casi un 50% ese año", afirma Reyes.

Además de los ingresos por concepto de entradas y de publicidad en pantalla, pudiendo representar éstas últimas el equivalente a un 5% del total de boletería en épocas de auge comercial, la gran innovación en el negocio del cine ha sido la complementación de los ingresos por entradas con los de venta de snacks (refrescos, golosinas, sandwiches, helados, etc.). Este rubro, denominado concession a nivel internacional, representa un 15%-20% de los ingresos de los cines de Montevideo. Esas cifras son notoriamente superiores en otros mercados porque los precios de los snacks son mucho más altos que en Uruguay, donde el costo de un refresco y una bolsa de maíz acaramelado es de 50 pesos. En Estados Unidos, ese mismo consumo representa el precio de una entrada, que no baja de U$S 8 en un complejo de microcines.

COMPETENCIA. "El cine es el primer eslabón en la explotación comercial de una película, que luego pasa a ser exhibida en video y, posteriormente, en TV cable, etc. Más que competencia son entretenimientos distintos que, en alguna medida, se complementan y apuntan a nichos diferentes. Los filmes que tienen una buena acogida de público en el cine, también tienen buena demanda en los otros eslabones porque cada uno de ellos tiene sus características particulares que le dan vida propia al negocio. Quizás sea por mérito de la buena producción de la película, pero también por la promoción que ha tenido en la primera etapa", concluye Gervasio Reyes.

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