Un deseo para el quinquenio: el foco en la gente, nuestro tiempo y la calidad de vida

Hemos mantenido diferencias respecto a decisiones y omisiones del BCU en los últimos años. En particular, por su papel regulador del sector financiero y el mercado de valores y por decisiones, en materia de políticas públicas y su consistencia con el resto de todas ellas. Sin embargo, en las últimas semanas se han dado algunas señales auspiciosas en mucho tiempo.

Un cambio de directorio era necesario, también señales que impliquen que tiene el foco en los usuarios, los deudores, los ahorristas, su objetivo no es cuidar a los bancos y el sector financiero y blindarlos, sino poner reglas y asegurar un mercado que funcione con equidad, equilibrio y transparencia. El Estado uruguayo ya se ocupa dando un marco institucional y macro económico estable.

Como en 2001-02, los errores se corrigen con cambios, y, los grandes errores, con grandes cambios. El relevo del directorio entonces fue un buen punto de partida. Ojalá que en este caso implique un cambio de perspectiva, sin olvidar que el análisis de resultados, debe centrarse sin perder el foco de para quien se trabaja y a quién se protege al fin del día.

En Uruguay, los sectores cuyas regulaciones han sido más controvertidas son el sector financiero, los combustibles y el transporte; sus distorsiones nos complican la vida.

A su vez, al tope también de las distorsiones que generan costos de transacción, trabas a familias, personas y empresas está la gestión de los organismos recaudatorios del Estado con el monopolio e impunidad para la persecución, lo que se ha instalado gradualmente con la mejora de la eficacia en su coacción, el costado más indeseable de lo que dejaron reformas del estado y la gestión. Esos programas no fueron diseñados para perseguir sino para mejorar la vida de las personas, exigiendo si mayor eficiencia del Estado.

El intendente de Montevideo Mario Bergara parece haberlo identificado bien, según sus propias declaraciones, igualmente que en el ámbito nacional, en el área de la promoción de inversiones, se va a tratar de alivianar la vida de las personas y las empresas, según declaraciones de la futura responsable del área que concentrará Comap y Zonas Francas, la Ec. Isabella Antonaccio.

Especulamos que un posible siguiente paso que podría haber dado el ex ministro de economía sería volver al BCU, pensando en lo mejor para la Institución[1]. Años de experiencia en el quehacer de las políticas públicas viendo los resultados, los aciertos, los errores y las omisiones, analizado en perspectiva, le da un valor agregado, cuando del manejo de “platitos chinos” se trata [2].

Optó por otro camino, seguramente mejor. ¿Por qué?, primero, porque el nuevo presidente del BCU ya parece haber cambiado en poco tiempo algunas señales que son importantes, y, por otro lado, porque Bergara aceptó un desafío mayor, con el que nos puede cambiar la calidad de vida, como vivimos o como padecemos, la de todos los días. Un desafío tan importante como exigente, y, ojalá lo logre, por el bien de todos y el suyo propio. Capacidad no le falta para aportar desde ese lugar.

Guillermo Tolosa, actual presidente del BCU, por su parte, viene con otros antecedentes, tiene la ventaja de no estar “contaminado” o involucrado en acciones del Banco Central en el pasado, pero, ciertamente da cierto hándicap en el “metier” de las políticas públicas, al estar ahora como decisor en primera persona, en un país diferente a aquellos de Europa del Este, en los que le tocó trabajar.

Los cambios que inició en el BCU parecen haber sido acertados desde dos aspectos distintos y también complementarios[3]. Por un lado, se han tomado decisiones administrativas sobre la gestión con la remoción o cambio de algunos jerarcas (áreas Monetaria, Mercados y Comisión de Valores) y por otro sobre definiciones y señales sobre las variables que están bajo su control, como la baja de la tasa de interés de referencia a 8,75%, más algunos anuncios, sin apearse, sin embargo, de tu objetivo de bajar la inflación a mediano plazo, a un nivel menor al 4%, lo que podría resultar bueno y malo al mismo tiempo, por allí algo contradictorio.

Aguardamos también el banco resuelva dar una señal clara, definitiva y contundente de que la política monetaria y cambiaria no puede llevarse a cabo con prescindencia de lo defina el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Economía, respecto de la política fiscal, inversión, política tarifaria, ingresos y los aspectos regulatorios a resolver en mercados con altos niveles de injerencia estatal.

Un tema que aparece en las prioridades del Intendente es el ecosistema de la ciudad, el orden, la limpieza, la convivencia y la interacción con el medioambiente. Años de postergaciones, falta de decisiones, intentos fallidos y complejidades propias de los problemas acumulados en el tiempo. El ex regulador en Ursec y BCU, tiene ahora en la IMM, los atributos, formación y habilidad política para tomar conciencia que tiene una bala de plata.

Del mismo modo, el otro gran desafío es la movilidad, quizás el más importante y requiere de mucha sabiduría e independencia de los intereses que regula y controla, para poner foco en la población, evaluando costos y beneficios que le cambien la vida. Esto requiere que evalúe las alternativas que tienen a la mano, con la mayor objetividad y profundidad posible, despojándose de las presiones que seguro va a recibir.

Es esencial comparar entre opciones disponibles el real ahorro de tiempos de los usuarios y peatones (incluyendo la etapa de construcción), la calidad del servicio, la seguridad, las prestaciones para el entorno, la eficiencia energética, los ahorros de mantenimiento u operación, la disposición de las micropartículas, de los materiales, del material rodante, de los motores y baterías, contemplando los estándares de la mejores prácticas que se están imponiendo para los próximos 30 años en el Mundo.

Unos de los aspectos mejor medidos de las políticas públicas es la infraestructura y su impacto, hace más de 50 años; en particular es el transporte el sector mejor evaluado.

La transformación de la movilidad puede sumar o quitarnos parte de nuestra calidad de vida y nuestro tiempo, liberar parte los recursos vitales y aportarnos bienestar y felicidad; es su seña de identidad.

Es responsabilidad del jerarca proveer de todos los medios para que se implemente la mejor opción de todas las disponibles o, mejor que eso, una combinación de varias de estas alternativas, que se complementen, escudriñando lo máximo posible en valorar correctamente costos y beneficios y cómo hacer para que eso sea posible, pensando en la calidad de vida de la gente.

[1] El Ec. Bergara estuvo a cargo de varios organismos reguladores (URSEC, BCU), ahora le toca la IMM que también tiene su papel en esta área y conoce los problemas que surgen entre el regulador y los regulados. Ha mostrado haber aprendido de tales experiencias, a estar por declaraciones en la prensa en los últimos años y no se ha mostrado con posturas dogmáticas, ni extremas, ni radicales en nada hasta el momento. Siempre valoramos su preparación e inteligencia emocional aplicada a las políticas públicas en el ámbito del FA, incluso por sobre el Cr. Danilo Astori, contrario de la opinión respetable de otros colegas. A pesar de ello discrepamos con decisiones adoptadas el BCU cuando fue su presidente

[2] Ver críticas que ensayaba en el Parlamento el Ec. Bergara en 2022, sobre eventuales inconsistencias de políticas macro de la Gobierno de entonces

[3] Aunque con algunas señales contradictorias el BCU y su presidente no parece afín a seguir la inercia de lo hecho hasta ahora. Parece estar dispuesto a entender otras razones respecto de las que el banco ha venido esgrimiendo durante tanto tiempo, respecto de sus decisiones y también de sus omisiones.