Bolitas de colores con sabores intensos y más frías que cualquier otro alimento, hacen de Deli Drops una verdadera innovación. Se trata de helados diferentes a los convencionales, no sólo por su forma de pequeñas esferas, sino también por su método de elaboración y conservación.
Algo parecido se hacía en la NASA; eran los helados que consumían los astronautas en sus expediciones. Gabriela Saporta, una de las fundadoras y directora de Deli Drops, los conoció en Disneyworld y un ingeniero diseñó la tecnología específica para elaborarlos en Uruguay, con un know how propio, distinto del original.
DIFERENCIACIÓN. Las bolitas Deli Drops son diferentes al resto de los helados. Su proceso de elaboración enfría la crema helada a -190ºC en menos de dos segundos y las transforma en bolitas, que sellan en su interior el sabor original con texturas y colores fuertes. Se sirven a -40ºC, lo cual los convierte en los helados más fríos del mundo.
Sus ingredientes, básicamente crema artesanal, similares a los de los helados convencionales, son todas materias primas uruguayas y han hecho de estos helados un producto de alta calidad, con reconocimiento tanto en el mercado interno como fuera de fronteras. Tal es así que en su primer verano en 2006, con sólo un mes de vida, la empresa recibió ofertas para llevar la marca a Brasil y, luego, a Argentina.
DESAFÍOS. Con sus oficinas y planta elaboradora funcionando en un predio alquilado a la fábrica de Funsa, Deli Drops cuenta con seis locales en nuestro país, repartidos entre Colonia, Maldonado y Montevideo, más veinte en Brasil y cinco en Argentina.
Sin embargo, no todo salió a la perfección en los comienzos. "Se trataba de un producto totalmente nuevo y el público uruguayo no suele volcarse masivamente a consumir lo novedoso", dice la Cra. Fernanda Laureiro, gerente general de Deli Drops. Rememora que "la respuesta más común era que no se podía imponer este tipo de helados aquí". No obstante, en base al mecanismo de prueba y error, la nueva empresa fue sorteando toda clase de obstáculos y en cuestión de cuatro meses pasó de la idea a la apertura de los primeros locales: uno en la calle Gorlero en Punta del Este y otro en un pequeño local tipo quiosco, en Avenida Brasil y la Rambla, en Montevideo. "El verano de 2006 fue fundamental. Si bien el quiosco cerró al final de la temporada, el de Gorlero sigue funcionando hasta ahora y es el local `estrella` de Deli Drops", explica Laureiro. Ubicado a pocos pasos de la feria artesanal de la ciudad balnearia, ese stand se ha convertido en un punto estratégico de reunión de adolescentes, quienes con el pretexto de tomar un helado se quedan allí conversando hasta entrada la madrugada.
ESTRATEGIA. Llama la atención que con escasa publicidad, las ventas aumenten a pasos agigantados año tras año. Según la ejecutiva, la estrategia publicitaria más efectiva es el boca a boca y la cartelería. "Se atrae a los consumidores por medio de la propaganda visual. En baja temporada apuntamos a conquistar a la gente menuda a través de la revista El Escolar de El País, cuyos ejemplares incluyen cuponeras invitando a los chicos a consumir helados Deli Drops", aclara Laureiro.
Mientras que el principal target de Deli Drops en Uruguay sin duda son los niños y adolescentes, en Brasil la clientela abarca un mayor rango de edad. "Allí los jóvenes y los adultos también disfrutan de nuestros helados tanto como los menores", sostiene Laureiro.
EXPANSIÓN. La primera inversión de Deli Drops insumió unos US$ 200.000, destinándose principalmente a la compra de maquinaria y a la instalación de la planta elaboradora. Luego, con el propio giro del negocio, la empresa ha ido reinvirtiendo para sostenerse y seguir creciendo. "De hecho, aún continuamos transitando por una etapa de inversiones para alcanzar el crecimiento deseado tanto aquí como en el exterior, señala Laureiro.
En lugar de instalar sucursales en el extranjero, que implica un fuerte desembolso de capital en infraestructura y recursos humanos, Deli Drops ha recurrido al sistema de masterfranquicias y franquicias individuales. Quien adquiere la masterfranquicia, obtiene el permiso para instalar la fábrica en un área determinada, recibe el know how y la capacitación necesaria, que lo habilita para instalar sus propios locales, así como de asegurarse el buen funcionamiento de los mismos. "Tenemos tres masterfranquiciados: uno en Argentina y dos en Brasil", informa la empresaria.
PERSPECTIVAS. Para este año, la principal meta de Deli Drops es seguir creciendo, sobre todo en Brasil, cuyo mercado es incalculable. "Los brasileños aman todo lo que sea distinto y que constituya una innovación. En San Pablo ya contamos con cinco locales franquiciados y la idea es duplicar ese número. Chile, Bolivia y Paraguay son destinos posibles a mediano plazo", concluye Laureiro.
La clave está en el sistema de masterfranquicias
t El sistema de franquicias es esencial para la empresa Deli Drops, ya que le asegura un rápido crecimiento. "La ventaja es que nos da la posibilidad de operar con más locales sin tener que administrarlos directamente, lo cual supondría mucho trabajo y mayores complicaciones", explica su gerente general, Fernanda Laureiro. De todos modos, hay instancias de supervisión para asegurarse que el negocio se esté desarrollando según lo establecido en el contrato y poder mantener determinadas líneas que hacen a la marca. En consecuencia, los locales se visitan continuamente "porque tenemos una imagen que cuidar", dice.
Otro beneficio de las masterfranquicias es que facilita la adaptación al lugar donde se comercializan los helados. Quienes mejor interpretan y definen qué es lo que le gusta al público son los propios habitantes de la localidad donde se instala una franquicia de Deli Drops. Es por eso que, si bien muchos sabores, como chocolate, frutilla y vainilla, son comunes a todos los expendios, los gustos difieren en cada ciudad. Por ejemplo, algunos sabores como la uva funcionan muy bien en Brasil, pero no tienen mayor demanda en Uruguay.
El valor de la franquicia varía según el tamaño del local y su distancia de la planta elaboradora. Si el negocio está ubicado muy lejos de la fábrica, entonces aumenta el gasto en transporte y en freezers para el almacenamiento del producto a la temperatura adecuada.
La inversión se compone de tres conceptos principales. Uno consiste en la inversión en equipamiento, maquinaria, armado del kiosco o local y diseño del mismo. El segundo aspecto radica en el capital de giro inicial. En tercer término figura la tasa de franquicia, que es un valor que el franquiciado paga por el derecho al uso de la marca y al know how, más un royalty que debe abonarse mensualmente en base a un porcentaje de la facturación.