Recientemente presentamos en Casa América, la XVI edición del informe “Panorama de inversión española en Iberoamérica” que elaboramos en IE University desde 2008. Nuestro informe se basa en una encuesta que realizamos a empresas españolas con inversiones en la región, en la que les preguntamos acerca de la percepción que tienen sobre la situación económica, sobre sus inversiones, sobre las ventajas y riesgos que encuentran, así como otros aspectos relacionados.

México es el país donde más compañías españolas operan, seguido por Colombia, Chile, Perú y Brasil. Respecto a Uruguay, el informe recoge que el 22% de las empresas encuestadas tienen inversiones en el país. En Uruguay operan unas 200 empresas españolas y, España se ha convertido en el primer inversor extranjero en el país, con un stock acumulado superior a los 8.500 millones de dólares.

Recientemente, el FMI ha pronosticado que la región crecerá en su conjunto un 2% este año, un porcentaje algo inferior 2,3% registrado en 2023. En este contexto, no es de extrañar que el 75% de las empresas encuestadas consideren que la situación económica en Iberoamérica, en 2024, será similar a la de 2023. Pero a pesar de esa confianza en el futuro a corto plazo, la mitad de las encuestadas manifiestan que las elevadas tasas de inflación y la inestabilidad cambiaria están afectado bastante a la marcha sus negocios.

No obstante, a pesar de esos problemas, el 76% de las empresas españolas con inversiones en la región, piensan aumentarlas en 2024.

México sería, en opinión de las empresas españolas, el país que tendría el mejor desempeño económico este año, a pesar del parón institucional que sufrirá por las elecciones presidenciales, seguido por Chile, Colombia y República Dominicana y Uruguay. En este sentido, el 65% de las empresas califican como buena la evolución que tendrá la economía uruguaya en 2024, puesto que crecería un 3,7% de acuerdo con el FMI. En el lado opuesto, Cuba, Venezuela y Ecuador serán los que experimentarán una coyuntura más complicada. Las perspectivas para Argentina mejoran por las expectativas de cambio que ha generado la nueva administración, aunque el ajuste fiscal, hará que los próximos trimestres sean muy duros.

Tal vez por ello, México y Colombia, serán donde más empresas españolas piensan aumentar sus inversiones en 2024, seguidos por Chile, Perú, Brasil, Panamá y República Dominicana. En Uruguay, un 45% de las empresas allí instaladas, incrementarán sus inversiones durante este año.

Como es tradicional, la mayor parte de esas inversiones se instrumentalizarán mediante crecimiento orgánico (60%), mientras que, prácticamente el resto, se materializarán combinando ese crecimiento orgánico con adquisiciones de otras compañías.

Para la gran mayoría de las empresas españolas (67%), el atractivo de los mercados internos vuelve a ser la mayor ventaja que encuentran a la hora de invertir (73% en el caso de Uruguay), seguida por la mano de obra cualificada. Pero los riesgos que perciben en sus inversiones aumentan significativamente por segundo año consecutivo. Riesgos como la inseguridad política, percibido por más del 80% de las compañías, la volatilidad del tipo de cambio (65% en el caso de Uruguay) y la inseguridad ciudadana, que ya afectan a casi el 50% de dichas empresas.

Por primera vez, preguntamos a las empresas españolas por la complejidad de los sistemas tributarios a los que se enfrentan en el desarrollo de su actividad. Su respuesta es clara. Brasil tiene el marco tributario más complejo de la región. En cambio, Uruguay, poseería el segundo marco tributario menos complejo, a juicio de las empresas españolas.

Todo apunta a que la actividad económica en Iberoamérica tendrá un desarrollo similar en 2024, al que tuvo en 2023, sobre todo si la economía norteamericana sigue mostrando la resistencia que ha tenido hasta ahora y los bancos centrales de la región siguen bajando los tipos de interés, una vez que la inflación parece estar más controlada. Además, la economía China estaría aumentado su velocidad de crucero gracias a una recuperación de su sector manufacturero. Por ello, no sería extraño que el crecimiento fuese superior al 2% que a estas alturas pronostican la mayoría de los organismos internacionales.

En Uruguay, la actividad económica rebotará con fuerza, por el fin de la dura sequía, y por la reducción de los viajes de compras a Argentina, lo que impulsará el consumo interno. Además, la economía uruguaya viene mostrando una estabilidad notoria y, sobre todo, el país goza de un marco legal y jurídico muy favorable para la inversión extranjera. Por eso, a pesar del hándicap de tener un mercado interno muy pequeño en comparación con el de sus vecinos, muchas de las empresas españolas instaladas el país, seguirán aumentando sus inversiones durante este año.

- Juan Carlos Martínez Lázaro es Profesor de economía de IE University, Director del Informe Panorama de Inversión Española en Iberoamérica