Domar la inflación: el desafío de los bancos centrales para 2023

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Foto: Getty Images

OPINIÓN

La política acumulativa supondría un alivio, pero las perspectivas del crédito serán más complicadas. Los indicadores económicos a nivel mundial predicen una cosa: la recesión.

Cualquiera que haya hecho una salsa bechamel reconocerá el dilema al que se enfrentan los banqueros centrales. Al principio, la combinación de leche, manteca y harina queda líquida. Se remueve sobre el fuego, pero se niega a espesar. Así que se añade más harina. Todavía no hay respuesta. La tentación es seguir agregando, pero hay un riesgo, y de repente la salsa se vuelve demasiado espesa y grumosa.

El endurecimiento de la política de los bancos centrales es la harina y el mecanismo de transmisión (la forma en que ese endurecimiento se transmite a la economía) es el calor. Las perspectivas de la economía mundial para el año que viene son desiguales, ya que el endurecimiento de las condiciones financieras provoca desaceleraciones importantes del crecimiento y recesiones. Sin embargo, para muchas partes del mercado de renta fija, 2023 podría ser un año mucho más apetecible.

Amortiguar los excesos de la economía

Este año fue desagradable para la renta fija, ya que la inflación se disparó. Los rendimientos de los bonos aumentaron bruscamente, produciendo algunos de los peores rendimientos totales de la historia de la renta fija. No deberíamos esperar lo mismo en 2023. El punto de partida de unos rendimientos más altos y unos diferenciales de crédito más amplios debería ofrecer un resultado más saludable para los inversores en bonos.

La forma en que los banqueros centrales calibren la política monetaria para controlar la inflación sin causar demasiado daño económico dominará los mercados y podemos esperar que la volatilidad del mercado persista en torno a sus anuncios. Los episodios inflacionistas anteriores son instructivos. El rápido ritmo de subidas de tipos en EE.UU. en 2022 sólo se ha visto anteriormente bajo los presidentes de la Fed, Arthur Burns, a mediados de la década de 1970, y Paul Volcker, en 1979 y 1980, ambos períodos de inflación galopante.

Por estas razones, y porque esperamos que la economía estadounidense se comporte mejor que la mayoría de las demás economías de mercado desarrolladas, en Janus Henderson creemos que la Fed seguirá siendo dura a la hora de abordar la inflación. En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BdI) podrían detener su endurecimiento antes, pero incluso allí un enfoque decidido en la inflación probablemente mantendrá la retórica de halcón durante más tiempo del que las economías pueden tolerar.

Negocio pegajoso: ¿regresará la inflación?

Varios factores mantuvieron la inflación en un nivel elevado en 2022, como los problemas de la cadena de suministro, el conflicto entre Rusia y Ucrania y, en Estados Unidos, la repercusión de los costes de la vivienda en el índice de precios al consumo. Estos factores deberían desaparecer. Esperamos que la inflación en EE.UU. se suavice, pero que se mantenga por encima de la tasa del 2% fijada por la Reserva Federal.
La dependencia de Europa del petróleo y el gas importados agrava las perspectivas de inflación, pero los avances en la diversificación de las importaciones de energía y la reducción de su significan que nuevas perturbaciones estarían relacionadas con el clima o la geopolítica.
Nos reconforta el hecho de que el crecimiento monetario general (que normalmente ha anunciado la dirección de la inflación) ha retrocedido en los mercados desarrollados desde que alcanzó su máximo en 2021. Esto sugiere que la inflación retrocederá en 2023 y no persistirá como en los inflacionistas años 70, cuando el crecimiento del dinero amplio nunca cayó por debajo del 10%.

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¿Qué es lo que se está cocinando?

Los indicadores económicos adelantados a nivel mundial predicen una cosa: la recesión. El endurecimiento de las condiciones financieras ya se deja sentir. Las áreas de la economía sensibles a los tipos de interés están respondiendo rápidamente al aumento de los costes de financiación. Por ejemplo, la vivienda: en EE.UU., el tipo de interés de las hipotecas a 30 años subió del 3,1% al 7,1% en un año; en el Reino Unido, el tipo a 5 años subió del 2,7% al 5,6%. En nuestra opinión, este es el comienzo de una escalada que otros bancos centrales de mercados desarrollados seguirán en 2023.

Los indicios de un pico en los tipos de interés en EE.UU. también pueden favorecer a la deuda de los mercados emergentes, al igual que un repunte de la economía china para los exportadores de mercados emergentes.

Algunos países emergentes, como Brasil, endurecieron su política monetaria antes de tiempo y lograron moderar la inflación. Mientras que casi todos los bancos centrales se han endurecido rápidamente en 2022, esperamos una mayor dispersión en la política monetaria y los resultados económicos en 2023.

La clave es si la inflación puede ralentizarse lo suficientemente rápido como para evitar que los responsables políticos se pasen de frenada y creen graves tensiones en el sistema financiero. Sin embargo, con la llegada de una desaceleración mundial bien anticipada, los inversores son recibidos por rendimientos más altos y por una mayor rentabilidad potencial. Por lo tanto, creemos que el próximo año debería ser más apetecible para los inversores en renta fija.

(*) Jim Cielinski, Director global de renta fija en Janus Henderson

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