El término "piscina" está estrechamente ligado a la idea de descanso y placer. En casos más específicos puede estar asociado al deporte y a la salud, tanto preventiva como curativa. Por último, sin que resulte menos importante, es un elemento que agrega categoría a una residencia y estatus a sus dueños.
"Las piscinas familiares se han popularizado desde la introducción de los modelos de fibra de vidrio. Una estimación hecha a grosso modo diría que hay unas 12.000 piletas instaladas en todo el país, pero es imposible saber con certeza el número total, entre otras razones, porque es un negocio muy competitivo", explica Jorge Segalés, director de Mileto, una de las firmas decanas del sector. En Uruguay, alrededor de una decena de empresas de nivel profesional se dedican exclusivamente a la instalación y equipamiento de piscinas.
Para conocer las características de este sector que opera con usuarios de altos ingresos, ECONOMIA & MERCADO consultó a los representantes de tres empresas de trayectoria instaladas en Carrasco y con sucursales en Punta del Este.
ACQUA PISCINAS. Como todo producto terminado, la piscina familiar, que complementa un jardín o que es su vedette, tiene una historia de vida que nace en la mente de empresarios que un día vislumbraron que el deleite de una zambullida a domicilio era un nicho factible de ser explotado. Tal es el caso de Acqua Piscinas, que nació en 1992 a raíz de la construcción de una piscina en la casa de quien luego sería uno de los socios de la firma. Comenzaron vendiendo cloradores de sal importados, un equipo que se instala en las piscinas recién construidas o en funcionamiento y que sustituye la aplicación de cloro ya que lo genera por electrólisis a partir de la sal. Posteriormente agregaron la venta de otros accesorios y el mantenimiento de piletas, tanto de hormigón como de fibra. En 1997 empezaron a ofrecer el servicio de diseño y la construcción de piscinas de hormigón, así como la instalación hidráulica y eléctrica.
Hace tres años Acqua abrió su primera sucursal en Punta del Este. Erica Freifogl, encargada de la sede central en Montevideo, explica que el proceso de construcción de la piscina se puede dar, salvo algunas excepciones, de dos formas. Una es a través de arquitectos, que le entregan a Acqua los planos de la piscina que diseñaron y ellos la cotizan. Normalmente los profesionales cuentan con su empresa constructora y, por lo tanto, la construcción del vaso de la piscina corre por su cuenta. De todos modos, trabajan con un cronograma común, ya que la obra se debe realizar en conjunto con la instalación hidráulica, eléctrica y el revestimiento, que competen a Acqua. La otra forma de trabajo es con clientes particulares que no tienen el proyecto de un arquitecto. De acuerdo con las características del jardín y las necesidades del interesado, se busca una forma adecuada para la piscina, se decide si será pintada o revestida, qué tipo de veredas perimetrales se colocarán, etc. En estos casos, Acqua terceriza la construcción del vaso de la piscina.
AKESSE. Esta empresa comenzó sus actividades en Uruguay hace veinte años de la mano de las mismas personas que hoy la gerencian, Adolfo y Daniel Bruzzone. Cuenta con representantes en Colonia, Paysandú y Punta del Este, además de su casa central en Carrasco. Venden piscinas prefabricadas que, aunque son conocidas comúnmente como "de fibra de vidrio", están compuestas en un 70% por dos capas de poliéster y reforzadas en un 30% con una capa de fibra de vidrio.
Si bien Akesse vende el vaso de la piscina y los equipos, la instalación la realiza otra empresa que trabaja con ellos. "El cliente ni se entera que las obras las hacen terceros, ya que se coordina todo para que reciba la piscina lista para zambullirse", señala María Alvarez, encargada del departamento de marketing del Grupo Akesse. Agrega que la clave para no tener problemas a futuro está en las precauciones y los tiempos que se tomen para la colocación del casco. Si el terreno es de tierra, hay que agregar arena. Esta se debe ir colocando a medida que se va vertiendo el agua dentro de la piscina para que la estructura se asiente correctamente. En menos de una semana queda instalado este tipo de piletas, con diversos accesorios incluidos.
Hasta hace cinco años la empresa importaba las piscinas de fibra de vidrio fabricadas por Akesse Brasil, pero en 2005 montó su propia planta de producción en Montevideo con la razón social Bazul S.A. Según Ricardo Daglio, encargado del departamento comercial de Akesse, esta fábrica demandó una gran inversión, pues cuenta con equipos de última generación, tales como compresores de alta presión y secadoras gigantes. El insumo principal de las piscinas es el poliéster que se importa de España. Este material les da el color celeste o arena y, por lo tanto, no hay que pintarlas.
MILETO. Fundada en 1964 por cuatro socios, entre ellos el padre de Jorge Segalés, su actual director, Mileto es una empresa familiar, a la cual recientemente se ha incorporado la tercera generación. "Vendemos exclusivamente equipamiento de piscinas. Salvo la construcción e instalación de las piletas, suministramos todos los componentes, equipos y accesorios necesarios, incluyendo veredas perimetrales, revestimiento, iluminación, tableros eléctricos, juegos como, por ejemplo, toboganes, etc.", subraya el empresario.
Cada vez más gente opta por tener piscinas climatizadas a pesar de que los sistemas de bombas de calor encarecen en un 20% el precio de la instalación. La razón es que el clima de Uruguay no permite practicar la natación al aire libre buena parte del año, según Segalés. Aclara el empresario que "la climatización normal aumenta la temperatura del agua en 7ºC con respecto al nivel térmico. Esto habilita el uso de la piscina desde octubre hasta mayo a un costo adicional de unos 2.500 pesos mensuales en la factura de UTE. Si el usuario no tiene inconveniente en gastar más electricidad, puede calentarla hasta 10ºC o 12ºC por encima de la temperatura ambiente. Pero no se puede pretender que funcione como un sauna".
OFERTA Y DEMANDA. Akesse instala aproximadamente cuatrocientas piscinas anuales. A su vez, Acqua construye unas seis o siete piletas al año para clientes particulares y veinte a través de arquitectos, señala la encargada de la casa central en Montevideo. "Las piscinas de fibra son, en términos generales, más económicas. Por lo tanto, cuanto más pequeña es la piscina que se quiere, o más estándar en cuanto a su forma, más grande es la brecha de precios entre las de fibra de vidrio y las de hormigón" aclara Freifogl. Agrega que "en esos casos, el interesado tiende a definirse por una de fibra. En cambio, si desea algo más grande o de diseño más original, opta por las de concreto".
El precio de una piscina varía según diferentes factores como el material de construcción (hormigón o fibra), el tamaño, el piso del terreno y el diseño. En Acqua una piscina estándar con todas las instalaciones puede costar entre US$ 10.000 y US$ 15.000, mientras que en Akesse la franja es más amplia: de US$ 7.000 a US$ 18.000. Si bien estos rangos de precios se aplican a las piscinas promedio, en Punta del Este construyen piscinas más costosas, que pueden llegar a costar US$ 40.000. Daglio explica que de los veinte modelos de fibra de vidrio que dispone Akesse, cuyos largos varían entre los 3,50 y 11 metros, los de mayor demanda oscilan entre 7 y 9 metros, con un valor aproximado de US$ 12.000.
Las dimensiones de las piscinas clásicas de Carrasco eran de cinco metros por diez. "Hoy más del 50% de las ventas de piscinas de hormigón son de cuatro metros por ocho porque los terrenos son más pequeños; y el promedio de los modelos de fibra de vidrio es más chico: tres metros de ancho por seis de largo", dice Daglio.
MANTENIMIENTO. El mantenimiento de las piscinas es otro rubro importante para Acqua y Akesse. Ambas brindan este servicio tanto para piletas de hormigón como de fibra, y las tarifas varían según las características de cada modelo. Por lo general, el personal controla las piscinas de los clientes una vez por semana en invierno y dos veces en verano, aunque cada usuario puede contratar tantas visitas mensuales como desee. Los costos varían según la frecuencia: una visita semanal a una piscina estándar (cinco por ocho metros) supone una cuota mensual de entre 1.000 y 1.700 pesos uruguayos.
Algunas tareas de mantenimiento consisten en el cepillado de las paredes, el aspirado del fondo, la limpieza del canasto de la bomba y del filtro, la remoción de hojas en la superficie y el agregado de cloro o sal. Hay servicios que se realizan una vez por mes, como revisar los tornillos de la bomba y, eventualmente, lubricarlos, verificar la línea de desagüe, etc. "Los técnicos toman una muestra de agua para analizar los niveles del cloro o sal, pH y sólidos disueltos. Luego se informa al cliente de dichos valores y qué productos necesitaría para contrarrestarlos, quedando a su criterio si los compra en la empresa o no", explica Freifogl.
Normalmente el costo de los productos químicos no se incluye dentro de la cuota del mantenimiento, explican los ejecutivos de Acqua y Akesse. Daglio argumenta que no lo incluyen porque, de esta forma, el interesado tiene la opción de comprarlos donde desee y en la dosificación que considere necesaria.
En cambio, los clientes de edificios con piscinas prefieren que se incluyan los productos en la cuota del mantenimiento porque les facilita el cobro de los gastos comunes a los propietarios.
Mileto no presta servicios tradicionales de mantenimiento. Según su director, resulta muy difícil competir en precios con particulares que, por lo general, no son profesionales en el rubro y ni siquiera tienen una empresa registrada oficialmente. Su empresa sí realiza las reparaciones de los equipos (motores, aspiradoras, luces, sistemas de cloración, etc.).
Cada empresa busca diferenciarse de la competencia
En un mercado tan competitivo, como es desde hace algunos años, el de instalación y equipamiento de piscinas, las empresas buscan la diferenciación. Algunas apuntan a dar un plus al cliente; otras ofrecen servicios únicos a efectos de posicionarse en la mente de los consumidores como los únicos que satisfacen una determinada necesidad.
Acqua Piscinas analiza gratuitamente las muestras de agua de las piletas para quienes no cuentan con el servicio de mantenimiento. Su personal las analiza y asesora sobre qué productos conviene aplicar. Si el cliente lo desea, puede comprar los productos en la propia empresa.
La encargada de Acqua señala que, a pedido de algunos clientes, han realizado obras por fuera del rubro "piscinas". Han construido fuentes en algunos edificios ya que el sistema hidráulico y de iluminación es muy similar al de una piscina. También han hecho estanques para patos y piletas especiales para peces japoneses.
Las piscinas prefabricadas de fibra de vidrio que comercializa Akesse admiten ser colocadas varias veces, ya que su estructura es muy sólida, dice María Álvarez. Algunos clientes deciden, después de un tiempo, cambiar la suya por una de mayor tamaño. En esos casos, se la retira y vende como artículo de segunda mano. Todos los años, entre junio y agosto, esta empresa organiza el "week off" que, en realidad, son veinte días de ofertas de unas diez o doce piscinas usadas y de descuentos especiales por avería u otros motivos de modelos nuevos y accesorios.
Mileto atiende a clientes de todo el país porque se están construyendo muchas piscinas en las estancias y las chacras marítimas. "Hoy apuntamos al `target` superior", enfatiza el director Segalés. Por ese motivo, la empresa abandonó la comercialización de las piscinas de fibra de vidrio y se retiró de la Costa de Oro, que es una zona que demanda mayormente modelos económicos. Hace cuatro años abrió una sucursal en Punta del Este para atender al segmento de mercado AAA, que no tiene inconveniente en buscar la excelencia en cada producto, pagar todos los impuestos y hacer los aportes a la seguridad social.
Esta empresa también está incursionando exitosamente en la venta de bañeras de hidromasaje de origen norteamericano de 6,25 metros cuadrados de superficie, que cuestan tanto como una piscina. "Generalmente, se instalan al lado de la pileta en un jardín o en las amplias terrazas de los penthouses", explica Segalés.