Cartera de productos diversificada y amplia

| La empresa posee un ingenio yerbatero en Sao Mateus do Sul (Brasil), donde se procesan las clásicas marcas nacionales Sara y Tabaré

Carrau & Cía., fundada en 1843, es una firma uruguaya eminentemente familiar que hoy está en manos de cinco miembros de la quinta y sexta generación. Ha sido una constante de la familia Carrau haber sabido elegir a sus miembros más capacitados y hábiles para dirigir la empresa, lo cual también requiere una cierta cuota de suerte. Por ejemplo, el manejo eficiente de los negocios se ve dificultado cuando el capital accionario se va fraccionando al aumentar, con el paso del tiempo, el número de integrantes de la familia. Felizmente, en cada generación siempre hubo alguien que hizo el esfuerzo de volver a concentrar el paquete accionario entre cuatro o cinco personas, ya sea hermanos o primos, de modo de poder centralizar la actividad de la empresa. Tampoco quiero dejar de mencionar el tema de la educación familiar. Cada uno de nosotros ha vivido inmerso en "el almacén", como decía nuestro abuelo, donde se nos inculcó que para ser parte de este negocio era necesario aprender a convivir con toda la familia, lo cual resulta de gran ayuda para superar las presiones de una actividad comercial muy exigente, afirmó el contador Ernesto Carrau, director gerente general de la firma. A continuación un resumen de la entrevista con ECONOMIA & MERCADO.

-¿Cuáles son las principales actividades de Carrau & Cía. ?

-Este negocio se inició como un pequeño almacén y progresivamente fue evolucionando hasta convertirse, primero, en importador. Luego se lo conoció como mayorista y, finalmente, en la década del sesenta, la empresa se transformó en distribuidor de marcas propias. Esto significó desarrollar una actividad industrial que hasta hoy es una parte importante del sustento de este negocio. En el presente, nuestra "misión" es distribuir marcas propias y marcas de terceros en exclusividad.

-¿Qué industrias giran en torno a Carrau & Cía.?

-La empresa cuenta con cinco plantas industriales de mediano y pequeño porte. Si bien desde siempre hemos representado a marcas internacionales de bebidas alcohólicas, a partir de los años sesenta, empezamos a elaborar y embotellar whiskies y licores a través de Chatillón S.A., una licorería en el Prado.

Representamos a los productos para el cuidado del hogar de la multinacional inglesa Reckitt Benckiser, que hemos elaborado durante muchos años en Atlantis S.A., una fábrica de productos químicos de limpieza, entre los cuales se destacan las clásicas líneas de desinfectantes Espadol, brillametales Brasso, las pomadas Nugget para calzado, desodorantes de ambiente Haze, etc. A su vez, Rimer S.A., también de nuestra propiedad, fabrica envases de plástico, destinando el 65% de su producción para Atlantis.

Hace más de cuarenta años invertimos capital en Granitol, cuya planta situada en el Km 24 de la Ruta 8 produce pinturas para el hogar y obra, esmaltes, barnices, fondos, etc. Algo más reciente es la planta de Lex S.A., que comenzó en 1970 empaquetando granos y cocoa, a los que luego se sumó el envasado de Té President, las especias y los productos alimenticios marca Santa Lucía (vinagre, azúcar impalpable, etc.).

ORGANIZACIÓN

-¿Cómo se maneja una cartera de productos tan amplia?

-Con el aumento de la competencia en los distintos rubros, se volvió muy difícil administrar la empresa en forma eficiente y poder desarrollar nuevas actividades comerciales. Por ese motivo, en 2005, Carrau & Cía. se reestructuró en cinco unidades de negocios: alimentos; bebidas alcohólicas; lubricantes, que trabaja con la línea de Castrol; productos de limpieza y cuidado personal, incluyendo edulcorantes; y logística, que maneja toda la operativa de nuestra empresa y presta servicios para terceros, especialmente para Diageo, que es la empresa líder en la distribución de marcas de whisky en Uruguay, así como para pinturas Belco.

-¿Cómo operan esas cinco unidades dentro de la empresa?

-Si bien estas unidades funcionan separadamente con un gerente, cada uno de ellos reporta al directorio de Carrau & Cía., estando centralizadas las áreas de finanzas y recursos humanos. En nuestras oficinas administrativas y de distribución trabajan 105 personas, que sumadas al personal de las plantas y de logística de la empresa totalizan 225 empleados.

-¿Cuál es la unidad que genera una mayor facturación?

-Hasta antes de vender la marca de whisky Old Times en junio del año pasado, el rubro bebidas representaba algo más del 40% de la facturación anual de la empresa que, en promedio, es de unos U$S 15 millones. En la actualidad, las bebidas equivalen al 20%-25% del total de ventas y, en consecuencia, las cuatro unidades de producción e importación se encuentran relativamente equilibradas. Mientras tanto, estamos tratando de intensificar el desarrollo de la unidad de logística, que actualmente moviliza unas 7.000 toneladas de mercaderías propias y de terceros.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS

-¿Qué bebidas alcohólicas elabora Carrau & Cía.?

-Además del whisky Gregson`s, marca que representamos hace varios años de la empresa Campari de Italia, nuestra planta de Chatillón S.A. produce toda la línea de licores Cazanove y vodka BLKA. Además, representamos a las marcas Cinzano y Fernet Branca de Argentina, la línea de vinos Marqués de Riscal de España, vinos López de Argentina y vinos Tarapacá de Chile.

Hace poco tiempo incorporamos el licor de dulce de leche marca Casa Carrau que ha tenido una buena receptividad en el exterior. Hemos exportado algunas partidas piloto a Brasil y México y estamos intentando ingresar al mercado norteamericano, para lo cual se debe tramitar una autorización especial por su contenido etílico.

-¿Por qué su empresa se desprendió de Old Times, una marca de whisky que impuso en la plaza uruguaya?

-En la medida que el mundo se ha globalizado, las grandes empresas multinacionales, básicamente Diageo y Pernod Ricard, están concentrando la producción y distribución de las marcas de whisky. Por lo tanto, consideramos que nos convenía venderle Old Times a Diageo, que estaba interesada en completar su portafolio con una marca nacional. De lo contrario, íbamos a tener que competir en una lucha que habría sido muy desigual por la disímil capacidad de las empresas participantes.

-¿En qué medida las marcas de whisky nacional pueden competir con las importadas?

-Luego de la crisis de 2002, los whiskies nacionales llegaron a tener un 60% del mercado local. Más tarde al mejorar el poder adquisitivo de los consumidores, se ha ido equilibrando la participación del producto extranjero y el uruguayo, que cada vez compite con mayores dificultades. A partir de junio de 2005 el whisky hecho en Uruguay perdió la diferencia tributaria en el Imesi, ya que gravaba en forma más onerosa a las bebidas importadas. Su derogación ha determinado que una botella de whisky escocés se diferencie del nacional sólo por el arancel de importación. La diferencia entre el precio del producto nacional y el importado es ahora muy pequeña, oscilando entre treinta y cuarenta pesos. La tendencia actual indica que las ventas de las marcas del exterior van a seguir creciendo sostenidamente.

Yerba mate de exportación

"Yerba Sara es un producto insignia de Carrau & Cía., que comenzó a comercializarse en 1918 y continúa teniendo mucha demanda, aunque con las fluctuaciones propias del mercado. Las marcas Sara y Tabaré son elaboradas en nuestro ingenio yerbatero de Sao Mateus do Sul, localidad cercana a Curitiba (estado de Paraná). Su importación y distribución en Uruguay es parte de las actividades que cumple nuestra unidad de alimentos. Además, Yerba Sara es el principal producto de exportación de la empresa ya que se coloca en pequeñas cantidades en los mercados de Argentina, Venezuela, Estados Unidos, Australia, España, etc.", explicó el director gerente general.

De cadete a Presidente

Un dato interesante de la biografía del presidente Tabaré Vázquez es que trabajó once años en empresas pertenecientes al grupo Carrau. Ingresó como cadete a los diecinueve años y pasó luego a la división administrativa. Al promediar su carrera en la Facultad de Medicina solicitó una tarea de medio horario y, dados sus excelentes antecedentes en las funciones cumplidas, fue transferido a Chatillón S.A., la planta de licores de Carrau & Cía., en donde se desempeñó en el área técnica aun después de haberse recibido de médico. "Siempre se destacó por ser un empleado sumamente correcto. Fue un gran orgullo cuando nos visitó poco tiempo después que fuera electo intendente de Montevideo, así como a la semana de haber ganado las elecciones nacionales de 2004", sostuvo el Cr. Ernesto Carrau, director gerente general de la firma.

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