Viajar en auto a Brasil para conocer las mejores playas

Un paseo por los balnearios del estado de Santa Catarina, en el sur del país. Los destinos más buscados y las tarifas estimativas para los que planean tomar la carretera.

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Florianópolis.
Foto: Commons.

Por Alejandro Rapetti / La Nación / GDA

Aunque para muchos parezca lejísimo o un viaje interminable, cada vez son más los que se animan a viajar al sur de Brasil en auto. Para evitar los altos costos de los vuelos, para tener movilidad en el destino, para disfrutar las horas en la ruta, los paisajes que se suceden por la ventanilla y la posibilidad de hilvanar balnearios conocidos con otros sitios menos explorados.

Las playas preferidas se reparten en la isla de Florianópolis, Bombas y Bombinhas y Camboriú en el estado sureño de Santa Catarina, que el próximo verano se espera que vuelvan a tener gran afluencia. Para los que están planeando la aventura rutera, viajeros frecuentes comparten algunas sugerencias de itinerarios posibles y playas para descubrir.

“La recomendación más importante para encarar un viaje en auto a Brasil es considerar al camino como parte de las vacaciones. Así que no corran, disfruten, jueguen, compartan”, incita Pablo Palmeiro, un verdadero experto a la hora de manejar al país vecino. Su primera experiencia al volante fue en 1980 en el coche de su padre, y desde 1996, comenzó a ir por su cuenta en forma ininterrumpida. Su pasión lo impulsó a desarrollar un sitio web y un grupo de Facebook sobre cómo ir en auto a Brasil, donde viajeros comparten todo tipo de consejos para conductores, recomendaciones sobre destinos, relatos, fotos, mapas y opciones de alojamiento.

Pablo disfruta de pasarse horas al volante en busca de las mejores playas, sin pasar por aeropuertos y acerca sus recomendaciones. Son unos 1.700 kilómetros de rutas repletas de paisajes para ver y disfrutar hasta Florianópolis. El clásico es hacer una escala en São Gabriel para descansar, y al día siguiente continuar. “De los 750 kilómetros que separan São Gabriel de Florianópolis, los primeros 300 (de mano única) son los que presentan más dificultad, por el tránsito de camiones. Por eso, muchos prefieren evitar el tramo de la BR 290 entre Rosário do Sul y Porto Alegre, y luego de llegar a Rosário do Sul toman la BR 158 hacia Santa María y desde allí la BR 287 a Porto Alegre. Es un recorrido 33 kilómetros más largo, pero se hacen más de 80 kilómetros de autopista antes de llegar a Porto Alegre. La contra es que tiene varios peajes”, precisa Palmeiro.

Y añade que por vía São Gabriel solo hay 15 kilómetros de autopista antes de llegar a Porto Alegre, y desde allí son 100 kilómetros más de la BR 290 hasta Osorio, en donde se empalma la BR 101. “De todas formas, salvo algunos tramos cortos, las rutas están en muy buenas condiciones, con muchos kilómetros de autovía para disfrutar del viaje”, asegura.

Playa de Florianópolis. Foto: O'Globo (GDA).

Tips de viaje.

Generalmente, los peajes se ubican en los accesos de las grandes ciudades. Es recomendable viajar en horarios diurnos, respetar las leyes de tránsito y límites de velocidad, ya que en algunas oportunidades se hacen controles de multas impagas al salir del país.

Consultado sobre las estaciones diesel en Brasil, Palmeiro aclara que hay muchas, pero el problema es que solo los camiones y ómnibus son diesel en el país vecino, por lo que no hay talleres que puedan reparar cualquier tipo de desperfecto en este tipo de motores, tanto en la ruta, como en las ciudades.

Viviana Sequeira tiene 63 años, vive en Buenos Aires, y desde hace 15 viaja a Brasil en auto con familiares o amigos. “Los primeros cinco trayectos los hice en febrero, porque mi hijo estaba en el secundario. Hace 10, los hago en marzo, con temperaturas que por lo general son más estables y con mejores precios. Hemos cruzado por Colón, entrando a Uruguay por el puente internacional y luego hasta Santana do Livramento. También por Concordia cruzando a Uruguay por Salto Grande hasta Quaraí (Brasil). O por Paso de los Libres (Corrientes). En otra oportunidad hemos recorrido la costa uruguaya entrando a Brasil por Chuí”, cuenta Viviana.

Se sabe, Santa Catarina es uno de los destinos más buscados por la calidad y variedad de sus playas; solo en la isla de Florianópolis (la capital catarinense) existen unas 50 playas principales y otro tanto pequeñas; la mayoría aptas para bañarse; las del norte son las de mejor infraestructura; las del sur combinan belleza natural con un entorno más agreste. A partir de octubre se activan todos los servicios costeros que cierran en la temporada baja luego de Semana Santa.

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