"Urgen meteorólogos de carrera"

| Marcelo Barreiro logró preciada distinción de las Naciones Unidas en el campo de la Física. Habla de la necesidad de universitarios en la predicción del clima.

 20090911 600x438

LEONEL GARCÍA

Nadie estudia ciencias por Descartes". Marcelo Barreiro tiene una explicación para cada caso de su desarrollo académico. Desde joven le interesaba lo mecánico y lo aplicable al mundo real. Por eso obtuvo su Licenciatura primero y su Maestría después en Física, en Uruguay. Luego se apasionó por la circulación atmosférica y obtuvo en 2003 su Doctorado en Oceanografía en la Universidad A&M de Texas, EE.UU. El mes pasado, tanta ciencia le dejó espacio a festejos varios: nació su segundo hijo, cumplió 38 años y fue galardonado con el prestigioso premio Edward Lorenz de la ICTP, un organismo dependiente de Naciones Unidas dedicado a promocionar investigaciones sobre la física.

Barreiro recibió la distinción por sus investigaciones sobre el Océano Atlántico Tropical y los paleoclimas. En el primer caso estudia los fenómenos climáticos que ocurren en esa región y su impacto en la atmósfera. En el segundo, analiza las condiciones de la Tierra de tres millones de años atrás a la fecha. Y todo está relacionado con un objetivo: saber hacia dónde vamos.

"La ciencia se va aproximando poco a poco a llegar a alguna conclusión al respecto. La única manera de saber eso es conocer qué tipo de climas tuvo la Tierra. Hace tres millones de años, las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera eran alrededor de 400 partes por millón (ppm). Hoy, en un período interglaciar, estamos rondando las 390. En aquel entonces, la temperatura media era superior en dos o tres grados, el nivel del mar era más alto y no había hielos permanentes en el hemisferio norte. Cuando surgió el hombre y en épocas preindustriales (hasta la segunda mitad del siglo XVIII), esa concentración era de 280 ppm. Y si seguimos emanando esos gases, no hay duda ninguna de que la temperatura y el nivel del mar van a aumentar y los hielos se van a derretir", afirma el experto.

¿De cuánto serán esos cambios? Eso aún no está claro para la ciencia. En su especialidad, Barreiro tiene un Santo Grial llamado "sensibilidad climática". Esto es, el aumento de la temperatura global terrestre si se duplica en la atmósfera la concentración de gases de efecto invernadero respecto a tiempos preindustriales. Y si en 250 años se aumentó lo mismo que entre glaciaciones -separadas por milenios- ese umbral no puede considerarse lejano. "Los modelos indican que, de pasar eso, la temperatura del planeta va a aumentar unos tres grados". Todo en teoría, todo dependiendo de las variaciones oceánicas, atmosféricas y la acción del hombre.

Urgencia. Pero además de las implicaciones de la variabilidad tropical atlántica y los antecedentes de la prehistoria, Barreiro tiene otra tarea más actual y menos teórica. Es responsable y docente de la Unidad de Ciencias de la Atmósfera del Instituto de Física de la Facultad de Ciencias (Universidad de la República). Como profesor de la flamante Licenciatura de Ciencias de la Atmósfera sueña con el surgimiento en el país de una camada de meteorólogos universitarios. "Eso no es una necesidad, es una urgencia".

-¿Cómo califica las predicciones meteorológicas actuales en Uruguay?

-Como en todo lugar del mundo, son mejorables. Pero creo que el grado de confiabilidad en Uruguay está debajo de la media del nivel mundial. Lo que hay que resaltar es que acá, en ningún organismo del Estado, hay meteorólogos universitarios. Eso no quita que no tenga que haber técnicos (como los predictores actuales), que son los que manejan los pronósticos. Pero tenemos que movernos hacia lo universitario, como ocurre en todas partes del mundo desarrollado.

-Cuando habla de confiabilidad, deduzco que no se refiere solo a la percepción popular.

-No, claro. Lo que tendría que hacerse es muy simple: es la verificación de pronósticos al día siguiente, ver lo que pasó. Y que yo sepa, no se hace. Es la manera más fácil y la forma más objetiva de pasar un test de confiabilidad.

-¿Y quién salvaría ese test?

-No lo sé. Sí estoy seguro que a mejor formación de la gente, más lo salvaría. Por esto está esta nueva licenciatura, que es un resultado del temporal de 2005 (ver nota aparte).

recursos. Más allá del universitario, Barreiro no ha tenido reconocimiento oficial por su premio. Considera insuficientes los recursos con los que cuenta tanto él como su unidad para investigar, aunque con la llegada de un clúster de computadoras, proveniente del Centro de Meteorología del Mercosur, que permite realizar cálculos en paralelo, se produjo un cambio cualitativo importante. "Ahora es posible guardar un modelo de simulación atmosférico en Uruguay. Hace un año no se podía". Este equipo está disponible para los investigadores del clima en Uruguay. Hay otro clúster, además, destinado para los integrantes del Programa de Desarrollo de Ciencias Básicas (Pedeciba), como él. De cualquier forma, asegura, no es ahí donde están las principales carencias.

"En lo referido a la meteorología, la falta de fondos no es el problema. Todos nos hemos dado cuenta de lo importante de estudiar el tema. Lo que faltan son recursos humanos, estudiantes que les interese el área y que contribuyan al desarrollo y estudio del clima en Uruguay. Lo que hacen falta son recursos humanos. Fondos hay o se consiguen, y hay gente calificada para educar", enfatiza.

-¿Qué canal ve para saber cómo va a estar mañana?

-No tengo televisión, ¡en serio!

-¿Qué opinión le merece el trabajo de los meteorólogos televisivos o los de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM)?

-Cada uno de ellos trabaja, hace sus pronósticos, y al día de hoy son gente de referencia en el país... yo diría que por la falta de meteorólogos universitarios. ¡No tengo nada contra ellos, hacen lo que pueden con su formación! La DNM se vería muy beneficiada por esta nueva licenciatura.

-Usted dijo que los meteorólogos actuales son una referencia nacional, y que en el país la confiabilidad está por debajo de la media...

-Saque sus conclusiones.

Una Licenciatura "hija" del temporal de 2005

La Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera es, de acuerdo con el doctor Marcelo Barreiro, una consecuencia del violento temporal que azotó el sur del país el 23 de agosto de 2005. La noche de ese día, sin que se emitiera alerta meteorológica, vientos que llegaron a alcanzar los 200 kilómetros por hora golpearon la zona costera. Hubo 10 muertos, miles de evacuados y daños materiales jamás del todo mensurados. Desde entonces, las predicciones quedaron en el ojo de la tormenta.

"Luego del temporal, a nivel institucional se entendió la necesidad de mejorar la meteorología en el país. Lamentablemente, muchas cosas recién se desarrollan cuando ocurren cosas graves", dice.

Esta licenciatura comenzó en 2007 y se puede cursar en la Facultad de Ciencias o en la de Ingeniería, con asignaturas equivalentes. Cuenta con ocho docentes, provenientes de diversos ámbitos, y se han inscripto unos 30 alumnos por año. Los primeros egresos, luego de cuatro años de estudios, ocurrirían a fines de 2010. Los interesados deben haber cursado al menos una matemática en sexto de liceo.

"Hay que diferenciar a los futuros licenciados de los meteorólogos (los que egresan de la Escuela Nacional de Meteorología son técnicos). Estos últimos se dedican a la predicción del tiempo, mientras que en esta licenciatura se engloban los pronósticos, la mecánica y el estudio de los fenómenos climáticos. Es muy amplio, los que se reciben pueden encarar su carrera hacia un perfil económico, físico, estadístico, del tiempo o del clima", afirma Barreiro, que enfatiza en la necesidad, o urgencia, de tener "profesionales universitarios" en esta área.

¿La tercera será la vencida? Ya hubo dos intentos anteriores de llevar la meteorología a rango universitario en Uruguay. Estas experiencias transcurrieron entre los años 70 y 90. "Solo hubo dos egresadas", recuerda Barreiro. La única licenciada en Meteorología en Uruguay se llama Madeleine Renom y es una de las docentes de la nueva carrera. "Y la otra está haciendo un doctorado en el extranjero", agrega.

Por información y requisitos para esta carrera consultar a meteo.fisica.edu.uy (Ciencias) o www.fing.edu.uy/imfia (Ingeniería).

Primavera se avecina más lluviosa

El doctor Marcelo Barreiro no es predictor ni meteorólogo, pero sus observaciones sobre el comportamiento actual del clima y el análisis estadístico le permiten suponer que la primavera cercana tendrá más precipitaciones que lo habitual. Según la Dirección Nacional de Meteorología (DNM), este promedio para esta estación en Uruguay es de 320,9 milímetros (litros por metro cuadrado).

"En estos momentos se está desarrollando el fenómeno de El Niño en el Océano Pacífico. Hay un calentamiento normal. Y eso, estadísticamente, hace traer más lluvias para la primavera en nuestra región", señala el experto.

Barreiro dice que aún es muy pronto para visualizar qué podría pasar en el próximo verano. "El efecto de El Niño disminuye mucho en lo relativo a esa estación para nuestra región. Todavía hace falta un par de meses para saber a ciencia cierta cómo puede venir".

¿asesores? En una cartelera del pasillo del Instituto de Física, está colgada una noticia de El País con fecha 20 de agosto. El artículo se titula "Alertan a policías de fuerte temporal en mes de octubre" y habla de un pedido del Ministerio del Interior a las jefaturas departamentales para alertar a las localidades sobre eventos climáticos adversos. Al costado, con lapicera, está escrita una pregunta retórica: "¿Quién asesora al gobierno?"

¿Ironía? ¿Inquietud? Un sonriente Barreiro lo explica: "Lo único que podría preverse científicamente hoy con cierta certeza es si va a llover más o menos, ¡pero no si van a haber temporales en octubre!"

Edward Lorenz

Fuera del ámbito científico, Edward Lorenz (1917-2008) no es conocido. Pero aunque sea gracias al cine, todos tienen alguna idea de los términos "efecto mariposa" -la gran sensibilidad de un sistema a las condiciones iniciales- y "teoría del caos", que fueron su campo de investigación. Este meteorólogo y matemático estadounidense le dio su nombre al premio que el Centro Internacional de Física Teórica (International Centre for Theoretical Physics, ICTP, institución de la ONU con sede en Trieste, Italia) otorga desde 1982 a todos aquellos expertos que hayan realizado "un excepcional y original aporte" en física, matemática o ciencias atmosféricas, según señala en su página web. El uruguayo Marcelo Barreiro fue el ganador este año del galardón consistente en una escultura, una medalla, un certificado y un premio en efectivo de 3.000 euros. "Yo me enteré llegando a la oficina, a través de un correo electrónico que me enviaron", dice el investigador y docente. Barreiro deberá ir a Trieste en junio de 2010 a recibir su premio.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar