Superpoderes que son reales

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CRISTIAN M. GONZÁLEZ*

La telaraña con la que el Hombre Araña se mueve suspendido de los edificios hace rato que dejó de ser un elemento de película: hoy existe un material llamado Spectra que tiene el grosor de un lápiz y es capaz de sujetar el peso de seis autos sin problemas. "Con una hebra del grosor del cabello humano sería capaz de sostener a una persona", dice el periodista argentino Juan Scaliter.

Cientos de datos similares son los que este divulgador de temas científicos -radicado en España hace diez años y columnista de la revista Quo- se dedicó a recolectar durante meses para dar forma al libro La ciencia de los superhéroes, en donde busca mostrar que gran parte de los poderes de los personajes de las historietas dejaron de ser asunto de la imaginación.

Con entrevistas a astrobiólogos, físicos, neurólogos, expertos en virus y nanotecnología, entre otros especialistas, recopila los hallazgos que en apenas 40 años han hecho posible explicar o materializar algunos de los poderes de los personajes de los cómics.

El libro analiza a 65 figuras, entre héroes y villanos; permite entender, por ejemplo, cómo la ciencia ha logrado recuperar recuerdos del cerebro (uno de los poderes de Linterna Verde) o diseñar un suero para convertirnos en superatletas (como Capitán América). "Estos personajes reflejan las preocupaciones e investigaciones del momento de su creación. Cuando surge Superman en 1938, se iniciaba la carrera espacial y la posibilidad de descubrir vida afuera", comenta Scaliter, para quien no deja de ser curioso que en todas las historietas hay un científico dando vueltas.

El exoesqueleto de Ironman. El protagonista de este cómic creado en 1963 debe utilizar una armadura especial para evitar que los fragmentos de una bomba que están en su cuerpo lleguen hasta su corazón. La armadura, además, le permite aumentar su fuerza. En el mundo real, lo más parecido a esto es el XOS 2, un exoesqueleto diseñado en la Universidad de Utah para facilitar las tareas de los soldados. Se trata de una carcasa que rodea el cuerpo y que gracias a una pequeña mochila permite imitar todos los movimientos que se realizan.

Los poderes de Superman. La gran fuerza del Hombre de Acero radica en que viene de un planeta con una gravedad 1.000 veces superior a la de la Tierra, algo que en la práctica se estima imposible. Si en Kriptón podía levantar 100 kilos, acá es capaz de sostener mil veces ese peso sin agitarse. Su capacidad de volar, en tanto, podría llegar de la mano de superconductores, materiales que son millones de veces más eficientes en la transmisión de electricidad. A través de imanes construidos con esta tecnología y colocados en la superficie terrestre, se podría surcar los cielos al usar un cinturón con imanes del mismo polo. "Al tener idéntica polaridad, se rechazarían y nos permitiría construir autos flotantes o volar... casi como Superman". El único problema es que aún no se desarrollan superconductores que funcionen a temperatura ambiente. Pero se trabaja en ello.

El lazo de la Mujer Maravilla. Una de las armas que posee la superheroína creada en 1941 es el lazo de la verdad, que obliga a cualquier persona sujeta con él a ser sincero. Casualmente (o no), el creador del personaje fue el psicólogo William Moulton Marston, inventor del primer aparato para detectar mentiras. Hoy existen sistemas de imágenes de resonancia magnética capaces de identificar la actividad cerebral en forma precisa. "Cuando una persona miente, utiliza más regiones de su cerebro, ya que debe usar la imaginación, la memoria y otras regiones diferentes para su `invención`". Esta tecnología ya se usa en algunos juicios en Estados Unidos.

El traje de Batman. Salvo su inteligencia y dinero, sin su traje Batman es un mortal como cualquiera. Es en su equipamiento donde radica gran parte de su condición de superhéroe. Hoy la mayoría de sus materiales existen: chalecos antibalas, tejidos con microcápsulas que usan la energía que se desprende cuando una sustancia cambia de estado sólido a líquido y viceversa; camisetas de uso militar que controlan unos 30 parámetros vitales de quien la usa mediante sensores en la prenda; o tejidos con memoria, es decir, un material capaz de presentar una forma determinada y cambiar a otra gracias a un estímulo eléctrico o térmico. Esto es lo que permitiría, por ejemplo, que una capa adopte una posición rígida y permita planear. * El Mercurio/GDA.