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Privilegiado kilómetro cero

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La idea de hacer en ese punto una plaza pública surgió en 1829.

Alrededor de la Plaza Cagancha se conjugan distintos estilos de arquitectura: del eclecticismo al modernismo puro en pocos pasos.

DANIELA BLUTH

Todas las mañanas Silvana Toletti abre el kiosco sobre la acera Sur de la Plaza Cagancha y respira el ajetreo céntrico con orgullo. Ese mismo negocio lo inauguró su bisabuelo, hace ya 80 años. Y aunque muchas cosas cambiaron en el punto cero de la capital, otras tantas se mantienen en el tiempo. "Es el mejor lugar para estar", dice sin titubear Silvana. "Siempre hay movimiento, por acá pasa todo el mundo, hay turistas, parada de ómnibus, gente de paso, comercios...". Mientras los tiempos y el ritmo de la ciudad y su gente son otros, los emblemáticos edificios aparecen como aquellos que le dan al entorno ese porte majestuoso que ha caracterizado a la Plaza, casi, desde su origen.

La idea de tener una plaza pública en la intersección de 18 de Julio y Rondeau surgió cuando, en 1829, el ingeniero José María Reyes diseñó lo que entonces se denominó "Ciudad Nueva", una zona de la capital más allá de la parte colonial. Siete años más tarde, el arquitecto Carlo Zucchi rectanguló el trazado original del lugar, que inicialmente se destinó a un mercado de frutas y verduras. Sin embargo, fue recién en 1905 que el arquitecto francés Charles Thays remodeló la plaza con un diseño más acorde a su importancia en el entorno urbano. Así, en aquellas primeras décadas del siglo XX se fue engalanado con soberbios edificios, la mayoría de los cuales conforman su imagen actual: Ateneo de Montevideo, Palacio Piria, Palacio Chiarino y Montero, Museo Pedagógico, edificio del diario El País y complejo del cine-teatro Plaza.

El nombre de Cagancha —que también varió según la política y el conflicto de turno hasta quedar definitivo a partir de 1865— se refiere al arroyo del departamento de San José, en cuyas inmediaciones el general Fructuoso Rivera venció a las fuerzas del general argentino Pascual Echagüe, el 29 de diciembre de 1839. También hay quienes —erróneamente— la llaman Plaza Libertad, por la estatua levantada en su centro (obra del escultor José Livi) en 1867. Sin embargo, el que fuera el primer monumento público de Montevideo no simboliza la libertad sino la paz, en recuerdo al final de la revolución del general Venancio Flores.

El sur.

El hecho de ser el kilómetro cero de las carreteras nacionales cobra un significado especial en el sector Sur de la Plaza. Es que allí, donde hoy funciona el Palacio de los Tribunales (y el Café Tribunales en la planta baja) tenía su edificio central la ONDA, la empresa que con su distintivo galgo transportaba pasajeros a todos los puntos del país. Ese rincón de la Plaza era, por ende, era un centro social por excelencia. "El edificio de la ONDA lo conoce todo el mundo, pero el que más le llama la atención a los turistas es el de Piria", comenta Silvana. Se refiere al Palacio Piria, actualmente sede de la Suprema Corte de Justicia, encargado al arquitecto francés Camille Gardelle en 1917. Desarrollado en tres plantas, combina un estilo ecléctico historicista con decenas de símbolos alquímicos —debilidad de su propietario— como óvalos, águilas, ramos de laurel y rosas.

Para la arquitecta y diseñadora Gabriela Pallares, el Palacio Piria es ejemplo del proceder de las "familias acaudaladas" de principios del siglo XX "que contrataban arquitectos franceses pero tenían licencias estéticas variadas según gusto de sus propietarios". Hoy, Pallares destaca su buen estado de manutención, consecuencia de albergar una dependencia pública.

De ese mismo lado de la plaza también estuvo el Palacio Jackson, un edificio de estilo renacentista italiano cuyos planos originales eran del arquitecto Juan Tosi. Esta construcción no solo ostentó el primer ascensor que se instaló en Montevideo sino que fue sede de la Intendencia Municipal de Montevideo hasta el año 1941. Fue demolido en 1979. Actualmente, en su lugar hay un moderno edificio de oficinas, con locales comerciales en la planta baja sobre 18 de Julio.

El norte.

De ese lado de la principal avenida la conjunción de estilos y épocas se hace aún más evidente. A dos moles ecléctico-historicistas con influencias italianas y francesas como son el Ateneo de Montevideo y el Museo Pedagógico —ambas de comienzos del siglo XX—, le sigue una construcción moderna y despojada, obra del arquitecto Rafael Lorente Escudero, como es el Cine Teatro Plaza. Adquirido en 2012 por la Iglesia Pentecostal Dios es Amor, hoy está cerrado al público y en estado de abandono.

Sin embargo, todas las miradas —y muchos de los elogios— se las llevan los edificios de viviendas que flanquean la plaza sobre 18 de Julio. Tanto el Palacio Chiarino como el Montero, ambos de la década de 1920, fueron pensados para albergar viviendas, con un interior plagado de detalles y excelentes terminaciones. La planta baja del Palacio Montero, además, alojó durante años al mítico Café Sorocabana. Hoy, allí funciona La Cigale.

Declarada Monumento Histórico Nacional en 1975, la Plaza Cagancha, dice Pallares, es "un buen ejemplo" de la variedad estilística de Montevideo. "En pocas cuadras se encuentran edificios de distintos siglos, influencias estéticas y ejecución. Todos ellos hablan un lenguaje diferente y dotan a este espacio, justamente, de un diferencial con respecto a otras plazas, sobre todo europeas, donde abunda la homogeneidad constructiva".

PALACIO PIRIA.

Perfil: Ubicado en el costado sur de la Plaza Cagancha, actualmente es la sede de la Suprema Corte de Justicia. Fue encargado por Francisco Piria en 1917 al arquitecto francés Camille Gardelle. De estilo ecléctico, fusiona ingredientes franceses, italianos, griegos y símbolos de la alquimia.

ATENEO DE MONTEVIDEO.

Perfil: El edificio original se construyó alrededor de 1900 con influencias del estilo renacentista italiano y francés. Aunque fue intervenido en varias oportunidades, aún mantiene su coherencia estética. Su gran porte condice con la importante función cultural que cumplió en el siglo XX.

PALACIO DE LOS TRIBUNALES

Perfil: Aunque muchos lo siguen llamando el "edificio de la ONDA", poco queda allí de la desaparecida compañía. El Palacio de los Tribunales alberga todos los juzgados civiles, los tribunales de apelación y la escuela de jueces. En la planta baja, funciona desde 2010 el Café Tribunales.

PALACIO MONTERO.

Perfil: Emblemática e histórica sede del Café Sorocabana, este edificio de 1925 es uno de los ejemplares de vivienda más lindos de Montevideo. Más allá de su fachada y cúpula, en el interior cuenta con un ascensor con estructura de hierro a la vista que es una joya en sí mismo.

EDIFICIO DIARIO EL PAÍS.

Perfil: El edificio se construyó en la década de 1930 para albergar la redacción y la administración. Además, en el subsuelo se instalaron las rotativas del diario, capaces de editar 50.000 ejemplares por hora. Hoy allí funcionan varias oficinas y en el subsuelo el Teatro del Centro.

COMPLEJO CINE TEATRO PLAZA.

Perfil: Obra del arquitecto Rafael Lorente Escudero e inaugurado en 1950, el Plaza fue el cine con mayor capacidad (2.000 localidades) del país hasta la apertura el Censa. El complejo incluía el Central (800 butacas). A fines de 2012 se vendió a la Iglesia Pentecostal Dios es Amor.

MUSEO PEDAGÓGICO JOSÉ P. VARELA

Perfil: Junto con el Ateneo, conforma el sector clásico de la Plaza Cagancha. Es un edificio de menor escala, pero igual de ecléctico en su estilo. Está abierto durante el año lectivo y tiene como objetivo preservar y difundir el acervo museográfico referido al área de la educación.

PALACIO CHIARINO.

Perfil: Obra de los arquitectos Antonio Chiarino, Bartolomé Triay y Gaetano Moretti, su mayor riqueza está en el interior: bóvedas ojivales y pisos de mármol en los balcones, artesonados en techo y boiserie de madera en muros. Más de una vez fue utilizado como locación para rodajes.

PRIMER GRAN MONUMENTO

Luego de albergar durante muchos años una feria de abastecimientos agrícolas, en 1867 se inauguró en el centro de la Plaza Cagancha el Monumento Columna de la Paz, obra del escultor italiano José Livi (1830-1890). Su objetivo era rendir homenaje a la paz tras la revolución de 1863-1865, liderada por el general Venancio Flores.

DE CASA Y ENTRECASA

El edificio central del diario El País fue diseñado en 1933 por el más prestigioso estudio de arquitectos de la época: De los Campos, Puente & Tournier. Cuando se inauguró, en 1938, albergaba oficinas y viviendas de apartamentos. Más allá de su estilo, de líneas simples y carente de decoración, su singularidad es que fue construido para soportar la vibración y absorber los ruidos de las grandes rotativas de impresión del periódico, que estaban instaladas en el subsuelo. Para ello se utilizó hormigón armado de alta resistencia y aislantes especiales. En 1953, la misma firma de arquitectos construyó otro edificio, sobre la calle Cuareim (hoy Zelmar Michelini), donde actualmente funciona la redacción. Desde 2009 el diario cuenta con una moderna planta impresora de 17.000 metros cuadrados sobre la Ruta 1.

La idea de hacer en ese punto una plaza pública surgió en 1829.
La idea de hacer en ese punto una plaza pública surgió en 1829.
Palacio Piria
Palacio Piria
Palacio de los Tribunales
Palacio de los Tribunales
Museo Pedagógico José Pedro Varela
Museo Pedagógico José Pedro Varela
Ateneo de Montevideo
Ateneo de Montevideo
Complejo cine-teatro Plaza
Complejo cine-teatro Plaza
Palacio Chiarino
Palacio Chiarino
Edificio central diario El País
Edificio central diario El País

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