Melatonina y el reloj biológico

DR. PABLO PERA PIROTTO

La melatonina es una hormona que es producida por la glándula pineal o epífisis, que está ubicada en nuestro cerebro. Descubierta a fines de la década del sesenta, en un comienzo se relativizó la importancia de su función, pero investigaciones posteriores determinaron su estrecha relación con el llamado "reloj biológico" del organismo. Sobre todo se ha visto que participa activamente en la regulación de los ciclos de vigilia y sueño en el ser humano. Su secreción sigue un ritmo: aumenta con la oscuridad de la noche, lo que induce entre otras cosas al sueño, y desciende cuando la luz solar es captada por la retina.

Pero, sus niveles no se mantienen toda la vida en los mismos valores, sino que bajan significativamente con la edad: son muy altos en la niñez y alcanzan valores mínimos cuando se llega a la vejez. Esta es una de las causas de los trastornos del sueño que se observan con frecuencia en las edades avanzadas, en donde durante el día hay muchos momentos de somnolencia, y durante la noche, el despertar suele darse muy temprano en la madrugada o parcialmente varias veces. Todo esto termina por alterar la calidad de vida no solo del anciano sino también de todo el grupo familiar con el que convive.

Precisamente es en estos casos en los que el médico prescribe con más frecuencia melatonina formulada como medicamento. Normalmente, la indicación es tomar un comprimido una hora antes del momento esperado del sueño.

Este fármaco también se administra en individuos que han realizado viajes largos en avión, atravesando varios meridianos y por lo tanto cambiando marcadamente el huso horario, sin darle tiempo a su cuerpo a adaptarse. Los efectos de lo que se conoce como "jet lag" son reducidos e incluso prevenidos al suministrarse melatonina.

Esta sustancia tiene además potentes efectos antioxidantes, por lo que se la está utilizando en la medicina antienvejecimiento. Si bien esta indicación no es aceptada por la totalidad de la comunidad científica, algunas investigaciones apoyan sus acciones beneficiosas sobre la calidad de la piel, las enfermedades neurodegenerativas así como en el tratamiento y prevención de la osteoporosis y la aterosclerosis.

Pero, es importante dejar en claro que no se trata de un medicamento inocuo, que pueda ser tomado en cualquier caso. El profesional es quien deberá evaluar en primer lugar si es pertinente su indicación teniendo en cuenta la historia clínica del paciente y, sobre todo, qué otros medicamentos está recibiendo. Claramente no se recomienda su uso en mujeres embarazadas o que se encuentren en el período de lactancia.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar