Hongos que manchan la piel

DR. PABLO PERA PIROTTO

Durante el verano es común que aparezcan manchas en el cuerpo, sobre todo en el pecho, la espalda, el abdomen y los sectores de los miembros superiores e inferiores más cercanos al tronco. Se acompañan de una molesta picazón, y quienes las padecen en general saben que son consecuencia de una infección por hongos en la piel, que comúnmente se empieza a manifestar cuando los días se vuelven más cálidos y húmedos.

La piel grasa y la transpiración colaboran con la generación de un microambiente que asegura las condiciones propicias para la proliferación de un microorganismo que vive normalmente en ciertas zonas de nuestro cuerpo. Por ejemplo, abunda en el cuero cabelludo, siendo responsable también de la caspa.

Malassezia furfur es nombre del agente causante de esta patología, que se conoce con el nombre de pitiriasis versicolor. Como su nombre lo indica, esas manchas de forma irregular y tamaño variable pueden tener distintos colores, desde blanquecinas hasta castañas, y es característico que presenten una fina escama en su superficie.

Afecta a todas las edades, pero se ve con bastante frecuencia en personas jóvenes y niños.

Si bien es una enfermedad benigna, no cura en forma espontánea, y en ocasiones puede presentarse rebelde al tratamiento, e incluso es común que vuelva a aparecer poco tiempo después de haber sido curada. Esto se debe a que el agente causante es muy difícil de erradicar en forma total de la superficie cutánea.

Además, prolifera cuando bajan nuestras defensas, y está comprobado que hay individuos que tienen una predisposición especial a padecerla.

También es importante realizar un correcto diagnóstico, ya que existen otras enfermedades que pueden resultar parecidas, como por ejemplo el vitiligo (cuyas manchas son mucho más blancas, no tienen escamas y pueden afectar otras áreas del cuerpo), y algunos tipos de dermatitis, sobre todo en los niños. Por eso, antes de iniciar cualquier medida terapéutica lo mejor es consultar al médico especialista en piel.

En primera instancia, para combatir la piritirasis versicolor, hay que tomar las medidas adecuadas para impedir el desarrollo del hongo; es decir, evitar el calor y humedad sobre nuestro cuerpo, secándose bien al bañarse y tratando de no permanecer con vestimenta demasiado abrigada en los días calurosos (aunque a veces las exigencias laborales así lo exijan).

Otra de las recomendaciones médicas es utilizar champúes que contengan en su formulación derivados del sulfuro de selenio, pitrionato de zinc, ácido salicílico o ketoconazol al 2%, un antimicótico muy eficaz para matar el hongo.

De esta forma se logra disminuir gran parte de la población de este microorganismo que, como se mencionó, vive en el cuero cabelludo. Incluso es recomendable que la espuma se deje correr por las áreas del cuerpo afectada.

Desde hace muchos años se utiliza también la loción Neo RB colocándola sobre las manchas, siendo muy efectiva para el tratamiento, que en casos muy extensos o rebeldes, impone también la administración de fármacos antimicóticos, como por ejemplo el fluconazol.

Por último, es importante dejar en claro que a pesar de que la persona esté curada, las manchas en su piel pueden persistir. La forma de saber si el hongo ha sido eliminado efectivamente, es raspando suavemente las zonas hipo o hiperpigmentadas; si no aparece la descamación al hacerlo, eso significa que allí no se encuentra más y la pitiriasis se ha solucionado.

Pero, de todas formas, el cambio de la coloración puede mantenerse incluso por varios meses, hasta que se le logre una repigmentación completa.

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