Europa sobre rieles

| La red de servicios de tren dentro del Viejo Continente abarca 25.000 destinos. Todos los tramos pueden comprarse en Uruguay.

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EUROPA | MIGUEL BARDESIO

Se puede llegar a Madrid, de ahí hacia Barcelona y luego a París. La disyuntiva será después si cruza el Canal de la Mancha rumbo a Londres o se va a Berlín, República Checa, Polonia o Austria. También puede quedarse del otro lado de los Alpes y recorrer Italia o Grecia. Las opciones de conexión sobre las vías de Europa son casi infinitas y todo se puede por la forma más romántica de viajar: en tren. La red de servicios ferroviarios del Viejo Continente abarca más de 25.000 destinos, virtualmente todos conectados y cualquiera de los tramos pueden comprarse desde Uruguay.

Cada vez más viajeros de América del Sur eligen el tren para sus desplazamientos en Europa. De acuerdo a cifras de Rail Europe -la empresa que comercializa los pasajes de tren en la región- unos 140.000 pasajeros al año eligen este medio de transporte a la hora de planificar su ruta por el Viejo Continente. Las opciones son múltiples: puede comprarse un tramo (Madrid-Barcelona, Roma-Viena o París-Bruselas, por ejemplo) o un pase ilimitado que por unos 1.400 euros permite viajar por 22 países en primera clase. También hay pases libres dentro de un solo país o algunos que alcanzan hasta dos o tres naciones limítrofes para armar el viaje a la medida del pasajero.

En Uruguay, con el servicio de pasajeros prácticamente discontinuado desde 1988, tal vez resulte difícil considerar al tren como opción de viaje. En Europa, en cambio, es el transporte público interurbano más utilizado y sus servicios están a la altura de los viajeros más exigentes. Todos los tramos medianos y largos cuentan con primera clase. Hay restaurante y cafetería a bordo y en los trenes nocturnos de grandes distancias se cuenta con camarotes de lujo con cama y baño privado, al estilo del mítico Expreso del Oriente, que une París con Viena. De hecho ese servicio, que supo ser de los más pomposos del siglo XIX, aún existe con un viaje de 15 horas de duración.

A TODA VELOCIDAD. Los trenes están ganando en los últimos años la batalla contra su principal enemigo: el tiempo. Alcanzando hasta los 300 kilómetros por hora, los servicios de alta velocidad se multiplican en Europa. El AVE (servicio de Alta Velocidad de España) cuenta con varios tramos: Madrid-Sevilla fue el primero. En 2008 se inauguró la línea AVE Madrid-Barcelona, que recorre los 659 kilómetros en 2 horas y 38 minutos. Con salidas cada una hora, los viajeros se inclinan mayoritariamente por el tren para este trayecto en lugar de tomarse un avión. Si bien por la vía aérea el viaje es más corto, debe descontarse el tiempo en los aeropuertos para el check-in y controles de seguridad. Para el viaje en tren se llega minutos antes a la estación, el equipaje no se despacha, se lleva con uno por lo que es recomendable andar lo más ligero posible y, otra ventaja, a diferencia de los aeropuertos, las estaciones suelen ubicarse en los centros de las ciudades.

En Francia, donde el servicio de alta velocidad se conoce como TGV, existen varias líneas: París-Lyon, París-Toulouse, Ródano-Alpes y Montpellier-Marsella, entre otras. El Eurostar (París-Londes) es también un servicio de alta velocidad. Se trabaja en una línea TGV que conecte París-Barcelona, hoy un tramo unido por un servicio nocturno, de 9 horas.

El TGV alcanzó años atrás, en un viaje experimental, el récord de velocidad sobre rieles: 574,8 kilómetros por hora, aunque por reglamentación los servicios con pasajeros no pueden superar los 300.

Casi todas las compañías ferroviarias de Europa son estatales, lo que no impide una alta coordinación para líneas internacionales. Aquellos tramos que unen ciudades de diferentes países son operados por las dos compañías en cuestión, sea Renfe (España), SNCF (Francia), Trenitalia (Italia) o DB (Deutsche Bahn, Alemania).

PRECIOS. Desde cualquier agencia de viajes uruguaya pueden comprarse boletos para tramos específicos o pases generales. La mayor aventura (y la más cara) es adquirir un Eurail General Pass, que incluye viajes ilimitados por 22 países europeos durante tres meses. En esencia, se puede subir y bajar de cuantos trenes sean. El precio, en primera clase, ronda los 1.400 euros.

Hay una opción de pase intermedia: viajes libres por tres países limítrofes (España, Francia y Alemania, por ejemplo) cuyo costo ronda los 300 euros para emplear en cinco días, que no necesariamente deben ser consecutivos. Los pases dentro de un país específico tienen un costo menor. Viajes libres dentro de Italia, 124 euros; por Francia, 121 y Alemania, 140. Por más información: www.raileurope.com.uy.

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