El boom de la cocina gourmet

LIC. VERÓNICA MASSONNIER

Es un hecho: nuestra sociedad, acompasando un corriente que crece en todo el mundo occidental, se vuelca a un refinamiento cada vez mayor en la alimentación. El interés acerca de vinos, especias e ingredientes exóticos se extiende con fuerza y va integrando nuevos capítulos y la tendencia gourmet habla de la incorporación de lo sofisticado, de la estética en la presentación, el refinamiento y el conocimiento asociados con la cocina.

En este mismo sentido se advierte la atracción creciente del público -tanto femenino como masculino- hacia los cursos de gastronomía, las degustaciones y la compra de artículos que hace algunos años eran impensables. ¿Alguien habría pensado que en el hogar existiera un adminículo para crear espuma en el café con leche?

Por otro lado, los alimentos exóticos se extienden a través de comercios especializados pero cada vez más aparecen en la red comercial masiva, señalando un camino que tiene perspectivas de continuar y fortalecerse al trascender los niveles de mayor poder adquisitivo para ingresar en las franjas medias.

Y si bien es cierto que nuestro país transcurre con cierta lentitud por los andariveles del cambio, las corrientes globales se van instalando gradualmente.

En este sentido, algunos estudios realizados en Brasil muestran que los hombres son cada vez más activos consumidores de artículos de cocina especiales, de cursos de cocina de alto precio y de alimentos refinados.

A la vez, el interés que comenzó por el aprendizaje sobre vinos integra gradualmente otras bebidas alcohólicas para luego abarcar el té, el café, el chocolate y otros conceptos que irán apareciendo: ya han comenzado en nuestro país las "catas" de aceite de oliva, extendiendo una práctica del mundo de las bebidas hacia territorios cada vez más amplios. Al mismo tiempo aparece el fenómeno del turismo gastronómico, con imágenes como la de los "gastronautas" que efectúan recorridas por rutas de vinos o de cierta cocina.

¿Y qué decir del agua? ¿Era imaginable que en el mundo iban a existir los "bares de agua", ofreciendo una enorme diversidad de opciones?

Sin duda, todo esto forma parte de una fantasía de exotismo y vanguardia que no siempre se expresa luego en las costumbres de todos los días. Es posible que en la vida diaria nos alimentemos en pocos minutos, aceptando las comidas rápidas y los menús más conocidos, al mismo tiempo que el discurso social se nutre de sushi, cartas de vinos y cardamomo.

Incluso en los sectores de mayor poder adquisitivo, en los que la tendencia gourmet tiene más fuerza, muchas veces está más relacionada con la fantasía y el tiempo libre que con una realidad de la vida cotidiana.

Y aunque de alguna manera la cocina gourmet se planteó como contraposición a la cocina tradicional o a las recetas "de la abuela", actualmente se han revalorizado los sabores y preparaciones tradicionales, en una búsqueda de todo aquello que representa lo cálido y lo "genuino". Esto significa que en la nueva tendencia queda lugar también para la recuperación de los antiguos íconos y seguramente vamos a presenciar su reaparición bajo formas que integran el encanto de lo antiguo con las exigencias de hoy: así, en un mundo que se va haciendo cada vez más complejo y alejado de lo cotidiano, necesitamos volver a la figura de la madre, a la receta de las abuelas y al saber de la tradición.

¿Cuál será la tendencia dominante? Posiblemente vivamos en los próximos años la coexistencia de una cocina cada vez más "científica" con el reencuentro de las raíces y el calor de los fogones.

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