El escritor Rubén Loza Aguerrebere publicó recientemente su libro número veinte, bajo el título de La tijera de Onetti y otros cuentos (Ediciones de la Plaza). En la solapa de la publicación se incluye un elogioso juicio de Mario Vargas Llosa: "Loza Aguerrebere es un escritor elegante, con un eco melancólico, y muy uruguayo".
En sus libros anteriores, el autor ha cultivado el cuento, el ensayo literario y la novela, y con esas obras ha merecido numerosos premios: en Uruguay (de la Intendencia de Montevideo, del Ministerio de Educación y Cultura), en Argentina el "Premio Borges", y en España la Medalla de las Artes y las Letras de Bilbao.
En este nuevo trabajo, hace protagonistas de sus cuentos a escritores como Onetti, Scott Fitzgerald, Borges y Bioy Casares. Los ambientes de los relatos son muy diversos, y van desde su Minas natal hasta la Santa María onettiana, pasando por Buenos Aires, Baltimore, Nueva York y Londres. En los relatos se dan la mano el drama, el humor y la melancolía (como lo señala Vargas Llosa).
Varios de estos cuentos han acompañado a Rubén Loza Aguerrebere por años, "porque tardaron en tomar forma de relatos", explica el autor. "Hay que dejar trabajar a la imaginación. En El escriba de Cupido echo mano a unos recuerdos de la adolescencia: cuando escribía cartas de amor para mis compañeros de clase en el liceo, y les cobraba por hacerlo. En La solución platónica apelo a mi estancia en la Universidad John Hopkins, en Baltimore, donde conocí al escritor John Barth, y ello más una anécdota que me hizo Bioy Casares me dieron ese cuento. Hay otro relato que se ambienta en Nueva York el día del ataque a las Torres Gemelas; su protagonista es un cantor de tangos uruguayo, y está basado en otro cantor de tangos al que conocí en un restaurante en Manhattan, al que solía ir a escuchar estando en esa ciudad. Y lo demás es pura imaginación".
-¿Cómo definiría su literatura, tras veinte libros publicados?
-La literatura no tiene explicación, ni falta que le hace. Soy un escribidor del mundo en torno, y me siento cómodo así. Creo que la vida es un recuerdo gradual de la infancia, como dice Eco. Lo que ha cambiado, sí, ha sido mi pretensión de ambientar en Minas todos mis cuentos porque ello me limitaba mucho. Decidí situarlos en cualquier lugar del mundo, al que conociera bien, porque eso sí no se puede inventar. Y en este libro los cuentos ocurren en Baltimore, en Londres, en Buenos Aires, en Nueva York. Por ahí andan mis personajes, libres de mí, cuesta arriba y pura arena.
-¿Cuáles son sus lecturas habituales, las del escritor, no las del crítico literario?
-Leo por placer. Y si bien el gusto cambia con el tiempo, Hemingway sigue siendo uno de mis favoritos, igual que Borges. Mis preferidos son Naipaul, Vargas Llosa, Jean d`Ormesson, Martin Amis, Cabrera Infante y Saúl Bellow; y siempre estoy releyendo los ensayos de Chesterton y de Cyrill Conolly.
-Usted ha conocido a muchos escritores, ¿de cuáles tiene mayores recuerdos o vivencias?
-Conocí a Borges, quien hizo publicar un cuento mío en "La Prensa" de Buenos Aires; a Bioy Casares, quien me dio una anécdota que figura en un cuento en este libro, y Ernesto Sábato fue el primero en saludarme cuando salió mi primer libro. Conozco a Vargas Llosa desde hace dos décadas y ha sido siempre muy generoso conmigo; también a Martin Amis; a la inglesa y Premio Nobel, Doris Lessing, con quien compartimos una mesa redonda en Buenos Aires; a Skármeta el autor de Il postino; a Guerra Garrido que prologó mi novela La librería; al académico francés Jean d`Ormesson; al italiano Claudio Magris (que prologó otro libro mío); a Germán Yanke... ¡Ah!, conocí a Octavio Paz, el Premio Nobel mexicano; y en Milán visité al poeta Eugenio Montale, el Nobel italiano.
-¿Por qué se ha dedicado a la literatura y al periodismo, desde siempre?
-Porque la vie ne suffit pas, como bien dice Jean d`Ormesson. La literatura es una de las cosas que más amo en esta vida que tanto amo.
DETRÁS DEL ESCRITOR
El autor de La tijera de Onetti y otros cuentos es columnista de libros y de opinión del diario El País. Ha publicado una veintena de libros, entre ellos La Librería, No me dejes en la Tierra y Los libros ajenos. Ha obtenido varios premios literarios de la Intendencia de Montevideo, del Ministerio de Educación y Cultura, el Premio Borges en Buenos Aires, la Medalla de las Artes y las Letras de Bilbao, entre otros. De su último libro, además de las palabras de Vargas Llosa, el reconocido autor Claudio Magris escribió: "La mezcla de precisión y límpida magia caracteriza sus cuentos".