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Claves para un jardín interno y con poca luz: que el hogar se llene de verde

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Plantar en casa. Foto:Shutterstock

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Las plantas en la casa favorecen la salud y el bienestar. ¿Pero cómo cuidarlas en espacios poco propicios?

La única planta que hay en el minipatio de Agustina es un malvón. Curioso, dice, porque según leyó alguna vez en internet esa variedad necesita luz solar y su casa, un apartamento de interior en la planta baja de un edificio, no recibe demasiado. Cayó de alguno de los pisos de más arriba, hizo estruendo, se le quebró algún gajo, nunca ha dado flor, pero sobrevivió. Ahora vive en su patio como el único verde solitario. Agustina intentó plantar alguna cosa más, pero solo persistieron un par de tunas. Le encantaría probar de nuevo, ahora queel tiempo en casa aumentay que siente la necesidad de tocar tierra.

La buena noticia es que incluso en los apartamentos más profundos puede haber plantas que sobrevivan. En algunos casos, donde la luz natural es nula, está la alternativa de los focos artificiales con una potencia suficiente como para ayudar una planta a crecer. En otros, con algún atisbo de luz y buscando la variedad adecuada se podrá comenzar.

Plantar en casa. Foto: Pexels.com
Regar correctamente es fundamental. Foto: Pexels.com

La no tan buena noticia es que requieren un cuidado mucho más atento y minucioso para no morir, por lo que tenerlas requiere cierta responsabilidad que, tal vez, las plantas de jardines maravillosos como los que tenían nuestros abuelos o la casa de nuestra infancia no requerían, por las condiciones naturales. Pero en estos días donde el tiempo se extiende y crecen las ganas de hacer cosas distintas dentro de casa, probar con la jardinería de interiores puede ser un buen plan.

Trabajar con plantas, tocar tierra, ver a un ser vivo crecer es placentero y forma parte de nuestros instintos”, comenta Pablo Machado, profesor y director en Jardín Urbano. Allí, dice, suelen acudir montevideanos que viven en apartamentos y buscan cursos para aprender alternativas verdes en sus espacios, ahora preparan uno online.

Elegir la planta y el lugar correcto

Para empezar hay que entender que las plantas no son un adorno más. Son, comenta Analía Sandleris, técnica en jardinería y artista plástica y una de las emprendedoras de Paisajismo Ayestarán-Sandleris, “seres vivos”. “Las plantas de interior no existen como tales, todas crecen al exterior. Lo que tenemos son algunas tropicales que se adaptan a vivir dentro del hogar”, explica.

Analía se refiere a que para cada lugar es distinto y que primero hay que conocer las condiciones del espacio preciso donde se querrá colocar la planta para luego elegir una. No hay que forzar a la naturaleza, sino amoldarla y amoldarse a ella para que funcione el vínculo humano y vegetal. “Tenemos que ver si tenemos luz, qué cantidad de luz, dónde las vamos a colocar, a qué distancia de la fuente de luz, si tenemos ventilación. Capaz que hay demasiado viento y hay plantas que no lo toleran en exceso, otras que sí, y les gusta”.

“Por suerte existen una serie de plantas que toleran el tener poca luz”, comenta Pablo. “Son unas que lucen más por su hojas verdes que por su flores”. Entre esas variedades de las que habla, algunas florecen en condiciones de más luz solar, pero no les hace mal estar en rincones menos iluminados. Están, por ejemplo, la Palma Bambú con sus tallos esbeltos y hojas de un verde intenso. Estas, al exterior y con semisombra, pueden llegar a crecer hasta tres metros y dar flor, pero que un rincón interior y sin sol directo puede crecer bien. O el Lirio de la Paz, las Zamioculcas, Aglaonemas, otra palma como la Chamaedorea, un Ficus Lyra o un Lirio de la Paz.

Plantar en casa. Foto: Shutterstock
Hay que saber qué planta va con el rincón de la casa que se elige. Foto: Shutterstock

Las plantas más rústicas, resistentes, deberían ser la alternativa menos frustrante. Analía destaca plantas que antes estaban en las casas de las abuelas, a la sombra de los árboles, y que ahora están de moda para interiores poco iluminados, como las Hojas de Lata. Antes parecían aburridas, ahora vienen en variedades de tamaños y con hojas lisas o manchadas.

Algo con lo que no vale la pena intentar para prevenir frustraciones, dice Pablo, es con los vegetales comestibles. “Son difíciles con poca luz y poca ventilación. Duran unas semanas y suelen enfermar. Comestibles como la albahaca, el tomillo, orégano y ni que hablar los que dan frutos como morrón o tomate, son plantas de exterior”, advierte.

Cómo cuidar plantas de interiores

Se debe tener claro que la planta lucha por el espacio, por la luz y por los nutrientes. Sin luz no hay fotosíntesis y eso es como dejar a un humano sin agua y sin comida. Asimismo, en cuanto al sol directo o luz tenue o luz artificial, todo depende de la planta. “Algunas soportan muy bajos tenores de luz, otras no. Otras no te van a soportar estar detrás de un vidrio con sol”, explica Analía.

Y más allá de la luz, hay que proteger a la planta de otros factores del interior del hogar. No pueden estar cerca de una estufa o de un aire acondicionado. Hay algunas que no sobreviven a grandes rachas de viento, porque se deshidratan y comienzan a caerse las hojas. La alternativa, si el aire acondicionado está cerca y el ambiente es demasiado seco, es tratar de mantener las hojas, los tallos y la superficie de la tierra húmeda. “Con eso reviven inmediatamente”, dice Analía. Pablo añade los espacios húmedos y con poca ventilación como dañinos. En estos figuran la mayoría de los baños y algunas cocinas, donde hay vapor.

Para las plantas de interior el invierno no será un problema. El hogar las protege a ellas del frío siempre que la temperatura no sea menor a los 12 grados. En el opuesto está la sobreprotección que ahoga. Para Pablo, “el riego es fundamental hacerlo bien en el interior; en el exterior no tanto”. Regar de más o de menos perjudica porque la planta se puede enfermar por exceso de agua. En este sentido, el platito debajo de la maceta puede ser perjudicial, pues mantiene la raíz siempre mojada, privándola del aire y la ventilación que necesita.

Los beneficios del verde en casa

Los hospitales noruegos que se construyen en alrededores boscosos para ayudar a la salud mental de pacientes en aislamiento son un ejemplo del beneficio del verde. Puede que las plantas dentro de casa den trabajo. Pero además de lindas, de una decoración que agrada al ojo, ayudan. Levantan el estado de ánimo y aromatizan naturalmente. Está su frescura y a la vez su capacidad de retener -y algunas sintetizar como nutrientes- contaminantes del aire, gases o polvo. “Cerca de la ventana filtran la contaminación sonora que viene de fuera”, dice Analía.

Que las plantas oxigenan el aire que respiramos debe ser el beneficio más extendido de los vegetales. Pero hay más. Pablo disfruta el placer de ver crecer, cambiar, florecer, dar hojas nuevas, ver evolucionar a un ser vivo. “Por eso -piensa Analía- hay que cuidarlas, porque si las vemos sufrir, nos sentimos mal”.

tres consejos

Regar: pero ni poco ni demasiado

En la serie Atypical, Elsa (Jennifer Jason Leigh) mata plantas ajenas por regarlas todos los días. Si se riega poco, se deshidrata. Pero regar demasiado puede ahogarlas. “La gente suele regar de más, no se revisan bien los drenajes y entonces es ahí cuando la planta se comienza a enfermar: cochinillas, hongos y podredumbre de las raíces, todo por exceso de agua”, dice Pablo.

Girar: para cuidar la forma

La planta, haya poca o mucha luz, buscará ir hacia ella. Este fenómeno, explica Analía, se llama fototropismo. “La planta siempre va a mirar a la luz, por eso hay que ir girándolas”. Cada 15 días, una vez a la semana o el tiempo que uno disponga, hay que rotar la maceta de cuarto en cuarto en relación a la fuente de luz. Así se evitará que las hojas y los tallos rumbeen siempre para el mismo lado y se deformen.

Compost: y mover la tierra

Además de que la maceta debe ser adecuada para el tamaño de la planta, también hay que cuidar la tierra en la que está para que tenga suficientes nutrientes. En el exterior, en un jardín, pasan cosas que no vemos, pero alimentan al vegetal. Dentro del hogar debe ser la persona que se encargue de mover los últimos tres centímetros de tierra y generar un compost, echar fertilizante. Sugiere Analía que se haga al menos dos veces al año.

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