Adictos a las harinas y azúcares

"El hambre se estimula con comida: más comida, más hambre. Sobre todo si la comida es con harina o con azúcar", señala el médico argentino Máximo Ravenna.

-¿Las harinas son lo más "peligroso"?

-Son la base del engorde de todo el mundo: el pan, los bizcochos, los sándwiches de miga. Se demostró que comerse un chivito al plato cansa en la mitad de lo que uno puede comer cuando es un sándwich. En un pan te lo comés todo, pero al plato te aburre. El pan es el vehículo para entrar al cuerpo. Te abre la suculencia y el deseo de comer. De la otra forma sentís más la grasa, los gustos independientes. Hay una mezcla mágica entre harinas, grasas y proteínas que hace que sea más apetitoso y pueda entrar más fácil.

-Otros alimentos adictivos...

-Azúcares, grasas. En el queso hay sustancias adictivas. Aunque es menos común encontrar queso por todos lados, que pan o sándwiches. También se habla de la adicción a la carne, más en los hombres que en las mujeres. Pero la realidad es que los productos masivos, baratos, al alcance de la mano, tienen que ver con grasa, con harina y azúcar. Y también alcohol: calorías huecas.

- ¿Se empuja a la obesidad?

-Hay un estímulo externo, en una sociedad consumista. Cuba, siendo un país con muy mala comida, al no tener un sistema publicitario, tiene 30% de gordos contra el 60% de Haití, que está al lado. ¿Por qué? Porque el tipo no tiene que elegir entre (galletitas) Chocolinas u Oreo. Nos las conoce. Es lo que pasaba acá en los 70. No existía la propaganda permanente con el bombardeo de consumo. La heladera era más chiquita. No había alacenas gigantescas. Y alcanzaba.