Misterioso, aburrido, encantador, incomparable: el desafío de volver al último escritor uruguayo de prestigio

por José Arenas
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Siempre se vuelve a Mario Levrero. Para realzar su figura de último escritor uruguayo de real prestigio internacional, o bien para acuchillar sus delirantes novelas apalabradas que intentan hacer literatura de cualquier cosa, y a veces lo logran. Lo cierto es que misterioso, aburrido, encantador, incomparable, es el último escritor hecho y derecho al que la muerte pateó al estrellato sin escalas.
También que la mayoría de quienes se dicen lectores de Levrero son como quienes se proclaman fervientes admiradores de un cantautor del cual conocen dos canciones.

En la biblioteca de los amantes de Levrero podrá encontrar, casi de manera segura, La novela luminosa, la Trilogía involuntaria, alguna antología de cuentos, y no mucho más. ¿Y Dejen todo en mis manos, El alma de Gardel, Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo? Bueno, pocas veces son bises del repertorio del escritor.

Muy particular es la ocasión con que Criatura Editora saca a la calle esta reedición de La ciudad, una de las novelas de su Trilogía involuntaria —la novela fundante, quizá. Con “la muy fiel y reconquistadora” celebrando sus trescientos años, la editorial vuelve al clásico levreriano como homenaje a Montevideo, que puede ser o no ese ente que en la obra del autor es delineado con débil trazo.

La edición, ilustrada por Alfredo Soderguit, traspasa la barrera del libro y se convierte en un objeto de colección donde las bellas imágenes dialogan con el incierto universo de la obra. Las instancias visuales dialogan con el texto como parte de un todo. No son simplemente representaciones gráficas de una escena que irrumpen con la modalidad de un libro infantil. Ambos lenguajes se imbrican para fusionarse de tal modo que el libro se reescribe en un lenguaje nuevo que incluye dos registros —algo similar había pasado con la reedición de Destrucciones de Circe Maia que llevaba trabajos de Caro Ocampo.

Así, la novela de Levrero es una experiencia de desconcertante belleza donde las ilustraciones captan de manera irreprochable el tono de la literatura. Quizá, por conmemorativa, por reedición, hubiera sido interesante que el libro contara con un prólogo crítico sobre el libro y sus esencias discursivas, estéticas.

LA CIUDAD, de Mario Levrero. Criatura, 2024. Montevideo, 190 págs.