Mañana es mejor

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Luis Fernando Iglesias

El 8 de febrero de 2012 falleció Luis Alberto Spinetta, conocido como el "Flaco" Spinetta o simplemente "el Flaco". Considerado uno de los fundadores del movimiento del rock argentino y con más de cuarenta años de carrera, siempre tuvo un gran número de fieles seguidores, pero su grado de popularidad y difusión nunca estuvo a la altura de otros músicos argentinos como, por ejemplo, Charly García o Fito Páez, acaso por las propias características de su música. Por unos días las radios emitieron sus canciones y la televisión, junto a la mayoría de los medios de prensa, se ocupó de su vida.

Lugares en que nunca se lo había nombrado, gente que escasamente había escuchado algunos de sus temas, hablaron hasta el cansancio del creador de "Muchacha (ojos de papel)". Más que su obra importaba el mito y buscaron declaraciones de alguno de sus cuatro hijos (Dante, Valentino, Catarina y Vera) pero éstos los ignoraron. Todavía les duraba la furia por la violación a la intimidad de su padre perpetrada por alguno de esos medios al difundir fotos donde se lo veía flaquísimo mientras daba la última pelea contra su enfermedad. Ese enfrentamiento con la prensa sensacionalista parecía recrear las muchas peleas que el propio Spinetta supo dar. Cuando en los noventa mantuvo una relación con la modelo Carolina Peleritti, solía enfrentar a los paparazzi con un cartel sobre su pecho: "Leer basura daña la salud. Lea libros".

Una semana después de su muerte, las "habladurías del mundo" comenzaron a acallarse. El Flaco volvía a su lugar, alejado de fuegos artificiales, acompañado por la gente que siempre lo siguió, lo quiso y en algunos casos, pese al propio Spinetta, lo idolatró. Recuperada la calma, acallados los ecos de su muerte temprana, se podrá valorar como corresponde a uno de los creadores más originales y coherentes del rock de la vecina orilla. De apariencia frágil y con una voz siempre a punto de quebrarse, el Flaco fue un músico con ambición de poeta. Un compositor que optó por el camino del cambio constante para su obra y que alguna vez dijo "el mercado es para el mercachifle". Las diferentes bandas que formó terminaron siendo grupos soporte, estructuras para que pudiera desarrollar su creatividad y liderazgo. Más de treinta discos editados y un libro de poemas es el legado que la mayoría de esos medios de prensa olvidaron. También, que para Spinetta lo más importante fue su música.

Gabinetes espaciales. Había nacido el 23 de enero de 1950 en el límite del Bajo Belgrano y Núñez, zona que lo marcaría como devoto hincha de River Plate. De los primeros años de su vida conservó el recuerdo de su padre, Luis Santiago, ensayando tangos en su casa con sus guitarristas. "Yo tendría unos cinco años, abrían esos estuches, brotaba el olor a la madera de la guitarra. Y me veo escuchando a mi viejo por una RCA Víctor, tipo catedral, de madera, que había que esperar que se calentara. Hasta que salía su voz cantando por radio El Mundo". Le encantaba imitarlo tomando una escoba, como improvisada guitarra, con la que "…rascaba y cantaba". En 1964 intervino en un concurso organizado por el programa televisivo La Escala Musical. Tenía catorce años e interpretó el bolero "En una forma total" del mexicano Javier Solís y "Sabor a nada" de Palito Ortega. Llegó a la final pero perdió.

La música, la literatura y el dibujo fueron las ramas del arte que lo acompañarían por toda la vida. Las compartiría con uno de sus mejores amigos del Colegio Secundario "San Román": Emilio Del Guercio. Al mismo colegio asistía Edelmiro Molinari, que era dos años mayor. Con Del Guercio compartían el amor por Neruda, Cortázar, Sartre, Bradbury, y editaban periódicos manuscritos hechos a color. En quinto año, junto a Molinari, hizo un espectáculo que se llamó "Homenaje al ácido lisérgico": "... los curas no entendían nada". Eran tiempos en que el Flaco lloraba, junto a Del Guercio, al escuchar la media hora dedicada a Los Beatles del programa de radio "Modart en la noche". Empezó a componer canciones como "Plegaria para un niño dormido" o "Barro tal vez" al tiempo que integró algunas bandas barriales. Finalmente se unió a sus dos compañeros de colegio, convocaron a un baterista algo mayor que ellos, de nombre Rodolfo García, y en 1968 formaron Almendra.

"Veníamos de las exequias del Club del Clan ¡como ahora casi! Estamos en un momento muy clubdelclanero", le dijo Spinetta a su hija Catarina en uno de sus últimos reportajes. En junio de 1967 había salido el primer simple de Los Gatos, que incluía "La Balsa", compuesta por Litto Nebbia y Tanguito, con buena repercusión en ventas. Por ese tiempo comenzó a trascender Manal, un trío de blues urbano liderado por un baterista de voz ronca, Javier Martínez, con Alejandro Medina al bajo y el excelente guitarrista Claudio Gabis. En ese escenario faltaba una banda que trasladara el furor beatle al ambiente porteño y Almendra ocupó ese lugar. Influidos por discos como Revolver (1966) o Sgt. Pepper`s Lonely Hearts Club Band (1967), su intención no fue imitar sino reproducir la inquietud por buscar caminos nuevos en la música como lo había hecho el cuarteto de Liverpool. Fue muy importante el apoyo del productor Ricardo Kleiman, quien conoció a Spinetta en un concierto de Los Gatos. Luego de escuchar un ensayo de Almendra, les propuso grabar una prueba para la RCA. La relación con el sello llevó a Spinetta a componer tres canciones para el exitoso dúo Bárbara y Dick y, a cambio de esas concesiones, el productor permitió que la banda pidiera lo que quisiera en cuanto a músicos, arregladores o infraestructura. La presencia de un músico de la altura de Rodolfo Alchurron, como arreglador, fue trascendental en el primer álbum, que se llamó simplemente Almendra (1969), precedido por el simple "Tema de Pototo" / "El mundo entre las manos" de 1968. "Fermín", "Ana no duerme", "A esos hombres tristes", "Plegaria para un niño dormido" y "Muchacha (ojos de papel)" son apenas ejemplos de la vigencia e importancia de aquel primer álbum. En "Laura va", canción que cierra el disco, es fácil percibir rastros de "She`s Leaving Home" de Los Beatles pero con un aire que la sitúa en este lado del mundo. Fue la primera canción roquera que incluyó un bandoneón en su orquestación.

Enemigos íntimos. Spinetta pasó a ser el principal compositor y líder de Almendra. Comenzaron los dolores de crecimiento. La cantidad de trabajo que la banda tenía, en shows y bailes, iba en contra de lo que el músico quería. Se embarcó en un proyecto de largo aliento: componer la primera ópera-rock de Argentina. "La compuse en el seno de la temática de Almendra, junto con el primer disco", pero la obra nunca se estrenó. Incluía como personajes a los músicos que, en su concepto, eran los más importantes de la escena argentina: Miguel Abuelo, Moris, Tanguito, Javier Martínez, Roque Narvaja y Litto Nebbia. De esa obra inconclusa sobrevivieron algunas canciones que fueron incluidas en el segundo álbum y otras que el Flaco utilizaría años más tarde, como "Canción para los días de la vida" de su disco A 18` del sol (1977).

Los conflictos con sus compañeros crecieron. Molinari aportaba cada vez menos en cuanto a composición, Del Guercio pasaba por una etapa en que no le interesaba practicar el trabajo vocal, fundamental en la banda y, según Spinetta, García no le daba la fuerza que quería. Sus compañeros oponían resistencias a ensayar la ópera y la relación entre ellos comenzó a deteriorarse. A fines de 1970, luego de presentarse en uno de los festivales B.A. Rock frente a diez mil personas, Almendra se separó dejando como legado un álbum doble, Almendra II (1971), aunque para Spinetta el verdadero segundo trabajo fue El valle interior (1980), que grabaron en la transitoria reunión del grupo.

Cansado de ser líder e influido por algunas críticas, Spinetta soñó por un tiempo ser un bajista blusero que pudiera pararse en el fondo del escenario y cumplir su función en forma casi anónima. Intervino en "zapadas" con Pappo y barajó la posibilidad de integrar Pappo`s Blues. Años después el baterista Black Amaya reconocería que el Flaco tenía otra cabeza. "Era cultivado y le gustaba la poesía de Rimbaud", mientras que Black y Pappo preferían "Patoruzito o El Tony". A fines de 1970 Spinetta llegó a cantar, acompañado por esos músicos, "El Parque", un tema para La Pesada del Rock and Roll, y tocó el bajo, junto a Edelmiro Molinari, Carlos Cutaia y Pomo, en Tórax, banda de fugaz vida. Antes de viajar siete meses por Brasil, Estados Unidos y Europa, junto a "dos chicas con las que tenía una relación libre: una vietnamita y otra francesa, bastante locas ellas", grabó Spinettalandia y sus amigos (1971) que saldría al mercado a su vuelta, motivando un juicio de sus ex compañeros contra la compañía discográfica por haber utilizado el nombre "Almendra" en su portada.

Dulce rabia. A su retorno, Spinetta quiso sacarse el mote de músico blando y lírico armando un trío de rock que utilizara mucha distorsión al estilo Pappo`s Blues. Convocó al baterista Black Amaya y al bajista Osvaldo "Bocón" Frascino, bautizó al grupo Pescado Rabioso y grabó Desatormentándonos (1972), con el tecladista Carlos Cutaia en una de las canciones, "Serpiente (viaja por la sal)". Posteriormente Frascino abandonó la banda e ingresó en su lugar David Lebón, quien tendría una estrecha relación musical con el Flaco. El segundo álbum fue doble y se llamó Pescado 2 (1973), ya devenido cuarteto con la integración permanente de Cutaia. "Viendo con perspectiva lo que fue Pescado Rabioso -reconoció después Spinetta-, creo que se dio un procedimiento al revés que el de Almendra. El primer disco de Almendra fue dulce y el segundo fue agresivo; en Pescado sucedió que a la altura del segundo disco yo traté de `almendrizar` el sonido". Durante la grabación del segundo álbum se incrementaron los roces entre los músicos que cuestionaban la dirección musical que imprimía Spinetta.

La banda tenía los días contados y el músico decidió sacar el tercer disco como un trabajo propio manteniendo el nombre Pescado Rabioso por compromisos contractuales y porque "les quise demostrar a los ex miembros del grupo que Pescado Rabioso era yo". O, como se leía en el sobre irregular del álbum, "es una idea musical creada en 1971 por Luis Alberto Spinetta" y que los otros músicos tocaron "a través de esa idea". Artaud (1973) es un disco fundamental en su carrera, votado varias veces como el mejor álbum del rock argentino. Apoyado por dos ex Almendra, Del Guercio y García, y por su hermano Carlos Gustavo Spinetta, fue pensado como un antídoto a la obra del poeta "maldito" Antonin Artaud. Spinetta compuso hermosísimas canciones, que han vencido el paso del tiempo, donde se destacan "Todas las hojas son del viento", "Bajan" (versionada años después por Gustavo Cerati) y "Cantata de puentes amarillos", suite de más de nueve minutos que comienza con una guitarra haciendo un punteo tanguero, quebrado por la aguda voz del Flaco tarareando. Como una especie de proclama, a mitad del tema Spinetta canta: "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir/ que todo el tiempo por pasado fue mejor./ Mañana es mejor".

Caminos nuevos. Con el trío Invisible creyó lograr un punto de equilibrio entre los mundos de Almendra y Pescado. Editaron tres discos: Invisible (1974), Durazno sangrando (1975) y El jardín de los presentes (1976), con Carlos Alberto Machi en bajo y Héctor Pomo Lorenzo en batería. En esos discos se encuentran influencias tangueras, rock, blues, folclore y algo de jazz. En un intento por evitar problemas de egos, la autoría de las canciones fue asignada a Invisible aunque era claro quién era el verdadero compositor. "Durazno sangrando", "El anillo del Capitán Beto", "Los libros de la buena memoria" y "Que ves el cielo" son ejemplos de que Invisible fue un punto alto en su carrera. En 1976 ingresa el guitarrista Tomás Gubitsch pero problemas personales y exigencias económicas de algunos de los músicos hicieron que la banda se despidiera en dos recitales con el Luna Park repleto.

Luego vendría su enamoramiento con el jazz-rock. Grabó A 18` del sol (1977) acompañado por la Banda Spinetta y formó, años más tarde, su próximo grupo, Spinetta Jade, con el que haría cuatro discos con diferentes formaciones: Alma de diamante (1980), Los niños que escriben en el cielo (1981), Bajo Belgrano (1983) y Madre en años luz (1984). Algún fallido intento por ingresar al mercado yanqui, de la mano de Guillermo Vilas, dio como resultado un pobre álbum, Only Love Can Sustain (1979), pero en contrapartida grabó un exquisito trabajo solista hecho de viejas canciones que habían quedado por el camino y que llamó Kamikaze (1982). En 1985 vio frustrado su intento por hacer un disco con Charly García pero pudo cristalizar un álbum doble con Fito Páez, La, la, la (1986), que tuvo críticas dispares. En 1991 tuvo uno de sus mayores éxitos con el álbum Pelusón of milk que incluía la canción "Seguir viviendo sin tu amor", otro tema que sonó incansablemente en los medios luego de su muerte. Su última banda fue Spinetta y los Socios del Desierto con la que editó, a fines de los noventa, tres álbumes de estudio. Dichos músicos lo acompañaron en el especial de MTV Unplugged llamado Estrelicia (1997). El nuevo siglo lo encontró editando discos solistas donde mantuvo su nivel de exigencia y calidad.

Cada uno de los seguidores de Spinetta podrá elegir la etapa de la carrera del músico que más le gusta. Pero todos concordarán en que siempre le entusiasmó más mostrar sus nuevas canciones que recrear las viejas, lo que le costó no pocos enfrentamientos con sus fans. Quizás para compensarlos, y darse un gusto personal, al final de 2009 realizó un monumental recital en el Estadio de Vélez al que llamó Spinetta y las Bandas Eternas, donde tocó con la gran mayoría de los músicos que lo acompañaron en su largo camino. El concierto duró más de cinco horas y tuvo un lugar reservado para Almendra. Una vez más sus entrañables amigos, con arrugas y canas a cuestas, lo acompañaron en un coro perfecto, mientras su voz quebradiza rogaba a una muchacha que se quedara hasta que llegara el día para robarle un color. Luego de la desaparición del músico, esa muchacha contó que cuando supo lo irreversible de su mal, el Flaco le confesó: "vengo preparándome toda la vida para este momento, y yo ya dije todo lo que tenía que decir". El repaso de su carrera hace comprender esa frase de Spinetta, un creador tan entrañable como irrepetible.

Poeta

Spinetta siempre dio importancia a sus letras, que reflejan influencias de autores como Rimbaud, Artaud, Freud, Foucault, entre muchos. Algunos las han tildado de pomposas, herméticas y sobrevaloradas pero para los seguidores del músico frases del tipo "jugo de lúcuma chorreando en mí, patas de muebles de bronce, se agitan ya" son parte ineludible de su obra tanto como su forma particular de cantar, acentuando palabras en lugares incorrectos. "Tuve un tiempo de mucho César Vallejo. Hoy Borges me resulta un poeta conmovedor, y me gusta mucho Alejandra Pizarnik. Idea Vilariño tiene una profundidad desgarradora. Siempre vuelvo a Baudelaire, a Rimbaud. Encuentro poesía en los cuentos de Horacio Quiroga. Imponentes. Me impresionan Pablo Neruda, Octavio Paz, momentos de Santa Teresa…" declaró en un reportaje.

Spinetta publicó un único libro de poemas titulado, al igual que el disco de Alfredo Zitarrosa, Guitarra Negra (Biblioteca del Erizo, Buenos Aires, 1977). El resultado no dejó demasiado conforme al músico y tampoco a la crítica. Alguien llegó a considerarlo un correcto trabajo que parecía salido de un taller literario.

Guitarra

La relación entre las bandas fundadoras del rock argentino no siempre fue idílica. A fines de los setenta Spinetta contó al periodista Miguel Grinberg incidentes que tuvo con algunos integrantes de Manal y con el productor Jorge Álvarez. "Esos tipos nos boicotearon, se reían de la música que hacíamos. Me acuerdo que un día vino Claudio Gabis a mi casa a decirme que le habían hecho un vudú a Litto Nebbia". Spinetta tuvo palabras muy duras para Pappo, a quien admiraba como guitarrista pero que era "un turro, un fachista tremendo". El Flaco sufrió la discriminación ("si no tocabas blues eras un paquete") y hasta comenzó a cuestionarse su ingenuidad al componer canciones como "Muchacha (ojos de papel)".

Luego de dejar Almendra, y antes de iniciar su largo viaje, Spinetta le regaló a Pappo su guitarra Dow, un caro modelo de Gibson con la que había compuesto las canciones de la banda. Era una forma de mostrarle que "no existían solamente las guitarras con el volumen al mango". Así como Pappo le había inculcado la dureza del rock pesado, "yo trataba de mostrarle que existía una fuente de ternura que no podía ignorar". La desilusión de Spinetta fue grande al enterarse que, pocos días después, Pappo se la quiso vender por pocos pesos a Litto Nebbia sin éxito. Finalmente entregó la Dow como parte de pago por una Gibson Les Paul que encontró en Madrid en su primer viaje a Europa. Cuando alguna vez le mencionaron el incidente, Pappo dijo: "Con un regalo podés hacer lo que quieras".

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