El templo del rock

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Luis Fernando Iglesias

EL ROCK ARGENTINO se destaca en Uruguay por tener muchos seguidores y unos cuantos detractores. Acusado de falta de originalidad -acusación liviana que pierde la visión global del fenómeno- ha pasado por varias etapas y crisis pero sigue vigente. También es abundante el material bibliográfico que ha generado, destacándose los trabajos de Gloria Guerrero, la llamada "primera periodista mujer del rock argentino". Integrante del staff de las publicaciones El Expreso Imaginario, Rock Superstar y Hurra, Guerrero se hizo popular a través de la sección "Las páginas de Gloria" de la revista Humor. Más cerca en el tiempo ocupó el cargo de jefa de redacción de la edición argentina de Rolling Stone y fue contratada por la productora Cuatro Cabezas. Como escritora publicó los libros La historia del Palo (Diario del Rock Argentino 1981-1994) (1995) e Indio Solari: El hombre ilustrado (2005), biografía del ex cantante de los Redondos.

Un día, un amigo le dijo que ella era la persona indicada para escribir la historia del Estadio de Obras Sanitarias. La idea la entusiasmó y en 2008 comenzó su investigación con entrevistas, notas y búsqueda de archivos. Mientras estaba en ese proceso el estadio fue cerrado por reformas "…llegué a la conclusión de que el libro termina cerrando los 32 años de esa historia…" porque asume que "Obras ya no volverá a ser lo que fue". Dos años después publica el resultado de ese trabajo.

bajo techo. A comienzos de los `70 las bandas del rock argentino no tenían demasiados lugares apropiados para tocar. Si bien los dos primeros Festivales B.A. Rock tuvieron lugar en el Velódromo Municipal (1970 y 1971), no era viable organizar recitales de un solo grupo en lugares abiertos dado que el rock todavía era un movimiento marginal que no convocaba tanto público. Sin embargo los teatros comenzaban a quedar chicos. El Luna Park, estadio cerrado dedicado al boxeo y administrado por el legendario Juan Carlos "Tito" Lectoure, fue sede de varios conciertos. La acústica era mala y los combates pugilísticos acaparaban muchas fechas.

Para colmo de males, en octubre de 1972, luego de un infausto recital de Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll, Bond invitó al público de las populares a pasarse a los asientos de la platea y cuando la fuerza de seguridad comenzó a reprimir en forma violenta el cantante gritó: "La violencia trae más violencia: ¡Rompan todo!". Los espectadores le hicieron caso, y al otro día, parte de la prensa hablaba de las hordas de hippies que habían destrozado el Luna Park.

En 1978, además del Mundial de Fútbol, la dictadura argentina intentó realizar otras actividades deportivas y aconsejó la reforma y ampliación del estadio cerrado del Club Atlético Obras Sanitarias de la Nación, fundado en 1917 por un grupo de trabajadores de esa empresa pública. Las promesas de apoyo económico se cumplieron a medias y el club se vio obligado a conseguir ingresos. Contrataron a un empleado, de apellido Castro, que había trabajado en el Luna Park. Un día hizo un planteamiento: "…tenemos que hacer recitales y así lo terminamos de romper a Tito (Lectoure)". El Estadio llegaría a una capacidad para 4.700 personas y se podía habilitar parcialmente para los conciertos en que se preveía menor concurrencia. Hubo una primera actuación, casi familiar, de Luis Alberto Spinetta pero la verdadera inauguración tuvo lugar en la noche del 3 de noviembre de 1978 con el concierto de una banda nueva: Serú Girán.

Un año después, la actividad artística en Obras era tan intensa como variada. Jan Hammer y Luis Alberto Spinetta, el Circo del Capitán Piluso y Coquito, Hermeto Pascoal, el Ballet de Danzas y Canciones de la Unión Soviética entre varios. El lugar pasó a ser la meta de toda banda en ascenso al tiempo que albergaba un gran número de músicos extranjeros. Promocionado como "El grupo Nº 1 en el mundo New Wave", el 15 de diciembre de 1980 The Police presentó en Obras su tercer álbum Zenyatta Mondatta. Al recital fue poca gente y de aquella noche se recuerda cómo el guitarrista Andy Summers pateó la cabeza de un policía cuando éste reprimía en forma violenta a los espectadores que pugnaban por llegar al escenario, provocando una de las mayores ovaciones de la noche.

La historia. En 1982, con la Guerra de las Malvinas, se produce un vuelco fundamental en la historia. El gobierno militar prohibe que se emita música en inglés. El rock argentino se ve favorecido y comienza a ser un interesante negocio. La entrevista a Federico Gil Solá -ex batero de Divididos- deja ver algunos enfrentamientos que generó ese cambio. En mayo de 1992 Divididos llegó a tocar por primera vez en Obras pero la banda no se puso de acuerdo con Daniel Grinbank, organizador de casi todos los recitales, en cuanto al reparto de ganancias. El guitarrista Ricardo Mollo decidió que lo harían solos, arriesgando su patrimonio personal. Sufrieron la ira de Grinbank, que llegó a prohibirlos en su radio la "Rock & Pop". El concierto fue un éxito y, a partir de ahí, los empresarios comenzaron a firmar contratos de exclusividad con los estadios para que nadie los pudiera alquilar en forma independiente. El segundo recital en Obras de Divididos fue organizado por Grinbank pero pagando un porcentaje muy superior.

La autora de la investigación, sin poder apartarse de un fuerte sentimiento de pertenencia al movimiento, cuenta en forma cronológica la historia de ese lugar que marcó un antes y un después en el rock argentino. A una gran cantidad de datos, que pueden fatigar al lector, agrega crónicas de la época, relatos de diversos incidentes (como la muerte del joven Walter Bulacio a manos de la policía antes de un recital de los Redondos), anécdotas y varias entrevistas a músicos.

Salvo en el caso de Charly García, entrevistado en 1981, las otras declaraciones son recientes y fueron hechas para el libro. Algunas entrevistas son rutinarias y de poco valor pero otras tienen interés, como la de Ricardo Soulé, ex guitarrista de Vox Dei, quien brinda una visión desencantada sobre la relación entre los músicos de dicha banda.

ESTADIO OBRAS. EL TEMPLO DEL ROCK. ELOGIO DE LA SED, de Gloria Guerrero. Editorial Sudamericana, 2010. Buenos Aires, 359 págs. Distribuye Random House Mondadori.

Los dobles

AL RECITAL de Serú Girán, con que se inauguraron los conciertos de rock en Obras, asistieron unas tres mil personas. La banda había grabado su primer álbum y había dado pequeños conciertos pero esa noche de noviembre fue su bautismo de fuego. La actuación despertó ácidas críticas de Pipo Lernoud en El Expreso Imaginario; dijo que la banda había sonado con poca convicción y planteó la posibilidad de que no fueran los músicos de Serú Girán los que tocaban sino sus dobles. La dura reseña inspiró la famosa cubierta de su segundo disco La Grasa de las Capitales, que imitaba una tapa de la revista Gente donde aparecía David Lebón vestido de futbolista, Pedro Aznar de oficinista, Charly García de empleado de estación de servicio y el baterista Oscar Moro de carnicero. Un colgado de la tapa anunciaba "Descubrimos: los dobles de Serú Girán".

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