Novela sobre la Norteamérica profunda
Al éxito de su libro de relatos le siguió esta novela que consagra a Donald Ray Pollock como un muy buen escritor.
Con el mismo apellido que el célebre pintor, Donald Ray Pollock se está convirtiendo en un muy buen escritor tardío. Comenzó pasados los cincuenta y cinco años, luego de una vida trabajando en fábricas de carne y de papel y de un curso de escritura creativa en Ohio, estado en el que nació en 1954, en un pueblo llamado Knockemstiff. El nombre de ese pueblo fue luego en 2008 el título de un libro de relatos excepcionales con los que Pollock se dio a conocer. En 2011 publicó esta primera novela, El diablo a todas horas, una inmersión delirante en la América profunda, hecha de crímenes aberrantes e inocencias truncadas, pero narrada sin concesiones. En sus mejores momentos recuerda la impronta inconfundible, áspera y serenamente violenta del gran Cormac McCarthy (n. 1933).
Narrada en tercera persona y ambientada en los años ‘50 y ‘60, El diablo a todas horas cuenta la vida de Arvin Russell desde su infancia hasta el fin de su adolescencia, y la de diversas personas con las que se cruza en el salvaje y religioso territorio de Ohio, en el corazón del país. Comienza con la trágica historia de sus padres: un matrimonio feliz que se tuerce cuando Charlotte enferma de cáncer y Willard, veterano de la Segunda Guerra, no logra frenar la muerte con sus disparatados rezos. En paralelo corre la historia del fotógrafo Carl y la camarera Sandy, pareja de asesinos seriales que levantan autoestopistas incautos; la de dos sermoneadores circenses, el paralítico Theodore y el tenebroso Roy; la de Lee Bodecker, sheriff corrupto y hermano de Sandy; la del predicador y abusador Preston Teagardin; y las de las víctimas de todos ellos. El material es explosivo, el ritmo trepidante y Pollock consigue que la interacción entre todos estos personajes y los hilos que los unen parezcan verosímiles, hasta llegar a un gran final que también lo es. La crueldad manifiesta de muchos pasajes se detiene un paso antes del morbo y lo que queda expuesto es la gratuidad del mal, el sinsentido de la bondad y la fe mal entendidas. Ni premios ni castigos sino solo la ley del más fuerte o el más hábil es lo que muestra Pollock, al desnudo.
Una adaptación cinematográfica de 2020 dirigida por Antonio Campos (en Netflix), aunque es bastante fiel a la letra, no plasma del todo la profundidad de la novela, eso que corre por debajo de los puños y las balas.
EL DIABLO A TODAS HORAS, de Donald Ray Pollock. Literatura Random House, 2020. Trad. de Javier Calvo. Barcelona, 333 págs.