Dilemas éticos y estéticos

Fabián Muro

LA PERIODISTA y licenciada en Ciencias de la Comunicación argentina Laura Lunardelli plantea en este libro uno de los temas más caros al rock: el de la independencia y la integridad artística. La aparente o real (según quien se consulte) contradicción entre lo que se entiende como una obra construida a base del talento, autonomía de criterios y esfuerzo, y aquello que despectivamente se califica de "comercial" y complaciente, ha provocado acaloradas discusiones entre músicos, periodistas y críticos.

La dicotomía surgió pocos años después de la constitución del rock como movimiento social en la primera mitad de los sesenta. Fue cuando The Beatles y Bob Dylan, entre otros, demostraron que la música y el movimiento que la albergaba podía representar algo más que un momento de entretenimiento inofensivo y complaciente con las normas culturales y sociales hegemónicas de entonces.

Aunque con menor intensidad, esta discusión sigue dándose en el presente, con nuevos factores a tomar en cuenta de acuerdo a Lunardelli. Uno de ellos es la consolidación de un sistema de producción y distribución más poderoso y concentrado que hace cuarenta años. Otro, la cada vez mayor importancia de Internet y los medios de comunicación y difusión digitales.

Lunardelli elige la década pasada como período a iluminar dentro del rock argentino, una época en que la palabra "alternativo" fue un latiguillo recurrente (lo "alternativo", como rótulo de una subcorriente dentro del rock pasó a ser predominante a nivel internacional a principios de los noventa, con el gran éxito del disco "Nevermind", de Nirvana).

La autora se apoya en filósofos y pensadores más o menos contemporáneos dedicados a describir, criticar y reflexionar sobre los medios masivos de comunicación y su incidencia en la sociedad y el arte (Roland Barthes, Umberto Eco, Theodor Adorno y Louis Althusser). También están presentes intelectuales como Frederic Jameson, Beatriz Sarlo, Paul Virilio y Jean Francois Lyotard. Sobre ese marco teórico, la autora le da gran espacio a un importante número de músicos que opinan y reflexionan sobre su trayectoria y los dilemas éticos y estéticos del rock.

Así, se pronuncian desde veteranos como Javier Martínez de Manal, pasando por Charly García (foto) y Miguel Cantilo, hasta nombres más actuales como Christian Aldana (El Otro Yo) y Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L.). Todos reconocen de forma explícita o velada que existen límites para un artista de rock y que éstos identifican la zona que separa a los "auténticos" y/o "íntegros" de aquellos que "transan", o sea se venden al "sistema".

La edición de discos autogestionada, prescindir hasta donde sea posible de la televisión y un mensaje que no pueda ser interpretado como complaciente son algunos rasgos en común de los alternativos. En algunos casos, éstos enarbolan explícitamente la bandera de la independencia y una existencia al margen del "mainstream" como valor agregado al hecho artístico concreto. Otras veces, ese valor lo añade la audiencia del artista.

La problemática que implica semejante postura se plantea cuando, por un lado, los alternativos deben lidiar con el mercado y, por el otro, cuando sus "productos" (discos y recitales) encuentran aceptación masiva

En el período elegido por la autora, las disyuntivas de los artistas pasan por la frecuencia de su aparición en los medios masivos de comunicacion, la conveniencia o no de aceptar auspicios comerciales o si se puede tener un discurso contestatario y rebelde luego de firmar un contrato con una multinacional del entretenimiento, entre otras. Lo mejor del libro está en la cantidad de músicos que opinan y reflexionan sobre el medio en el que desarrollan su obra y también en la claridad con la que Lunardelli expone a pensadores y teóricos de la comunicación. La edición de Alternatividad divino tesoro agrega una perspectiva más actual a una modesta producción que en el último par de años ha examinado la historia del rock rioplatense, caso de De las cuevas al Solís, del uruguayo Fernando Peláez y Bailando sobre los escombros, del argentino Carlos Polimeni.

ALTERNATIVIDAD, DIVINO TESORO. El rock argentino en los 90, de Laura Lunardelli. Editorial Biblos. Buenos Aires, 2002. 126 págs.

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Sociedad

INTERNET: UN NUEVO ESPACIO PSICOSOCIAL, de Roberto Balaguer Prestes, Ediciones Trilce, Montevideo. 2003, Distribuye Gussi, 192 páginas.

ESTE LIBRO hace algo más interesante que limitarse a un abordaje estadístico, comercial o informático. Porque el autor de Internet: un nuevo espacio psicosocial es psicólogo, egresado de la Universidad de la República —con estudios de posgrado en la State University of Minnesota—, y trata de entender la red de redes con un criterio coherente con su profesión.

Si se saltean algunas pesadas referencias conceptuales o bibliográficas, propias del origen académico del texto, Balaguer ofrece una mirada esclarecedora —pero no apocalíptica— del fenómeno, que surge en algunas interrogantes agudas como "¿Internet causa adicción o los adictos usan Internet?", o en atendibles observaciones como: "la satisfacción de escribir en un foro de por sí tiene un efecto terapéutico, en el sentido que otorga a quien lo hace la sensación de ser ‘escuchado’ o leído por el otro (...) a diferencia de la TV donde el grado de interactividad es nulo, o al menos escaso".

Internet: un nuevo espacio psicosocial concibe a la red como un nuevo espacio geográfico, se ocupa de sus mitos, observa las diferencias del libro con el hipertexto, alude a la construcción permanente de la identidad en relación con el chat, y sin dejar de reconocer sus peligros, declara que "se ha convertido en un producto cultural favorecedor de la comunicación, del conocimiento, y de la expresión del self de un modo inédito"

Por momentos, Balaguer pasa demasiado rápido sobre aspectos que sería interesante profundizar, como los referidos a la novedosa e inquietante tendencia a representar un papel o una personalidad muy diferente a la propia en un chat, y "la posibilidad de escenificar un personaje ficticio creado para la ocasión, pero sin las reglas fijas del contexto cultural"(pág. 113). Pero de todos modos suele discurrir con sensatez al señalar, por ejemplo, que si bien la web puede ser un refugio narcisista para evitar el contacto físico real, se incurre en cierto exceso si se lo considera una droga. En todo caso, Internet no provoca los efectos desagradables de la mayoría de las drogas, como alucinaciones, taquicardia, o fallas en la coordinación motora. Y en principio no hay por qué escandalizarse en cuanto a las satisfacciones libidinales que ofrece, entre ellas "cibersexo y amoríos on line", o a las necesidades de vinculación social, o a las famosas flame-wars —discusiones de tono violento— que vehiculizan la agresividad.

El libro recuerda que muchos usan el chat y el e-mail como un preámbulo antes de tomar contacto en persona. Parece, pues, que no puede haber nada nuevo bajo el sol, si se recuerda a investigadores como Gwinell que han señalado que durante la Segunda Guerra Mundial y en Vietnam "muchas mujeres se enamoraban de los soldados por carta y luego establecían relaciones cercanas".

A. C.

Reedición

A SUS PLANTAS RENDIDO UN LEÓN,de Osvaldo Soriano. Seix Barral, Buenos Aires, 2003. Distribuye Planeta. 247 págs.

DENTRO DE LA PRODUCCIÓN del malogrado escritor argentino Osvaldo Soriano (1943-1997), esta novela, ahora reeditada, es el punto más alto de una obra apreciada por la crítica y que ha contado con la adhesión de multitud de lectores.

Cuando a sus treinta años Soriano publicó la entrañable Triste, solitario y final (un homenaje a Raymond Chandler, Stan Laurel y Oliver Hardy), era reconocido como periodista de Primera Plana, Panorama y La Opinión. A causa del exilio político en Europa, el itinerario editorial de Osvaldo Soriano fue inverso al que siguen con suerte algunos escritores de estas latitudes: sus dos siguientes novelas fueron publicadas originalmente en italiano, francés y polaco, y recién después en castellano. Esto ocurrió con No habrá más penas ni olvido y Cuarteles de invierno, editadas por Norma en 1978 y 1980 respectivamente. Dos años antes de retornar de su exilio, Soriano era en la Argentina el escritor vivo más leído del país.

Como señala Juan Carlos Martini en el prólogo a este libro, A sus plantas rendido un león "es una suerte de amplio centro geométrico" de la producción novelesca de Soriano, ya que está precedida por las tres anteriormente citadas y a la vez precede a las tres últimas: Una sombra ya pronto serás (1990), El ojo de la patria (1992) y La hora sin sombra (1995). Junto a Triste, solitario y final, es la más desenfadada, la más sarcástica e imaginativa de las novelas de Soriano, algo que reintentó con El ojo de la patria, pero sin la efectividad narrativa alcanzada aquí.

La historia se sitúa en África, en un imaginario y pobrísimo país denominado Bongwutsi, en el momento en que Argentina invade Las Malvinas. El protagonista, el cónsul Bertoldi, pierde contacto con sus superiores y no sabe qué hacer en un país desconocido, que pronto se verá sumido en una extraña revuelta protagonizada por un ejército de gorilas. Con un trasfondo político, A sus plantas rendido un león (título que reproduce un verso del Himno argentino), es una novela de aventuras narrada con un gozoso desparpajo y plagada de la socarronería característica de Osvaldo Soriano. El desorientado Bertoldi asume que, dadas las circunstancias, él es allí la Argentina, ni más ni menos. El súbito ataque de nacionalismo que lo afecta, hace que frente a situaciones difíciles llegue a preguntarse qué habría hecho el general San Martín en su lugar. Paralelamente a la peripecia de Bertoldi en África, en Zurich hace su aparición otro argentino, Lauri, un aventurero que terminará con una valija conteniendo un millón de dólares y entreverado con los planes revolucionarios de Michel Quomo, un negro que siempre gana a la ruleta apostándole al 17.

Con los elementos sucintamente señalados, Osvaldo Soriano construye una ficción disfrutable, que, al decir de Martini "traza con intuiciones infalibles y tono irónico el boceto inquietante de un mundo que estaba por llegar. Y llegó".

Esta publicación se incluye en la cuidada Biblioteca Soriano, de la editorial Seix Barral, que ha dado a conocer las siete novelas de este autor y los cuatro libros que compilan sus crónicas. Como es característica de esta colección, las últimas páginas del libro están dedicadas a "Génesis y escritura", donde se transcriben fragmentos de entrevistas al autor y breves comentarios de la obra publicada, que resultan muy útiles para quien desee conocer más acerca del título elegido.

M. F.

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