ELVIO E. GANDOLFO (desde Madrid)
EL CIELO ESTÁ cubierto de nubes altas y revueltas en este miércoles 7 de marzo. Hay bastante viento. Hasta puede pensarse en una cercanía climática entre Madrid y el Montevideo invernal. Pero sería un error hacerlo: pronto nos aclaran que el viento que en el día anterior derribó con ferocidad una enorme cantidad de árboles, y paralizó una buena cantidad de aeropuertos españoles, es totalmente fuera de lo común en la capital de España. Las fuertes ráfagas de hoy son los coletazos de esa violencia.
Los tres integrantes de la "delegación uruguaya" llegada desde Montevideo a la inauguración de la cuarta exposición de cómic latinoamericano "ConSecuencias", dedicada a Uruguay, avanzan hacia el hotel en una sólida camioneta. Mientras bordea la enorme plaza de toros, hoy cerrada, el conductor se presenta a sí mismo como Jesús. Los nombres religiosos son muy frecuentes en Madrid. La jefa del Servicio de Cultura del INJUVE (así llaman al equivalente local del INJU montevideano), que firmaba las cartas de invitación, se llama Anunciación Fariñas. En el brindis posterior a la mesa redonda de inauguración hay una María del Socorro. Poco después de entablar diálogo con un amable madrileño dice que se llama José. Como a esa altura uno espera que agregue "de Arimatea", se recibe con alivio el "González", aunque al dar su tarjeta de presentación puede verse que su segundo apellido es "Lázaro".
DISTINTO PERO PARECIDO. La sala de conferencias es mediana, y hay entre 25 y 40 personas sentadas en las sillas para el público. En la mesa están presentes quien esto escribe, el curador de la muestra Felipe Hernández Cava, los dibujantes uruguayos Fabián Rodríguez (integrante del grupo "Guacho") y Hernán Rodríguez (primero alumno de Tunda y Ombú, después activo tallerista él mismo) -ambos sin relación de parentesco- y los españoles David Rubín y Carlos Vermut, que obtuvieron el último premio del INJUVE en historieta, considerados como dos de los nombres más destacados de la historieta joven española.
Hernández Cava explica con su voz pausada y profunda la curiosa relación afectiva que lo relaciona con Montevideo desde que pisó sus calles hace unos años, como curador de dos muestras de la historieta española, y jurado de un concurso del INJU. Después remite a su extenso prólogo del libro-catálogo de la muestra para conocer su opinión sobre la dificultosa evolución del género en Uruguay, y da paso a los demás integrantes de la mesa.
Lo que llama la atención en las exposiciones más extensas, que son las de los cuatro creadores, es la cantidad de puntos de convergencia que tiene la realidad editorial y hasta nacional para los historietistas jóvenes de dos países a primera vista tan distintos como Uruguay y España. Se mezclan por partes iguales la conciencia clara de las dificultades con la apertura de cierta esperanza a partir de elementos nuevos, de los que forma parte el propio INJUVE con su concurso anual de ilustración e historieta, traducido siempre en un grueso volumen que recoge las obras premiadas.
Carlos Vermut y David Rubín subrayan la importancia de los premios en general, y se muestran satisfechos por su experiencia reciente, que los ha instalado en el mundo historietístico a nivel nacional. Carlos Vermut tiene su base en Madrid y ha provocado un fuerte impacto con su último álbum, El banyan rojo. David Rubín es una figura clave de la historieta gallega, región del mapa donde los "tebeos" han tenido un fuerte impulso en los últimos años, concretándose publicaciones de nivel profesional a partir de la unión de dibujantes y guionistas que comenzaron a editar "fanzines", o publicaciones de "fans".
Hernán Rodríguez narra su experiencia: la creación de numerosas historietas "para el cajón" en vez de la difusión. Y también su asombro, cuando se dedicó a enseñar buena parte de lo que había aprendido en talleres de dibujo e historieta. No solo se inscribieron muchos más jóvenes de los que esperaba, sino que pronto descubrió que el aprendizaje corría en los dos sentidos. Fabián Rodríguez, por su parte, narró el modo en que se reunieron y en que encaran el trabajo colectivo los integrantes del grupo "Guacho" al que pertenece, y que ya ha editado seis números de la revista del mismo nombre.
Las zonas de coincidencia de los dos entornos se dieron curiosamente en el renglón de "la queja". A tal punto que uno de los españoles mencionó el caso de una reciente convención del género donde, en los considerandos de apertura, se incluía el ruego explícito a los asistentes de no quejarse. Los uruguayos, por su parte, subrayaron la puerta de esperanza que abren los recientes "fondos concursables" oficiales asignados a varios creadores o publicaciones de uruguayos, que permitirán por primera vez la aparición en rápida secuencia de álbumes y revistas de buen nivel gráfico.
LA COSA EN SÍ. Arriba, en la elegante calle Ortega y Gasset 71, nada permite sospechar la realidad que alberga el INJUVE en su interior. Incluso los afiches que se ven en el vestíbulo aluden a campañas contra la droga, y contra la discriminación de los inmigrantes. Pero basta bajar un piso para descubrir una amplia y muy prolija sala de exposiciones. Allí están desplegadas, bien enmarcadas e iluminadas, las 102 páginas originales de las historietas incluidas en el libro-catálogo. Ese volumen, de hecho el saldo más concreto y duradero de estas muestras, provoca un nuevo acercamiento entre las realidades de las dos ciudades, tan alejadas por lo demás. Porque ese día no estaba aún terminada su impresión. Con grandes sonrisas Rodríguez & Rodríguez comentan "como en Montevideo". Para que de inmediato varios madrileños los interrumpan sonrientes: "No, no: ¡como en Madrid!".
La muestra uruguaya es la cuarta de una serie organizada siempre por Felipe Hernández Cava como curador. Desde su inicio se han realizado cuatro "ConSecuencias", concentradas en Argentina, Brasil, México y ahora Uruguay. Cada una fue acompañada por un grueso volumen impreso a todo color en papel de buen gramaje, un verdadero muestrario de la historieta joven de esos países. Para los adictos al género conviene aclarar que desde siempre la elección se inclina más hacia la historieta de ruptura. Figura menos la historieta de tono realista, y muy en especial la así llamada "de superhéroes", hoy tan variada, donde los uruguayos tienen figuras tan destacadas como Eduardo Barreto y Richard Bennett.
EN LA NOCHE. Cuando todo termina, hay una serie de vacilaciones que al fin se encarrilan enfilando hacia un bar de "tapas y cañas" (bocadillos y cerveza), al que se llega después de recorrer varias cuadras de las muy anchas y en ese momento muy ventosas calles y avenidas de Madrid. Aunque demolidos por el largo viaje en avión (pegado con un intervalo de pocas horas al acto de inauguración), los integrantes de la "delegación uruguaya" descubren lo acertado de haberse integrado al grupo. Mientras degluten y beben acompañados por una cantidad de hombres y mujeres interesados en la historieta se divierten, por ejemplo, con el gracejo y la simpatía de "Keko", figura legendaria del cómic español. Parece encarnar él mismo, por su peinado y atuendo, un personaje escapado de algún cómic histórico de "la movida" madrileña de aquellos lejanos años ochenta. Cuando le entregan un viejo especial sobre historieta uruguaya lo hojea apurado y se detiene de pronto en la página dedicada a Peloduro: "Esto, justamente esto es lo que me interesa", dice.
Los autores
ESTOS SON LOS autores seleccionados para la muestra del Instituto de la Juventud de España, que integran el catálogo-libro editado por la institución:
Rodrigo Acevedo, Matías Pedro Bergara, Nicolás Branca, Ignacio Calero, Rodolfo Santullo, Marco Caltieri, Gabriel Ciccariello, Gonzalo Eyherabide, María Eugenia Ferreiro, Gabriel Frugone, Gustavo Martín González, Rafael Juárez, Roberto Poy, Fabián Rodríguez, Hernán Rodríguez, Sebastián Santana, y Renzo Vayra.