A) Erupción que aparece en puntos aislados de la piel, por lo común crónica y de muy distintas formas, acompañada de comezón o escozor. B) En ciertos deportes, cada uno de los grupos que se disputan el triunfo. C) Escenario de títeres. D) Título de honor o de dignidad, de categoría inferior al de duque y superior al de conde. E) Latón, aleación de cobre y cinc. F) Conocimiento o idea que se tiene de algo. G) Radioescucha. H) Cada una de las correas anchas y gruesas empleadas para suspender la caja de los coches antiguos. I) Lombriz. J) Alimento balanceado que se prepara para aves y otros animales criados párale consumo. K) Célebre, destacado, famoso. L) Pieza antigua de artillería, semejante a la culebrina, pero de calibre mayor. M) Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído. N) Veedor de vianda, empleado de palacio a cuyo cargo corría que se sirviese sin desfalco a la mesa lo que se había ordenado, O) Planta trepadora cannabácea, cuyos frutos, desecados, se emplean para aromatizar y dar sabor amargo a la cerveza. P) Delincuente condenado a una pena. Q) Dirige el arma hacia el blanco. R) Dios supremo de la mitología romana. S) Brasas, trozos de materia sólida y combustible, en estado incandescente. T) Mayoral que cuida y gobierna todos los hatos de ganado de una cabaña, y manda a los zagales y pastores. U) Bola o lío que se forma devanando hilo. V) Manera de pronunciar. W) Cada una de las partes en que se divide el acto teatral, y en que están presentes los mismos personajes. X) Logra, consigue. Y) Columna vertebral. Z) Aventura.

SOLUCIÓN DEL JUEGO ANTERIOR:

A) esquife B) ultraje C) gorrón D) equidna E) numisma F) impreso G) orégano H) malvón I) unido J) remedo K) insigne L) lupanar M) occiso N) Ramsés O) umpire P) bordes Q) inedia R) arrope S) Osiris T) lictor U) acceso V) liceal W) unción X) Nínive Y) áspero.

"Era aburrido eso de seguirlo siempre por los mismos caminos. Principalmente porque no le veía entrar en edificio alguno ni conversar con amigos ni mujeres. Ni siquiera saludar a un conocido".

EUGENIO MURILO RUBIAO: "LA LUNA".

POR LEONARDO CONDE