The New York Times/ O Globo (GDA)
Cuando Samantha Shaw asumió un nuevo empleo como investigadora en un estudio relacionado con el sueño se sintió emocionada por trabajar en una causa que le parecía personal. Desde la secundaria, cuenta, tenía dificultades para conciliar el sueño y mantenerse dormida, así que aprovechó la oportunidad de trabajar con expertos en el área.
Los investigadores estaban estudiando si un medicamento podría ayudar a reducir la somnolencia excesiva durante el día en personas que trabajaban en el turno de la noche, frecuentemente en sectores como transporte o construcción, con horarios de inicio entre las 3 y las 7 de la mañana.
Samantha se convirtió en una trabajadora por turnos, a menudo comenzando entre las 2 y las 4 de la mañana, regresando a casa a media tarde y yendo a la cama alrededor de las 6 de la tarde. A pesar del agotamiento, tenía dificultades para dormir, a veces logrando menos de cuatro o cinco horas antes de tener que despertarse. Comenzó a tomar hasta seis tazas de café al día, tuvo resfriados frecuentes y casi no tenía tiempo para hacer amigos.
El insomnio, la mala calidad y la duración reducida del sueño son comunes entre millones de personas que trabajan en el turno de la noche. Además, los trabajadores nocturnos suelen tener dificultades para alimentarse de forma saludable y mantener relaciones con familiares y amigos. "Esto puede tener consecuencias graves para la salud a largo plazo", dice Jeanne F. Duffy, profesora de medicina en la Harvard Medical School.
Cómo el trabajo nocturnos te afecta

Las investigaciones sugieren que los trabajadores nocturnos tienen un mayor riesgo de desarrollar diversas condiciones de salud, como trastornos gastrointestinales, trastornos del estado de ánimo y enfermedades cardiovasculares. También tienen más probabilidades de sufrir accidentes de tráfico y contraer infecciones, como resfriados, gripes y virus intestinales.
“Toda nuestra fisiología está diseñada para dormir por la noche y estar despiertos durante el día”, comenta Duffy. “Así que, cuando intentás mantenerte despierto por la noche para trabajar, estás luchando contra esa biología interna”.
Según Michelle Drerup, directora del Programa de Medicina del Sueño Conductual de la Cleveland Clinic, los trabajadores nocturnos también tienen un mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2. ”Esto ocurre en parte porque es difícil mantener una alimentación saludable mientras se trabaja de noche”, explica la especialista.
Cuando llega la “hora del almuerzo” a la medianoche., por ejemplo, ¿qué hay disponible para que un trabajador coma? “Bueno, son cosas de la máquina expendedora, a menos que haya preparado comida”, dice Drerup.
Los turnos nocturnos también se describen en la literatura científica como “no sociales”, ya que entran en conflicto con los ritmos habituales de la sociedad. Esto puede afectar la dinámica familiar y, como le sucedió a Samantha Shaw, dificultar la socialización.
“Si un trabajador intenta cumplir con las responsabilidades sociales y de salud a costa de su propio descanso, termina con menos tiempo para recuperarse del trabajo”, explica Imelda Wong, higienista ocupacional.
Qué hacer durante y después del trabajo

Los expertos en sueño hacen muchas de las mismas recomendaciones de salud para los trabajadores nocturnos que para cualquier otra persona.
Mantener una alimentación saludable es fundamental para prevenir algunas de las enfermedades crónicas a las que los trabajadores por turnos son más vulnerables. Intentá preparar alimentos saludables y fáciles de llevar al trabajo, como vegetales, frutas frescas y frutos secos, sugiere Drerup. “Planificar es esencial”, añade.
Ella sugiere estrategias como duplicar recetas y congelar porciones individuales los fines de semana o en los días libres. “Si tu energía disminuye durante el turno, incluso una siesta de 15 a 20 minutos, si encuentras un lugar tranquilo para hacerlo, puede ayudarte a sentirte más alerta y renovado”, dice Duffy.
Para facilitar el sueño al llegar a casa, es importante controlar el consumo de cafeína durante el turno. Drerup recomienda limitarse a un máximo de dos tazas de café en las primeras horas de trabajo y evitar cualquier consumo en las últimas cuatro o cinco horas del turno.
"Al llegar a casa, reducí la iluminación del ambiente. Las luces intensas le indican al cuerpo que es hora de despertar, lo que puede dificultar el sueño", dice Wong. Y andá a dormir lo más rápido posible", aconseja.
Drerup sugiere que cortinas opacas, máscaras para dormir y máquinas de ruido blanco pueden ayudar a crear un ambiente más propicio para el sueño. Si tenés responsabilidades diurnas de las que no puedes ausentarte, como recoger a tus hijos de la escuela, la especialista recomienda programar siestas antes y después de esas interrupciones.
Una responsabilidad compartida
"Aunque existen medidas que los trabajadores pueden tomar para mitigar los impactos del trabajo por turnos, parte de la responsabilidad también recae en los empleadores", sostiene Wong.
Las empresas pueden ayudar a los empleados que trabajan en el turno de noche evitando turnos consecutivos, limitando los turnos a un máximo de ocho horas y garantizando pausas para comer y descansar.
En el caso de Samantha Shaw, los más de dos años de trabajo nocturno aumentaron su conciencia sobre lo agotador que puede ser este tipo de rutina. El estudio en el que trabajaba concluyó en abril, y afirmó que necesitó alrededor de cuatro meses para recuperar su patrón normal de sueño.
Cuando se le preguntó si volvería a trabajar en esos horarios, dudó.”Dependería del proyecto. Porque afectó mucho tanto mi salud física como mi salud mental".