Llantén: la planta medicinal que depura el intestino y alivia infecciones respiratorias y urinarias

Redacción El País
Conocido popularmente como “curalotodo”, el llantén (Plantago major) ha sido valorado durante generaciones por su versatilidad terapéutica. Esta planta, que crece de forma silvestre en zonas húmedas de Europa y Asia, puede alcanzar hasta 60 cm de altura y producir miles de semillas, lo que la convierte en una especie resistente y de fácil propagación.

El llantén se destaca por sus múltiples beneficios. En infusión o aplicación tópica, aporta propiedades antihistamínicas, digestivas y cicatrizantes. Se utiliza con frecuencia para tratar afecciones del aparato respiratorio —como la tos, la bronquitis o la faringitis— gracias a la acción de los mucílagos que suavizan las mucosas, y los taninos, que actúan como protectores naturales.

También cumple una función importante a nivel digestivo. Su capacidad para depurar el intestino y aliviar molestias como la disentería o los dolores abdominales ha sido reconocida por distintas investigaciones científicas, como las realizadas por la Universidad Nacional del Nordeste.

Para aprovechar sus beneficios, el llantén se puede consumir en forma de té: basta con colocar una cucharadita de hojas secas y trituradas en una taza de agua caliente, dejarla reposar entre cinco y diez minutos, colar y beber. Además, sus hojas son comestibles y se pueden sumar a ensaladas o platos fríos.

En cuanto a su uso externo, se emplea para favorecer la cicatrización de heridas, úlceras y quemaduras. Algunos estudios, como uno que combinó llantén con aloe vera, mostraron que esta mezcla puede mejorar la regeneración cutánea al estimular la producción de colágeno, vasos sanguíneos y fibroblastos.

Otro de los puntos fuertes del llantén es su acción diurética, que ayuda a eliminar toxinas y combatir la retención de líquidos. El té de llantén estimula la función renal y favorece la depuración del organismo. Además, sus semillas tienen un efecto demulcente, útil en el tratamiento de afecciones urinarias.

Aunque muchas veces se la confunde con una maleza por su capacidad para crecer en suelos pobres o poco cuidados, el llantén es una planta noble y de fácil acceso, que ha ganado terreno entre quienes prefieren enfoques naturales y sostenibles para el cuidado de la salud.

A pesar de su buena fama, es clave subrayar que el uso de plantas medicinales debe estar acompañado por una orientación profesional. El llantén, como cualquier otro recurso natural, puede interactuar con medicamentos o generar efectos no deseados si se usa de forma excesiva o sin control.

Liliana Papalia, especialista en nutrición y obesidad, sostiene que “cuando se usan con responsabilidad, las hierbas pueden ser una herramienta accesible y sostenible para tratar distintos problemas de salud dentro de un enfoque integral”.

En el universo de las plantas medicinales más populares —como el boldo, el cedrón, la manzanilla o el romero— el llantén destaca por su capacidad para actuar sobre varios sistemas del cuerpo. Pero como con todo lo relacionado a la salud, la clave está en el equilibrio y en el acompañamiento profesional adecuado.