Las citas médicas clave que los hombres no deben postergar: urólogo, cardiólogo, ortopedista y gastroenterólogo

Redacción El País
En plena campaña de Movember, el mes dedicado a la salud masculinasalud masculina, dos instituciones privadas lanzaron una iniciativa que apunta a derribar mitos y recordar algo básico: cuidarse no es un trámite complicado, es sentido común. La propuesta, llamada Tan simple como ser hombre, pone el foco en cuatro áreas que funcionan como los “motores” esenciales del bienestar masculino y donde los descuidos suelen cobrar factura con el tiempo.

Si hay una especialidad cargada de prejuicios, esa es la urología. Muchos evitan ir al médico por pudor o por la incomodidad del clásico tacto rectal, una prueba que todavía genera resistencia. Pero los especialistas recuerdan que, más allá de las bromas habituales, estos controles permiten detectar a tiempo cáncer de próstata, cáncer de testículo y problemas como la Hiperplasia Prostática Benigna, patologías frecuentes en varones de distintas edades.

Los expertos señalan que el cáncer de próstata es el tumor más común en hombres y que en etapas tempranas no da señales claras. Por eso recomiendan realizar el tacto rectal y medir el PSA desde los 50 años, o cinco años antes si hay antecedentes familiares. En el caso del cáncer de testículo, la clave está en el autoexamen mensual, una práctica simple que puede marcar la diferencia. Para la hiperplasia prostática, técnicas como el láser HoLEP han permitido tratamientos menos invasivos y con recuperaciones más rápidas.

El exceso de confianza es un problema instalado en muchos hombres. La ausencia de síntomas se interpreta como sinónimo de buena salud, pero los cardiólogos insisten en que esa percepción suele jugar en contra. Los controles de colesterol, glucosa, función renal y pruebas como el ecocardiograma o la prueba de esfuerzo permiten identificar factores de riesgo antes de que aparezcan eventos graves como un infarto.

Los especialistas remarcan que, aunque los problemas cardíacos afectan a todos, los hombres suelen llegar más tarde a la consulta. Y no por falta de información, sino por ese hábito de “dejar para después” lo que no duele.

Quienes hacen deporte los fines de semana —desde el fútbol 5 hasta el running recreativo— conocen bien las lesiones por impacto, sobrecarga o mala técnica. La ortopedia recuerda que prevenir es mucho más sencillo que tratar una rodilla o un tobillo lastimado. Calentar, estirar, usar el calzado adecuado, fortalecer el core y respetar los tiempos de descanso son pautas básicas para evitar problemas crónicos.

Cuando aparece dolor persistente, recomiendan no esperar “a ver si pasa”. Una consulta a tiempo puede evitar lesiones mayores y acelerar la recuperación, especialmente en quienes combinan vida laboral sedentaria con actividad física intensa una o dos veces por semana.

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En el área gastrointestinal, dos enfermedades destacan por su gravedad y frecuencia: el cáncer de estómago y el cáncer de colon. Los gastroenterólogos insisten en que el cuerpo avisa, pero muchos hombres optan por minimizar molestias como dolor abdominal continuo, cambios en la materia fecal o presencia de sangre. Consultar ante estas señales, junto con una alimentación equilibrada y la reducción del alcohol y el tabaco, es clave para diagnósticos tempranos.

Las colonoscopías y endoscopías son estudios que algunos evitan por temor o desinformación, pero siguen siendo las herramientas más eficaces para detectar lesiones iniciales, muchas veces curables si se intervienen a tiempo.

En muchos hogares son las mujeres quienes insisten, recuerdan o directamente agendan los controles de los varones. Pero los médicos remarcan que la salud masculina es sencilla de cuidar cuando se adopta el hábito de consultar sin vergüenza y sin esperar a sentir dolor. La campaña Tan simple como ser hombre apunta justamente a eso: transformar el autocuidado en una rutina. No hace falta complicarse; basta con empezar.

En base a El Tiempo/GDA