Es una de las plantas medicinales más antiguas, mejora la circulación y es antiinflamatoria: cómo consumirla

El ginkgo biloba mejora la circulación, alivia la inflamación en las piernas y reduce el riesgo de trombos, pero debe usarse con precaución si se toman anticoagulantes.

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Ginkgo biloba

Redacción El País
El ginkgo biloba es una de las plantas medicinales más antiguas que se conocen. Originario de China, este árbol se distingue por sus hojas en forma de abanico, de las cuales se extraen compuestos como flavonoides y terpenoides, conocidos por su capacidad antioxidante y antiinflamatoria.

Estas propiedades han llamado la atención de la comunidad científica, especialmente por su impacto positivo en la salud de la circulación sanguínea.

Beneficios para la circulación y las várices

Uno de los aportes más importantes del ginkgo biloba es su efecto sobre la inflamación. Este aspecto resulta clave para quienes sufren de insuficiencia venosa crónica y várices, una condición que se produce cuando las válvulas de las venas no funcionan como deberían. Al no cerrarse correctamente, dificultan el retorno de la sangre al corazón, generando acumulación, inflamación, molestias e incluso dolor.

El ginkgo ayuda a mejorar el flujo sanguíneo gracias a su acción vasodilatadora y a su capacidad para fortalecer las paredes de las venas. Esta doble acción disminuye la presión dentro de los vasos inflamados, aliviando los síntomas y atenuando la apariencia de las várices.

Además, sus compuestos antiinflamatorios ayudan a reducir la hinchazón y la sensación de pesadez en las piernas, un malestar muy común entre quienes padecen esta afección.

Prevención de coágulos: otro punto a favor

Otro de los aportes destacados del ginkgo biloba es su capacidad para actuar como antiagregante plaquetario, es decir, para impedir que las plaquetas se agrupen de forma excesiva. Esto reduce la probabilidad de que se formen coágulos en la sangre, algo fundamental para quienes tienen antecedentes de trombosis venosa profunda o riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Este efecto se debe principalmente a los ginkgólidos, una serie de compuestos presentes en esta planta que favorecen una circulación más fluida y saludable.

Planta de ginkgo biloba
Planta de ginkgo biloba.
Foto de Cole Keister en Unsplash

¿Cómo consumirlo?

El ginkgo biloba se consume habitualmente en forma de extracto estandarizado, disponible en cápsulas, comprimidos o gotas. Para que sus efectos sean seguros y efectivos, es fundamental respetar las dosis recomendadas por cada fabricante o seguir las indicaciones de un profesional de la salud. Generalmente, se sugiere iniciar con dosis bajas, que pueden ajustarse gradualmente según la tolerancia y los efectos deseados, especialmente si se busca mejorar la circulación, la memoria o la concentración.

Es importante evitar su consumo simultáneo con medicamentos anticoagulantes, antiinflamatorios o aspirina, ya que el ginkgo biloba puede potenciar su efecto y aumentar el riesgo de hemorragias. Tampoco se recomienda su uso en personas embarazadas, en período de lactancia o con antecedentes de epilepsia, salvo indicación médica. Como con cualquier suplemento natural, su uso debe formar parte de un enfoque integral de salud, sin reemplazar tratamientos indicados por profesionales.

Precauciones antes de consumirlo

A pesar de sus múltiples beneficios, el uso del ginkgo biloba no está libre de riesgos. Su acción anticoagulante puede interferir con ciertos medicamentos, especialmente aquellos recetados para prevenir la formación de coágulos. Por eso, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de empezar a consumirlo, en especial si se está bajo tratamiento médico o se tiene alguna condición que afecte la coagulación.

Más allá de la salud vascular

El ginkgo también ha sido estudiado por su potencial para mejorar la función cognitiva. Se ha utilizado como complemento para tratar problemas de memoria, concentración y deterioro mental asociado al envejecimiento. Sus propiedades antioxidantes también lo convierten en un aliado contra los radicales libres, responsables del desgaste celular.

En resumen, el ginkgo biloba ofrece un interesante abanico de beneficios, sobre todo para quienes buscan alternativas naturales para cuidar su circulación y reducir el impacto de las várices. Eso sí, como en todo tratamiento con plantas medicinales, su uso debe ser responsable y supervisado.

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