Estudio confirma que las mujeres tienen mejor audición que los hombres: ¿la respuesta está en las hormonas?

Redacción El Pais
Un reciente estudio científico ha revelado que las mujeres tienen una audición más sensible que los hombres, un hallazgo que refuerza un dicho popular que podría tener más de un asidero científico.

Investigadores internacionales han confirmado que las mujeres poseen una agudeza auditiva superior en promedio en dos decibelios en comparación con los hombres, independientemente de la población analizada.

El estudio, que involucró a 450 participantes de 13 regiones del mundo, incluidas Ecuador, Inglaterra, Gabón, Sudáfrica y Uzbekistán, se centró en la sensibilidad de la cóclea dentro del oído. La investigación mostró que las mujeres se destacan no solo en la percepción de sonidos, sino también en la transmisión de señales cerebrales frente a diversas frecuencias, lo que las hace más sensibles a una amplia gama de sonidos.

En palabras de los investigadores, este fenómeno podría deberse a diferencias hormonales que se dan durante el desarrollo fetal, además de pequeñas variaciones estructurales en la anatomía del oído. A pesar de esta diferencia natural, los expertos subrayan que la audición de ambos sexos se ve afectada por la edad, aunque los hombres parecen experimentar una mayor pérdida de sensibilidad con el paso del tiempo.

Pero no solo el género influye en la audición, el entorno también juega un papel clave. Aquellas personas que viven en áreas rurales o boscosas, donde los sonidos naturales predominan, presentan una mayor agudeza auditiva.

Esto se debe a que, en estos entornos, la vigilancia y el buen oído son esenciales para la supervivencia. Por el contrario, las personas que habitan en zonas de mayor altitud tienen menor sensibilidad auditiva, lo que podría estar relacionado con la reducción de presión atmosférica o la adaptación a niveles más bajos de oxígeno.

Los resultados también revelaron que las personas que viven en áreas urbanas tienden a tener una mayor sensibilidad a frecuencias más altas, posiblemente debido a la contaminación acústica generada por el tráfico. En estos lugares, el ruido de baja frecuencia se filtra, lo que podría alterar la percepción auditiva.

Este hallazgo pone en evidencia que la audición humana está influenciada por una combinación de factores biológicos y ambientales, en los que las diferencias entre géneros no son solo un mito, sino una realidad comprobada por la ciencia.