Aunque muchos consideran que el inodoro es el objeto más sucio con el que tienen contacto, estudios recientes han revelado que hay un recipiente de uso diario que acumula una cantidad de bacterias hasta 40 mil veces superior. De acuerdo con investigaciones, las botellas de agua o termos que llevamos a la escuela o al trabajo pueden contener cerca de 20,8 millones de Unidades de Formación de Colonias (UFC).
Esto significa que pueden albergar una cantidad considerable de microbios capaces de formar colonias, una cifra que contrasta con las 515 UFC que se encuentran, en promedio, en la superficie de un inodoro, según explicó un artículo de la BBC.

La multiplicación bacteriana en las botellas
Un estudio de la Universidad de Henan en China, publicado en Annals of Civil and Environmental Engineering, analizó el contenido de las botellas reutilizables. Encontraron que un mililitro de agua puede contener cerca de 75 mil bacterias al inicio del día, cifra que puede escalar hasta los 2 millones de bacterias en un solo día si no se lavan adecuadamente.
Por otro lado, un análisis de la Universidad Purdue en Estados Unidos, realizado con 90 botellas reutilizables, concluyó que en al menos el 15% de los casos el agua sobrante no se desechaba, sino que se rellenaba al día siguiente. Este hábito incrementa la proliferación bacteriana ya que enjuagar las botellas con agua no es suficiente para eliminar la suciedad acumulada.
Las encuestas realizadas en estas investigaciones arrojaron que solo el 42 % de los usuarios lava su botella de agua al menos una vez al día. Por su parte, el 25 % lo hace algunas veces a la semana, mientras que un 13% las limpia únicamente un par de veces al mes. Este bajo índice de limpieza contribuye al riesgo de contaminación.
La principal fuente de bacterias son las que habitan en nuestra boca, como los estafilococos y estreptococos, que tienen contacto directo con las botellas. Además, las manos, al tocar superficies como teclados, celulares o botones de ascensores, transfieren bacterias a las tapas y superficies del recipiente, favoreciendo la contaminación cruzada.

Posibles riesgos para la salud
El contacto constante con las bacterias acumuladas en las botellas reutilizables puede desencadenar síntomas como diarrea, náuseas, vómito y dolor abdominal, dependiendo del sistema inmune de cada persona. Si se trata de bacterias más resistentes, el riesgo de infecciones graves aumenta.
Para minimizar los riesgos, los expertos recomiendan lavar las botellas con agua y jabón diariamente, utilizando un cepillo especial para alcanzar las zonas del fondo donde se acumula suciedad. También es fundamental dejarlas secar antes de volver a llenarlas y evitar compartirlas con otras personas.
El Universal/GDA
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