El linfoma, un tipo de cáncer con múltiples caras para el cual se vislumbran nuevas terapias

Hoy se conmemora el Día Internacional del Linfoma, una enfermedad sobre la cual la ciencia ha avanzado mucho, pero que aún presenta varios desafíos para la medicina.

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Foto: Unsplash.

En Uruguay, explica la hematóloga Carolina Oliver, aproximadamente entre 300 y 400 personas por año son diagnosticadas con algún tipo de linfoma. Porque esa es una de las características del linfoma: hay muchos tipos.

Conviene recordar que se trata de un tipo de cáncer de la sangre que se origina en el sistema linfático, parte fundamental del sistema inmunológico.

El linfoma afecta principalmente a los linfocitos (un tipo de glóbulo blanco), que empiezan a crecer y multiplicarse de manera anormal, formando tumores en los ganglios linfáticos u otros órganos.

Oliver agrega que “ha habido un avance fenomenal” en cuanto a algunos de las “terapias dirigidas”, o sea aquellas intervenciones específicas a aplicar, lo cual depende del tipo de linfoma en cuestión.

De acuerdo a lo que explica la hematóloga, hay dos grandes divisiones. Por un lado está el linfoma Hodgkin (el más raro), y por el otro el No Hodgkin, (el más frecuente) pero dentro de esas subcategorías hay muchas variantes de la enfermedad.

“Hay cinco tipos de linfoma Hodkgin, y más de 80 subtipos de linfoma No Hodgkin. Y cada uno de los subtipos se diagnostica distinto, y tiene un pronóstico distinto”.

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Hematóloga Carolina Oliver.
Foto: Gentileza.

—Parecería entonces que es una enfermedad que plantea desafíos importantes a la hora del diagnóstico. ¿Qué puede decir sus síntomas?

—El hilo conductor son los tumores en los ganglios, aunque pueden darse tumores en muchas otras partes del cuerpo. Pero a partir de que se constata y sea un probable linfoma, se abre un gran espectro de posibilidades. Para llegar al mejor tratamiento posible, es importante tener bien tipificado el linfoma.

—¿Cuán letal puede llegar a ser un linfoma?

—Dependerá en parte de qué tipo de linfoma se trate. Pero el de Hodgkin, por ejemplo, es altamente curable. Se llegan a curar 8 o hasta 9 de cada 10 casos. Dentro de aquellos que son No Hodgkin los pronósticos son distintos. Lo que me parece importante señalar es que hay casos en los que el paciente puede convivir durante décadas con la enfermedad, son linfomas crónicos. Y se tratan cuando es necesario hacerlo, no es imprescindible estar constantemente en tratamiento.

—¿Qué tipo de terapias se aplican en el caso de esta enfermedad?

—El tratamiento a aplicar lo determina el tipo de linfoma que tenga el paciente. A veces se puede dar que se apliquen más de un tratamiento para un determinado tipo de esta enfermedad, pero a priori cada subtipo se trata de una manera particular. En Uruguay, algunas terapias se ofrecen como parte de las prestaciones de la institución, otras son cubiertas por el Fondo Nacional de Recursos (FNR) y hay casos que no cuentan con cobertura alguna, que son muy costosos. Pero los linfomas más frecuentes tienen cobertura, ya sea por las instituciones médicas como por el FNR.

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Foto: Unsplash.

— Hace un rato decía que ha habido un gran desarrollo en terapias farmacológicas.

—Sí. Los tratamientos más tradicionales como quimioterapia son lo que llamamos de “primera línea”, y actualmente se está investigando sobre si estas nuevas formas de tratamientos farmacológicos también pueden ser de primera línea.

—El cáncer sigue teniendo una asociación negativa muy fuerte. ¿Este tipo de desarrollo en cuanto a tratamientos ha atenuado esa asociación?

—En parte sí y en parte no. Hoy, muchos linfomas son —como decía antes— pueden ser curados, y hay esperanzas de que a los pacientes les vaya bien, que puedan seguir con su vida. Por eso es importante que haya jornadas como la de hoy, que se vienen haciendo desde 2004. Hablar de la enfermedad, de sus características y de las maneras que existen para curarlas aporta. Obviamente, hay casos en los que todavía no hay datos tan alentadores, pero hay que desmitificar.

—¿Qué factores pueden predisponer a una persona a desarrollar un linfoma?

—Hay muchas hipótesis, pero quisiera aclarar algo sobre una creencia que sigue estando muy extendida, y que atribuye a cierta alimentación la causa del linfoma. No hay sustento científico para que establezca que comer ciertas cosas desarrollan linfomas. Como dije, es muy frecuente escuchar eso, pero no es real.

—¿Y qué es lo que sí se sabe sobre causas?

—Lo que sí se sabe es que ciertas infecciones virales pueden estimular el desarrollo de un linfoma. Por ejemplo, se sabe que alguien con VIH tiene hasta 11 veces más riesgos de desarrollar un linfoma de Hodkgin. En el caso de otros virus, existe hasta 20 veces más riesgos de un linfoma. También personas con algún tipo de enfermedades o condiciones del sistema inmulógico tienen mayores riesgos de desarrollar este tipo de cáncer.

—¿Qué tipo de perfil tenemos como país en cuanto a los linfomas?

—En términos generales, tenemos más o menos los mismos rasgos que un país del llamado Primer Mundo. Los tipos de linfomas que se dan en Uruguay son prácticamente los mismos que en varios países europeos, a diferencia de lo que ocurre en los casos de otros países latinoamericanos, como por ejemplo Chile.

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