Redacción El País
Presente en cocinas de todo el mundo, el comino blanco (Cuminum cyminum) no solo aporta sabor y aroma a los platos, sino que también tiene propiedades nutricionales que lo convierten en un verdadero aliado del bienestar. De gusto cálido y algo amargo, se diferencia del comino negro por ser más suave y versátil, lo que facilita su uso en una gran variedad de recetas.
Aunque muchas veces se confunde con la alcaravea —también llamada comino romano—, el comino blanco tiene características propias y ha sido protagonista tanto en preparaciones culinarias como en remedios caseros desde tiempos antiguos.
Rico en minerales y antioxidantes
Uno de los principales aportes del comino blanco es su alto contenido de hierro, un mineral esencial para prevenir la anemia y mantener un buen nivel de energía. También aporta calcio en concentraciones notables: mientras que 100 gramos de leche contienen unos 125 miligramos de calcio, el comino puede llegar a aportar más de 1.000 miligramos en la misma cantidad.
Además, esta especia contiene antioxidantes naturales que ayudan a reducir procesos inflamatorios y protegen al organismo del estrés oxidativo, una de las principales causas del envejecimiento celular.
Un aliado digestivo natural
Desde el punto de vista digestivo, el comino blanco ha sido utilizado desde hace siglos como un remedio para aliviar molestias estomacales. Su capacidad para estimular la secreción de jugos gástricos favorece una digestión más eficiente, ayudando a personas que sufren de digestiones pesadas, gases o cólicos. Por eso, no es raro que sea protagonista de infusiones digestivas o que forme parte de preparaciones después de comidas copiosas.
Mejora el sueño y combate el estrés
Uno de los beneficios menos conocidos del comino blanco es su efecto relajante y sedante suave, gracias a compuestos como el terpineno y la carvona, que actúan sobre el sistema nervioso. Consumido en forma de infusión, puede contribuir a reducir el estrés y la ansiedad, dos factores clave que muchas veces afectan la calidad del sueño.
Además, el comino aporta magnesio, un mineral relacionado directamente con la regulación del descanso nocturno. Por eso, una taza de infusión de comino antes de dormir puede ser una opción natural y efectiva para quienes tienen problemas para conciliar el sueño.
Cómo incorporarlo a tu día a día
Podés incluir el comino en guisos, sopas, salsas, carnes o incluso espolvorearlo sobre verduras asadas o legumbres. También es posible preparar infusiones con una cucharadita de semillas de comino blanco, dejándolas hervir durante cinco minutos y luego colándolas.
En definitiva, el comino blanco no es solo un condimento sabroso: es una especia con múltiples beneficios para la salud que vale la pena tener siempre a mano en la cocina.